La sensación general asociada con la intuición es de algo abstracto, difícil de explicar, irracional y, por lo tanto, poco fiable. No es extraño que la sociedad patriarcal haya creado una visión descartable de la intuición, ya que es una cualidad mayormente asociada a mujeres. Invalidar la intuición ha sido una estrategia perfecta para coartar una de las cualidades femeninas más poderosas.
Es por ello que, inconscientemente, hemos dejado a nuestra intuición apartada en un rincón oscuro, asegurándonos de no alimentarla y de que no se interponga en nuestro camino para poder ser capaces de encajar en un modelo social racionalizado. A través de la meditación podemos volver a reconectar con esta intuición femenina.
La intuición como cualidad espiritual
La intuición también es una cualidad relacionada con lo divino y con la expresión de nuestro corazón. Y para desarrollarla necesitamos ser valientes y fuertes, ya que seguirla no siempre es fácil y tampoco será siempre cómodo ni para nosotros mismos ni para las personas de nuestro alrededor.
Seguir nuestra intuición, sin embargo, significa ser fieles a nosotros mismos, actuar con integridad y saber discernir lo que nos ayuda a crecer de lo que nos apaga el alma, tanto en en nuestro mundo interior como en nuestro mundo interior. Significa también tener muy claras nuestras necesidades y límites y comprometernos radicalmente a abogar por ellos, de manera que no nos traicionemos o no abusemos de nosotros mismos. Significa cuidarnos y desarrollar nuestra verdad más cruda.
Cómo meditar para desarrollar tu intuición femenina
- Encuentra tu postura de meditación favorita, aquella en la que puedas mantenerte alerta y a la vez cómoda o cómodo.
- Date cuenta de las sensaciones sutiles de tu cuerpo presentes en este momento.
- Desde aquí puedes invitar a tu energía femenina, conectando con ella y sintiéndola. Date cuenta de cómo sientes tu cuerpo cuando estás conectada/o con esa energía.
- Ahora puedes conectar con la parte de ti más vieja, sabia, salvaje y poderosa. Quizás sea una parte de ti escondida, una parte que no quieras ver. No tiene por qué ser bonita y puede que hasta te asuste al principio, especialmente si has estado desconectada/o de ella.
- Mientras sientes la energía de esta parte de ti, visualízala. ¿Cómo te la imaginas? Quizás tiene el aspecto de un ancestro de tu linaje femenino, el más sabio y poderoso.
- Siente la energía que viene de esta parte de ti mientras la visualizas. Reconócela como tu apoyo y tu guía. Ella sabe lo que es mejor para ti en cada momento, discierne entre lo que es real y no lo es y conoce bien los límites que te protegen y protegen tu alma. Ella también te conecta con esa manera asertiva e integral de comunicarlos de forma firme y desde al amor.
- Con esta visión más completa de esta parte de ti, siente la conexión con ella y sus cualidades: su poder, su fuerza, su amor y su sabiduría.
- Siente con curiosidad con qué sensaciones se manifiesta en tu cuerpo esta energía, para integrarla y aprender a reconocerla, ya que la necesitarás en el futuro. Normalmente su energía no es agitada o inquieta, sino que suele ser firme, calmada y ligera. Siente cómo se siente para ti tu sabiduría interna innata. Dándole espacio y familiarizándote con ella.
- Relaja tu frente creando espacio en ella, mientras personificas esta energía en ti.