¡Feliz Día de la Mujer! Frases cortas con foto para compartir

Cada 8 de marzo se celebra el día Internacional de la Mujer. Estas frases reivindicativas de la activista feminista Brigitte Vasallo son ideales para compartir y así reivindicar los derechos de la mujer.

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Llega el Día Internacional de la Mujer y muchas personas buscan frases feministas para compartir y reivindicar los derechos de las mujeres. Desde aquí te proponemos una selección de frases de Brigitte Vasallo, una reconocida activista antirracista, feminista y LGBTI española. Sus frases y reflexiones sobre el feminismo son puras perlas y resultan ideales para reivindicar los derechos el día 8 de marzo, el día de la mujer.

Día Internacional de la Mujer: frases feministas y reivindicativas de Brigitte Vasallo

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Dia de la mujer frases. "El presente lo formamos todas. Un todas cada vez más amplio."

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"El presente lo formamos todas. Un todas cada vez más amplio."

Un año más llegamos inexorablemente al 8 de marzo, con la lengua fuera, el cuerpo magullado y las energías justitas, justitas. Pero, de nuevo, cierre de ciclo y apertura del siguiente. Ya sé que esto de cerrar y abrir parece una tontería pero ya escribí en su día a favor de los rituales así que no pidáis peras a este olmo que soy.

Cada vez me emociona más la cuestión del legado. Tal vez porque ya he aprendido que presente, pasado y futuro no son tres espacios distintos sino que son el mismo, y en momentos como el 8 de marzo aparecen claramente comprimidos en uno.

El pasado lo formamos todas con las compañeras que nos hicieron llegar hasta aquí, porque cuando las cosas vienen de cara tenemos la tentación de olvidar a las que abrieron el camino, las que picaron piedra las que se comieron todas las violencias del mundo cuando decir que eras feminista era poco menos que un agravio, las que se plantaron y dijeron “por aquí no paso” para que hoy podamos pasar nosotras.

El pasado-presente también de las compañeras que se quedaron por el camino las asesinadas, las violentadas, las traumatizadas, las heridas… por todas ellas también celebramos que estamos aquí, que seguimos aquí. Y el futuro son las que vienen y vendrán.

Hace un tiempo me contaban que Bombo Ndir, activista y pensadora barcelonesa y una de las madres del feminismo de la ciudad, por mucho que no esté lo suficientemente reconocida, reflexionaba sobre el legado que íbamos a dejar a las futuras generaciones, si iba a ser un legado de confrontaciones y rupturas o un legado de alianzas.

No sé en qué contexto lo decía, pero la idea de base me conmueve en un mundo obsesionado por los legados materiales, por los legados en forma de leyes, normativas, cifras y cosas así.

Dia de la mujer frases2. "El feminismo es una vivencia, muchas vivencias"

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"El feminismo es una vivencia, muchas vivencias"

El feminismo es una manera múltiple y poliédrica de estar en el mundo, mucho más allá de un corpus teórico, unas camisetas con consignas, y no sé cuántas pamplinas. Una manera diferente de estar en el mundo que estamos ensayando, que vamos construyendo, y que tiene que ser diferente a lo que hemos aprendido, tiene que nacer de otro tipo de dinámicas.

Nuestro legado, el legado del nosotras presente, son esas migas de pan que dan vueltas, que van en zig zag, que tantean, pero que están. Migas de pan en las formas distintas de hacer, el legado inmaterial de un presente basado en la materialidad y en la inmediatez.

Dia de la mujer frases7. "No es normal. Es violencia. Es acoso."

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"No es normal. Es violencia. Es acoso."

Hace uno tiempo, en una fiesta donde nos pusimos revival, se me ocurrió aquello de “¿recordáis este video?”. Y se jodió la fiesta. El video en cuestión es “The way you make me feel” de 1987.

Yo tenía por entonces 14 años y estaba en busca de mí misma como todo el mundo a esa edad, supongo. Y en ese video encontré mi yo. Quería ser, simultáneamente, el pibón del video y el gallito Jackson. Ambos. Así he salido, también os lo digo.

Me parecía super guay ella caminando sola por la noche con ese taconazo y ese golpe de cadera, y super guay él pegándole gritos para que le hiciese caso, llamando sus amigotes para que le cortasen el paso, con ella plantándole cara y diciéndole que no, pero seducida por su chulería, él persiguiéndola y acorralándola. Super guay, ¿verdad?

El video es una escena de acoso callejero en plena noche en una especie de descampado. Una situación que seguro os está poniendo los pelos de punta como a mí ahora que lo escribo. Sola por la calle, un grupo de tíos cerrándote el paso, tú intentando escapar.

Pues esa imagen terrorífica quedó positivada de alguna manera en mi cabeza como el no-va-más de lo romántico y no sé qué otras cosas. Cada vez que me he visto en esa situación, y me he visto unas cuantas, he vivido el terror de no saber cómo escapar pero, al mismo tiempo, me ha parecido que era normal que eso pasase.

Era normal en el fondo porque hay toda una industria musical, cinematográfica, publicitaria, literaria que dicen que eso es normal. Que les dice a los hombres que para ser el más guay del barrio tienen que hacer eso, y nos dice a las mujeres que si el tío más guay del barrio nos hace eso es porque valemos la pena. Y así nos va.

Pues no. Eso es violencia. Eso es acoso. Y eso es una mierda. Así que no aprendáis inglés. Y, si lo hacéis, revisad vuestros videos preferidos de adolescencia. Os ayudará mucho a entender por qué nos pasa lo que nos pasa.

Dia de la mujer frases4. "El patriarcado está metido en cada poro, cada célula y cada gesto que hacemos."

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"El patriarcado está metido en cada poro, cada célula y cada gesto que hacemos."

A ver, una vive en una burbuja como todas vivimos en nuestros micro mundos que nos parece que todo el mundo es así y resulta que no y te pegas unas hostias antológicas cuando sales de tu rinconcito y ves el percal. Y lo de las maletas y tal está muy bien cuando tú ya has aprendido a llevártelas sola, ya has entendido que no necesitas a un maromo para que te las lleve. Parece obvio, ¿sí? Pues no, de nuevo.

El patriarcado, como todos los sistemas estos que están tan bien aposentados hacen una cosa muy graciosa que es meternos el cuerpo una serie de creencias que no pasan por la cabeza sino por otros sitios más moleculares. Con esta cosa tan graciosa resulta que una acaba creyendo así rollo ciencia infusa que conduce peor que los hombres, que todas las maletas pesan demasiado o que si no tienes un maromo al lado a tu vida le falta nosequé muy importante.

Eso no lo crees a nivel consciente, no lo piensas sino que está ahí metido, incrustado. El malestar ese maldito, el autoboicot constante y todas los autoodios del mundo interiorizados.

La misoginia interiorizada, sin ir más lejos o la confrontación femenina esa de natural que nos hace decir a nosotras mismas que preferimos tener amigos hombres porque las mujeres no se qué. Pero a ver, Mentes, ¿cómo que la mujeres no sé qué? ¿Qué mujeres, por favor? ¿Cuáles? ¿Y qué hombres?

Todo eso es misoginia interiorizada y es la razón final por la que el patriarcado sigue ahí. Porque no está ahí, sino aquí, caladito padentro, metido en cada poro, cada célula y cada gesto que hacemos.

Por eso lo de las maletas está muy bien siempre y cuando tú sepas que puedes llevártelas perfectamente pero que no te da la gana. Eso es la libertad, tener opciones reales. Y ¿qué es una opción real?

Pues hagamos un ejercicio de sinceridad con una misma, cada cual con su ella misma, para saber si realmente sabemos bien sabido que si no hay maromo las maletas nos las llevamos nosotras y tan panchas, oiga. Que si no hay maromo no solo no pasa nada sino que incluso a veces pasan muchas cosas que jamás pasarían estando el señor de turno allá. Y cuando eso lo tenemos claro, lo hemos vivido, lo hemos interiorizado y estamos encantadas de la vida, solo entonces, podemos tomar decisiones reales sobre nuestras maletas, nuestras mochilas, nuestras compañías, nuestras parejas y nuestras formas de vida.

Así que, un pasito para atrás. Que el rollo de poder elegir no sea una mentira más que nos cuela el sistema. Y una vez que todo el proceso está hecho, entonces sí, queridad Insanas, que nos lleven las maletas que bastante tenemos nosotras con lo nuestro.

Dia de la mujer frases3. "Una de cada diez mujeres que estáis leyendo esto ha sido violada."

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"Una de cada diez mujeres que estáis leyendo esto ha sido violada."

Las formas de justicia que estamos utilizando tiene poco que ver con la reparación y la restitución y mucho con una venganza que sirve de poco. Meter a alguien en la cárcel para que “pague” su deuda con la sociedad es afirmar que violarnos tiene un precio, que matarnos tiene un precio, que se puede cuantificar en años, meses y días.

Reparar es impedir que esto vuelva a pasar. No solo meterlos en la cárcel a ellos, cosa que espero sinceramente. Sino poner las medidas para que nada de esto vuelva a sucedernos.

Un juicio de este tipo, además, va mucho más allá de la sentencia, sea cual sea.

Nos ha mandado un mensaje claro a todas: si denunciáis, os juzgaremos a vosotras.

Os pondremos detectives para ver cómo vivís, analizaremos los vídeos que ellos os han grabado para ver si gritabais o estabais disfrutando, seréis el centro del oprobio y la basura mediática durante meses.

Y juzgaremos si os estáis comportando como se tiene que comportar una mujer que ha sido violada. Porque, además, tenemos que comportarnos como quieren que lo hagamos, con la cabeza gacha y en silencio, calladas, encerradas y solas.

En la revista Mente Sana publicamos una vez un dosier sobre la cultura de la violación con artículos de Andrea Beltramo, Mamen Bueno, Gabriel Núñez Hervás y yo misma.

Andrea y yo hemos hablado mucho estos años sobre nuestra experiencia como mujeres que han vivido una violación y esa imagen de cómo tiene que ser, comportarse y sentirse una mujer que ha sufrido esa violencia nos ha condicionado de manera impactante.

Ambas nos hemos dicho muchas veces, a media voz, lo mío no fue para tanto, yo no tengo derecho a quejarme, yo al menos estoy viva, yo al menos he seguido adelante. Esa es la huella que deja en nosotras el rastro de estos mensajes sobre cómo hay que comportarse.

El libro Teoría King Kong, de Virginie Despentes, nos cambió la vida a muchas. Basta de revictimizarnos y basta de minimizar las violencias que hemos vivido.

Basta de vergüenza: la vergüenza no es nuestra.

Nuestro es el orgullo de estar ahí, de estar aquí, con la cabeza bien alta diciendo que a mí también me ha pasado y que aquí estoy para contarlo. Una de cada diez mujeres ha sido violada.

Una de cada diez mujeres que estáis leyendo esto ha sido violada. Ánimos compañeras, esto no es nuestro, no ha sido ni culpa nuestra, ni es nuestra vergüenza. Esta tarde, sea cual sea la sentencia, saldremos a las calles a decir que nuestro cuerpo nos pertenece, que nuestra sexualidad nos pertenece, que nuestra vida es para ser vivida de la manera que mejor queramos y podamos.

Y a la mujer valiente que se ha atrevido a denunciar, que ha aguantado todo este acoso, que está hoy esperando la sentencia, compañera, desde aquí muchas gracias.

No solo no estás sola, no solo te creemos, sino que gracias a ti, a tu esfuerzo, a tu valentía, a tu denuncia y tu resistencia, todas nos sentimos hoy más acompañadas.

Un abrazo para ti, para nosotras, grande, lloroso, emocionado, agradecido.

Dia de la mujer frases9. "Nuestro primer objetivo no debería ser que nos quieran, sino aprender a querernos."

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"Nuestro primer objetivo no debería ser que nos quieran, sino aprender a querernos."

Las que fuimos maltratadas queremos que nos quieran y tenemos ese rollito raro de que cuanto menos nos quiere alguien más valor le damos a conseguir precisamente el amor de esa persona que no nos quiere o que nos quiere mal. ¿Por qué hacemos esa chorrada? Pues a saber, Mentes.

Yo no soy psicóloga sino usuaria, así que os cuento lo que me pasa y así mis teorías a lo bruto, pero no me pidáis mucho más. El caso es que tenemos una tendencia, mejor o peor resuelta según el caso, de fijarnos en quién peor nos querrá, porque venimos de ahí, de juntar en un pitote fatal el amor y el desprecio hacia una misma, y el amor y la súplica de amor de nosotras hacia fuera. ¿Me explico? Que nos parece que si nos quieren es que aquello no es amor, porque estamos acostumbradas a no merecerlo. Algo así.

Total, que teniendo en cuenta que no siempre escogemos super bien a quién amar, mejor darnos un ratito de margen para comprobar qué tal. Mejor respirar hondo, protegerse un ratito y luego ya, si eso, ir enseñando el mapa emocional.

Esto me lo explicó mi querido Miguel Vagalume, que tiene hasta web pero a mí me lo hace gratis porque es mi amigo de llorar y mi asistencia en carretera en cosas amorosas. Cada vez que pincho una rueda llamo a Miguel y lloriqueo y él me escucha y me cuenta cosas que me hacen bien.

Pues Miguel siempre me dice: no seas bruta, Vasallo, no enseñes tan pronto el mapa, que le estás dando todas las pistas a la otra Mente para maltratarte si resulta que es una chunga. Y, si no lo es, pues ya tiempo habrá de enseñarlo y compartirlo.

Total, que como tenemos esa cosa desesperada de que nos quieran ya estamos pidiendo perdón antes de empezar, ya estamos enseñando el mapa para que sepan que no somos así sino que estamos accidentadas, como esos perrillos que se ponen panza arriba a la primera de cambio.

Y no, tampoco hace tanto. Porque igual nuestro primer objetivo no debería ser tanto que nos quieran, sino aprender de una vez a querernos.

Dia de la mujer frases5. "No te dejes hacer lo que no permitirías que le hiciesen a alguien a quien quieres"

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"No te dejes hacer lo que no permitirías que le hiciesen a alguien a quien quieres."

Repaso las conversaciones salvadoras que he tenido en los últimos meses, y una de ellas fue con mi querida B, que no voy a poner el nombre completo que luego todo son cotilleos y eso ya no. Total, que hace unos días estaba contándole no sé qué movidas mías y ella me iba mirando con los ojos cada vez más abiertos y la boca cada vez más torcida y cada vez bebiendo más rápido que así acabó la noche, para qué os voy a engañar.

Porque, ahora lo veo, le andaba contando cosas bastante cutres que me habían pasado últimamente y que yo había acatado así como acata alguien que se merece que le pasen cosas cutres, ¿sabéis lo que digo? Como si fuese normal, como si la vida fuese así y no la he inventado yo.

Pero no. Cuando recuperó consciencia de sí, B me dijo, así bastante seria:

"A ver maja, volvamos a empezar. Imagina que soy yo la que te estoy contando a ti todo esto, ¿tú qué me dirías?"

Y entonces lo entendí.

Porque Cuando las cosas esas del sentirte bien te hablan de quererte a ti misma y tal, a mí me entra la pereza y me echo a dormir una siesta. Porque el mundo me parece que está lleno de gente que se quiere demasiado, la verdad, y así anda todo lleno de racistas, machistas, violadores, starlettes de andar por casa y no sé cuántas cosas postmodernas más.

Pero no. El tema no es ese. El tema, ahí vi la luz, es: no te dejes hacer lo que no permitirías que le hiciesen a alguien a quien quieres. Pim pam.

Ya no aquello de no hacer lo que no quieres que te hagan y todo eso, que no está mal tampoco. Pero en temas de autocuidado, la vara de medir debería estar en eso: no te dejes hacer lo que no aceptarías para tus amigas, para tus amoras, para tu gente. Pues para ti tampoco, Insana, que ya está bien de autocastigos.

Y entonces me puse a pensar en la autoexigencia y la autoestima, porque yo pensaba que la autoestima es gustarse y esas cosas, que yo las tengo bastante bien, gracias. Pero no, no va de gustarse, va de otra cosa. Va de ver cuándo la autoexigencia es una forma de autodesprecio, de autoodio, cuándo la cantidad de broncas que te pegas a ti misma esta inmensamente desproporcionada con las veces que te das las gracias, va de someterte a estricta vigilancia constante, de ser un auténtico peñazo para ti misma. Todo eso que, si se lo hiciésemos a otra persona, merecería una denuncia.

Creo que eso es lo que he entendido esta vez, en este pozo. Que la autoestima no va de arrogancia, sino de tratarse bien, de acompañarse en el camino, de estar a gusto, de hacerse amiga de una misma.

Dia de la mujer frases6. "No me voy a seguir pensando como víctima y culpándome, además, por victimizarme."

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"No me voy a seguir pensando como víctima y culpándome, además, por victimizarme."

He tardado muchas décadas, muchas lágrimas, muchas ostias, muchas violencias, mucha terapia y mucha amistad recogiéndome una y otra vez pero, por fin, he visto una lucecita allá al fondo.

Yo viví violencia en la infancia. Eso fue así. Una de las cosas que pasan con la violencia es que, en cuanto la nombras, te saltan todas las alarmas y esa sensación de estar falseando la cosa, de que no fue para tanto, de que lo tuyo tampoco fue tan grave.

Y como andamos todo el mundo en esas, pues nos faltan historias compartidas para darnos cuenta de que todas y todos los que vivimos violencias en la infancia pensamos que lo nuestro no fue para tanto.

Que eso forma parte del proceso.

Pues mirad, no sé si fue para tanto o para tan poco, pero crecí en estado de miedo perpetuo y en varias ocasiones, ya de bastante adulta, sentí mi vida en riesgo. Y eso no me parece que tenga que ser lo que pasa en una familia, la verdad.

Total, que he leído un montón de cosas sobre las consecuencias de haber vivido estas situaciones y me he dado cuenta de que hay algo en el relato que nos falta. Y son nuestras historias.

Porque todo apunta a que haber vivido esto nos deja secuelas de por vida, y te acabas convenciendo de que eres una secuela con patas, una persona con una tara, con un vacío que tienes que llenar pero que nunca llenarás porque eso ya pasó y ya me dirás cómo vuelves atrás para llenarlo.

Y me he dado cuenta, o me estoy dando cuenta ahora, a mis 45 años, de que esas narrativas no me han hecho del todo bien, porque han ido reafirmando la idea de una huella de la violencia perpetua, de que ese agujero, ese vacío es real.

Y no lo es.

Aquí me planto. Aquello ya pasó, ya fue. Aquello fue una experiencia vivida que tenemos que situar en su lugar en el tiempo y el espacio, una experiencia que hemos vivido para contarla, que tenemos que estar orgullosas de haberla sobrevivido y estar aquí, de pie. Que ese agujero es un vacío fantasma, que no existe, que no es real.

Que la violencia misma nos ha hecho creer que el agujero existe y no paramos de darle bola. Basta. Hay que devolverle el agujero a quien lo creó y decirle que no es nuestro, que no es mío.

Que crecí falta de amor, o con un amor violento, que he aprendido un montón de aquella experiencia, que la voy a explicar todas las veces que haga falta porque no me avergüenzo ya más, que cada cual cargue con su fardo, y ese fardo no es mío.

Que no estoy tarada, que no estoy vacía.

Que no me falta nada, que no hay nada que llenar, que no me voy a seguir pensando como víctima y culpándome, además, por victimizarme, que no voy a seguir ponderando si fue para tanto o para tan poco. Que ya fue.

Aún estoy entendiendo todo el proceso y me falta la perspectiva del cierre. Pero ahora mismo estoy aquí, en un lugar que ni había sospechado que existiese.

Y estoy aquí no solo por mí, sino por las amigas con las que hemos compartido historias, porque nos hemos contado, hemos hablado, nos hemos llorado juntas y nos hemos reconocido.

La maravilla de ponernos de pie, a tientas, sí, dubitativas, sí, pero estar ahí y acabar de completar nuestras hist

Dia de la mujer frases8. "Lo de las mujeres y el vello corporal es un negocio. El negocio de la producción de feminidad."

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"Lo de las mujeres y el vello corporal es un negocio. El negocio de la producción de feminidad."

Como parece ser que hablar de depilación es un tema de alto riesgo, que levanta unas sorprendentes ampollas y malestares, vamos a hablar más de ello. Especialmente ahora, cuando no puedes ni comerte una paella en un chirinquito cualquiera sin que la tele te bombardee con mensajes negativos sobre esos pelos que ¡maldita! permites que te salgan en las piernas para agravio de todo el entorno.

Pero… si solo son unos pelos… dices mientras tratas de concentrarte en el arroz. No, queridas Mentes, no son solo pelos: son el mayor negocio del mundo. El negocio de la producción de feminidad.

El negocio de producir feminidad. Empezamos por el deseo, si queréis. Eso de que con pelos no gustas es un invento. A mucha gente le gustan las mujeres peludas, pero como no las hay, no hay ocasión de demostrarlo.

Además, la cosa se convierte en una especie de perversión, como si te diese morbo el Monstruo del Lago Ness o algo así, una idea que esconder en entre fantasías más infames que guardas en el fondo de tu imaginario porno.

Seguimos por la normalidad. Como ninguna mujer muestra su vello corporal, parece que tenerlo sea algo totalmente anormal. Dos amigas mías, Mar y Marta, decidieron un día dejar de depilarse la cara. Y ¡sorpresa! les creció una barba.

La verdad, todas nos quedamos de piedra. ¡Tenéis barba! Pero entonces empezamos a repasar nuestros hábitos, y entendimos que la mayoría de nosotras tiene barba o bigote, pero desde adolescentes hemos estado retirando urgentemente cualquier vello que aparezca en el rostro como si fuese algo tan maligno que no se puede ni ver crecer un rato.

Desde que van por la vida barbudas reciben todo tipo de violencias, de las que ya os hablaré en un post futuro, porque merecen todo el espacio. Lo que queda claro es que la barba de las mujeres es una cuestión de orden público, y así se lo hacen saber constantemente en el metro, en la calle, en el trabajo. Su barba pertenece a todo el mundo, y todo el mundo tiene derecho a opinar. Y a insultar, claro está.

La higiene también es un argumento interesante. Que una mujer tenga vello corporal es sucio. ¿Qué hay de sucio en ello, exactamente? Si el pelo en la cabeza no es sucio (cuando lo llevas limpio) por qué debería serlo el pelo en las piernas? ¿El pelo de los hombres es sucio?

En resumen: que el tema es estético (y económico). Pero, a lo que vamos, es a que la estética debería ser una opción, pues bastante complicada ya es la vida como para que la estética sea una obligación tan sumamente obligatoria también.

Y veo anuncios donde chicas comentan con sus amigas que no pueden salir de fiesta porque no van depiladas. Y veo a mis amigas sacar tiempo de donde no lo tienen para correr a depilarse antes de ponerse un pantalón corto, o ante la posibilidad de ir a la piscina el fin de semana. Porque si no se depilan, no podrán ir.

¿Realmente tiene sentido todo esto? ¿Hay la posibilidad de decirnos que, aún sin ir depiladas, lo prioritario es salir, es ir a la piscina, es ponerse ropa fresca?

Igual hay que permitírselo por una vez, y ver que no pasa nada. Que igual nos miran un poco mal, pero que vale la pena aguantar esas miradas hostiles a cambio de un día al fresco con el cuerpo que tenemos, moleste a quien moleste.

Dia de la mujer frases10. "Creemos ser álamos cuando en realidad somos una red inmensa de raíces"

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"Creemos ser álamos cuando en realidad somos una red inmensa de raíces"

Si estamos condenadas a vivir juntas…y lo estamos, no nos engañemos, que hasta la cantante rubia de ABBA necesitó de las demás para hacerse el pastizal que le permitió irse después a vivir al monte como una reina, si estamos condenadas a vivir juntas, digo, porque somos animales sociales e interrelacionados, ¿qué nos pasa?

Hay una bióloga de la que estoy muy enamorada aunque se me murió hace unos años y lo nuestro ya nunca podrá ser, al menos en este plano, que se llama Lynn Margulis y tiene unos libros maravillosos. Y en uno de ellos habla de los bosques de álamos. Si miras el bosque te puede parecer un conjunto de árboles, una suma de árboles, pero por debajo del suelo, cuenta ella, los álamos son una sola raíz que se extiende quilómetros y quilómetros.

Ese es el tema del infierno: que creemos ser álamos cuando en realidad somos una red inmensa de raíces, nos guste o no. Y que todo lo que hacemos tiene repercusiones mucho más allá de la superficie, y todo va, y todo vuelve. Y por eso hacemos infierno, porque lo somos.

La solución, como siempre, parece fácil y tal vez lo es. Dejar de ser infierno para dejar de hacer infierno.

Eso, o irnos a vivir al campo todas aisladas. Y dicho esto, no sé si me está quedando un texto deprimente pero, queridas Insanas, el final del verano siempre fue un poco así.

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