Tener una melena rizada bonita y sana depende de muchos factores, pero no a todos les solemos prestar la misma atención. A menudo ponemos todo nuestro esfuerzo en el peinado y el secado, pero descuidamos uno de los factores más claves para cuidar los rizos: el lavado.
Un buen lavado del cabello es el inicio de unos rizos bonitos y bien definidos, y no depende solo de usar los productos adecuados, también de seguir una técnica de lavado correcta y evitar algunos errores que son más habituales de lo que pensamos.
Qué no hacer al lavar el pelo rizado
“La base de una definición duradera es un buen lavado de cabeza”, asegura la peluquera experta en rizos Estrella Vera. En este paso, tan indispensable para lograr unos rizos definidos, a menudo cometemos errores muy comunes al cuidar del pelo rizado sin siquiera darnos cuenta. Así lo explica Estrella con mucha ironía:
Todos hemos cometido alguno de estos errores alguna vez, ¿verdad? Pero nunca es tarde para rectificar y empezar a cuidar nuestra melena como se merece lavándola correctamente.
4 pasos para lavar bien el cabello rizado
Estas son las claves que la experta en rizos aconseja para un buen lavado del cabello rizado (y que en realidad valen para cualquier tipo de pelo):
1. El agua, a la temperatura adecuada
Lo primero cuando vamos a lavarnos el cabello es regular la temperatura del agua y no vale cualquier temperatura, por mucho que nos guste el agua quemando para la ducha:
- Un agua demasiado caliente puede despojar el cabello de sus aceites naturales, con lo que dejará más debilitado. Esto tiene como resultado un pelo más reseco y encrespado. Además, el agua caliente puede irritar el cuero cabelludo, en especial si es sensible.
- El agua fría, en especial en los meses de invierno, puede convertir el lavado de pelo en una auténtica tortura, y tampoco queremos eso. Además, no es del todo efectiva para eliminar la grasa y la acumulación de residuos de los productos que se usan para peinar y moldear el cabello, aunque si puede ser conveniente al final del lavado para ayudar a sellar la cutícula del cabello.
Lo ideal para cuidar el cabello y que el lavado sea eficaz y agradable es usar agua templada.
2. Masajear suavemente el cuero cabelludo
“Lava con la yema de tus dedos el cuero cabelludo distribuyendo bien el champú”, indica la experta. El cuero cabelludo es donde se acumula la mayor cantidad de grasa, suciedad y restos de productos, y con un masaje suave podrás eliminarlos.

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Además, masajear el cuero cabelludo aumenta el flujo sanguíneo a los folículos pilosos, con lo que favorece el aporte de oxígeno y nutrientes esenciales para el crecimiento del cabello y la salud del cuero cabelludo.
3. Cuidado con los largos
“¡No frotes los largos!”, aconseja Estrella. Frotar con demasiado vigor el cabello, y en especial los largos, puede romperlo, enredarlo y favorecer que el cabello se reseque y las puntas se abran. Con un ligero masaje para distribuir bien el champú por toda la melena es suficiente.
Debes tener en cuenta que el cabello rizado es naturalmente más frágil y propenso a romperse que otros tipos de cabello, en especial cuando está mojado. “Acaricia los largos con la espuma que tienes en el pelo”, concluye.
4. Enjuagar bien el cabello
“Asegúrate de enjuagar muy bien el cuero cabelludo y los largos para no dejar residuos”, recomienda la especialista en rizos. No hacerlo puede hacer que queden restos de champú, mascarilla o acondicionador que dejarán el pelo opaco, apelmazado y con un aspecto más graso que antes de lavarlo. Además, los restos de producto en ocasiones pueden confundirse con la caspa.
Este consejo vale para cualquier tipo de cabello, pero en el cabello rizado, salvo que utilices un acondicionador leave-in específico, la presencia de restos de productos hará que las raíces y los rizos se aplanen.
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