Lo que hacemos en el día a día marca la diferencia. No se trata de cumplir grandes hazañas o conquistar grandes objetivos, sino de demostrar, en lo cotidiano, la clase de persona que somos. Un ejemplo de ello es el sitio que eliges cuando caminas junto a alguien en la calle. ¿Te colocas lejos o cerca del tráfico?
Puede parecer algo insignificante, y es muy posible que la decisión la tomes de manera inconsciente. Pero la realidad es que tras esta decisión se esconden algunas de tus mayores fortalezas. Si eres toda una heroína o un héroe cotidiano que prefiere caminar junto a la carretera, estas son las fortalezas que tienes, según la psicóloga Leticia Martín Enjuto.
Empatía
Si eres capaz de ocupar el lugar más cercano a la carretera, pese al estrés que esto puede suponer, está claro que eres una persona empática. “Colocarse del lado del tráfico implica anticipar posibles riesgos y priorizar la seguridad del otro”, nos explica Leticia Martín Enjuto.
Incluso si la decisión es inconsciente, una parte de ti está preparada para “ponerse en el lugar del acompañante y actuar en consecuencia”. Con ese gesto tan sencillo demuestras que piensas en el otro, y que eres capaz de anteponer sus necesidades.
“Esta sensibilidad hacia las necesidades ajenas”, añade la psicóloga, “es un indicador de inteligencia emocional y de una disposición genuina al cuidado del otro”.
Sentido de protección
Cuando te colocas entre el tráfico y tu acompañante, de alguna forma estás comunicando: “quiero cuidarte y protegerte”. Así lo asegura la experta en esta breve entrevista para Cuerpomente, en la que señala que “el sentido de la protección es otro rasgo destacado” de quienes deciden caminar junto a la carretera.
“Quienes adoptan este comportamiento suelen tener una inclinación natural a proteger a quienes les rodean, asumiendo de manera espontánea el rol de ‘guardián’ en situaciones cotidianas”, nos explica la psicóloga.
En la vida diaria, esta actitud protectora “puede extenderse a otros ámbitos”, añade la experta, convirtiéndose, por ejemplo, en una “disposición a ayudar en momentos difíciles”.
Responsabilidad
La responsabilidad tiene un componente clave, que es la carga. Al responsabilizarte de algo, asumes cargar con su peso. Y algo muy similar sucede cuando decides, sea consciente o inconscientemente, caminar al lado del tráfico.
“Optar por caminar del lado más expuesto implica asumir voluntariamente una pequeña carga de riesgo para salvaguardar al otro”, nos explica Martín Enjuto, lo que hace que “la responsabilidad” sea una “fortaleza presente en estas personas”.
Lejos de la carreta, cuando el paseo ha terminado, este tipo de conducta se convierte en algo más importante. Quienes actúan de esta manera, señala la psicóloga, “no rehúyen el compromiso y están dispuestos a hacerse cargo de las consecuencias de sus actos, mostrando madurez y fiabilidad”.
Asertividad
¿Cómo es posible que esta simple decisión tenga que ver con una forma de comunicación? Pues porque, como expone la psicóloga, “las personas asertivas no solo comunican sus necesidades de manera clara, sino que también actúan con decisión para proteger los intereses de los demás”.
Saben escuchar, además de hablar con claridad. Y tras comprender lo que necesita el otro, hacen lo posible para garantizar que se sientan escuchados.
Para Leticia Martín Enjunto, “elegir conscientemente la posición más expuesta es una manifestación de esta capacidad para tomar la iniciativa y actuar de forma proactiva en beneficio común”.
Generosidad
La generosidad no va solo de hacer regalos o darle la mitad de tu bocadillo a tu compañero. La generosidad, nos explica la experta, “es otra fortaleza que suele acompañar a quienes caminan del lado del tráfico”.
¿Por qué? Muy sencillo. Como expone Martín Enjuto, “este acto, aunque pequeño, es una muestra de altruismo y de disposición a anteponer el bienestar ajeno al propio, incluso en detalles aparentemente insignificantes”.
Y es que no necesitamos grandes gestos para demostrar generosidad. Para Leticia, “la generosidad se expresa a través de acciones cotidianas que reflejan una actitud de entrega y servicio hacia terceros”.
Sensibilidad social
Para acabar, Leticia Martín Enjuto apunta la “sensibilidad social” como la última de las fortalezas de estos héroes de lo cotidiano que eligen caminar junto al tráfico para proteger a su acompañante.
“Este tipo de gestos indican atención especial a las normas sociales implícitas y a los pequeños rituales de cortesía que facilitan la convivencia”, nos explica la experta.
Y es que, “las personas que son sensibles a estos detalles suelen ser percibidas como amables, consideras y respetuosas”. Todas estas cualidades, añade la experta, “favorecen a las relaciones interpersonales saludables y satisfactorias”.
Esto nos lleva a una última conclusión. Sí, según el Estudio del Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard, las relaciones interpersonales saludables son el mayor indicador de felicidad del mundo moderno… ¿Son más felices quienes caminan, heroicamente, junto al tráfico para proteger a su acompañante?
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