La  lista de propósitos cuando cambiamos de año o, por ejemplo, se acerca el verano y queremos ponernos en forma suele ser muy parecida en cada uno de nosotros, como hacer ejercicio y comer sano. Al fin y al cabo, todos queremos estar bien y priorizar nuestra salud suele ser una de las primeras frases en la "lista de deseos" que en todos hacemos a principio de año, aunque sea mentalmente.

 De todas formas, el mejor de los propósitos es aprender a entrenar la fuerza de voluntad, un músculo que nos abandona a la segunda semana de ir al gimnasio o que se vuelve flácido cuando nos ponen delante un cruasán de chocolate.

Aprender a meditardebería ser el propósito prioritario de todos nosotros para este nuevo año, porque a través de la meditación crearemos la fuerza mental necesaria para ir consiguiendo todos los demás objetivos.

¿Tienes bastante fuerza de voluntad?

Sentimos que nos falla cuando no logramos mantenernos firmes en un propósito, cualquiera a corto o largo plazo que nos hemos fijado y que más tarde, al hacer balance, vemos que no se ha cumplido y lo achacamos sin dudar a "tener poca voluntad".

Las intenciones, la constancia y el éxito serían las 3 palabras que podrían definir el concepto de fuerza de voluntad. Lo podemos equiparar al autocontrol, es decir, fijarnos un propósito y mantenernos estables en lo que pensamos y lo que hacemos hasta su consecución.

Motivación, esfuerzo, capacidad de adaptación y de resolución de problemas serían conceptos relacionados con la fuerza de voluntad y su grado depende de cada personalidad, de cada carácter.

La buena noticia es que pueden entrenarse ya que la motivación es una conducta aprendida y como tal se puede trabajar. La meditación es una buena práctica para este propósito.

GRANDES LOGROS EN POCOS MInUTOS

Te propongo un aprendizaje suave y paulatino, así te animo a que empieces a meditar. ¡Verás qué fácil! Vamos a imaginar que nuestro objetivo es meditar cada día durante siete minutos. Es el tiempo suficiente para que sientas los beneficios de la meditación en el cuerpo y en la mente y ya verás que no te va a resultar un esfuerzo de tiempo descomunal: puedes aprovechar el trayecto en metro, un momento después de comer, la pausa del café… Como decía Gandhi, «hoy tengo tantas cosas que hacer que debo meditar dos horas en lugar de una».

EL PASO A PASO PARA GANAR FUERZA DE VOLUnTAD

Para que sea progresivo el truco es sencillo. Cada semana vamos a aumentar el tiempo de meditación treinta segundos.

  • Para empezar, la primera semana te pondrás con los ojos cerrados conectando con la respiración y el cuerpo durante treinta segundos; la segunda semana vas a hacerlo un minuto; la tercera un minuto y medio y así gradualmente hasta llegar a los siete.
  • Yo creo que es mejor que no uses meditaciones guiadas, intenta entrenarte para escuchar únicamente tu mente y ser consciente de todo lo que te visita durante ese corto periodo de tiempo. Si no quieres abandonar las meditaciones guiadas, puedes alternarlas con este ejercicio, pero procura que que sean actividades separadas. 
  • La clave es que el compromiso sea diario, porque cuando hayas alcanzado el reto verás que todos los demás propósitos te resultan pan comido. Entrena primero la mente y después podrás con todo lo demás de forma mucho más fácil.

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