A todos nos ha ocurrido en un algún momento: sacas un jersey o una camiseta del armario o de la cómoda para vestirte por la mañana y cuando lo llevas puesto descubres un pequeño agujerito que antes no estaba. ¿Por qué salen estos agujeritos en la ropa? Son las milimétricas polillas que probablemente no las ves, pero están. Y su presencia deja huella.

¡Polillas en los armarios!

Se llaman polillas de la ropa, de armario o polillas de la lana porque estos animalitos suelen alimentarse de fibras de origen animal como seda o lana, de los restos de piel en los tejidos y también de madera.  Por ello sobreviven a sus anchas en los armarios o cajoneras.

Las polillas que se comen la ropa no son las adultas. En realidad los ejemplares que hacen estos agujeritos son las larvas (buscando alimento) y ten en cuenta que una polilla  puede llegar a poner 100 huevos así que es importante buscar un remedio rápido y eficaz cuando detectas que han pasado por allí.

Eliminar polillas: la medida número uno

Las polillas lo que hacen es depositar sus huevos entre la ropa, sobre todo cuando quedan restos de grasa, manchas, polvo e impurezas. Por ello, el primer consejo es lavar bien la ropa antes de guardarla en los armarios.

Tradicionalmente lo más usado contra las polillas ha sido la naftalina. Probablemente en casa de tu abuela o de tu madre habrás visto aquellos saquitos con unas bolas blancas de este producto que se colocan entre la ropa guardada ya sean mantas, sábanas, abrigos o jerséis de lana.  Pero la naftalina o paradiclorobenceno es un compuesto químico potencialmente tóxico, cuyo contacto por vía respiratoria y cutánea puede generar dolores de cabeza, náuseas e irritación en la piel si no se manipula con precaución.

Remedios caseros para eliminar polillas

Ahora existen diversas alternativas de remedios caseros para polillas con productos naturales que pueden ser eficaces y están libres de riesgos.

  • Saquitos de plantas aromáticas: En lugar de las bolsitas de naftalina, puedes fabricar unos pequeños saquitos de tela y ponerles un puñadito de poupurri de plantas aromáticas, ricas en esencia, que actuarán de barrera a la entrada de las polillas. Las más eficaces son la lavanda, la ajedrea, la menta, el romero y el tomillo. Para hacerlo, mezcla y trocea  las plantas que elijas hasta formar un polvillo más o menos compacto, que debes introducir en los saquitos de tela y ponerlos en el interior de los cajones o estantes de los armarios donde guardas la ropa de invierno.  Lo ideal sería cambiarlos cada dos o tres meses para que mantengan su fuerza y frescura.
  • El efecto del eucalipto y el tomillo: también es muy útil introducir entre los pliegues de la ropa hojas de laurel, ramilletes de lavanda, hojas de eucalipto, ramilletes de ajenjo o de tomillo. El problema es que cuando llega el momento de recuperar la ropa guardada deberás cepillarla bien para deshacerte de los restos de planta seca.  
  • Madera de cedro y cítricos: la madera de cedro, bien lijada, los clavos de olor e incluso la corteza de cítricos como las naranjas y limones, todos ellos muy ricos en aceite esencial, han demostrado ser eficaces para ahuyentar estos lepidópteros. Hay productos de madera de cedro pensados para esta función, en forma de pequeños discos o cuadrados antipolillas que puedes ubicar de forma estratégica en los cajones y estanterías de tu armario ropero.
  • La fuerza de la menta: colocar difusores de aceite esencial de menta, romero o tomillo en la habitación también puede tener un efecto barrera.
  • Un spray natural: cuando la ropa está afectada puedes rociarla con una mezcla de alcanfor y alcohol, o bien una mezcla de aceite esencial de menta, laurel, cedro y tomillo que puedes comprar en cualquier herbolario.

Dicho esto, para evitar la proliferación de estas larvas, recuerda que es preferible eliminar los focos de humedad en los armarios y de vez en cuando abrirlos de par en par para airear su interior o bien pasar la aspiradora por juntas y rincones. Y por sorpresa nos podemos encontrar con un aliado inesperado:  las salamanquesas que trepan por nuestras fachadas pueden atrapar un buen número de adultos de polilla y es que constituyen una parte de su dieta.