Ginkgo biloba

Existen numerosos estudios científicos sobre las propiedades del ginkgo, una planta muy utilizada para tratar trastornos asociados al envejecimiento.

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El ginkgo (Ginkgo biloba) es un árbol venerado desde tiempos remotos en China y Japónpor su portentosa longevidad, pues es la especie viva de árbol más antigua que se conoce, pero también por sus múltiples propiedades terapéuticas. Estas propiedades lo han convertido en un gran remedio natural para tratar la insuficiencia circulatoria cerebral, la pérdida de memoria y la demencia vascular, entre otras aplicaciones.

El ginkgo es un árbol de porte majestuoso, de hasta 30 metros de alto, del que destacan sus características hojas en forma de abanico, partidas en dos lóbulos, de ahí su nombre específico de "biloba". En el otoño estas hojas adquieren una bellísima coloración amarillo dorada. Es originario del este de China, Corea y Japón, pero se ha plantado extensamente en parques, jardines e incluso en calles y avenidas en muchos países del mundo, incluida España.

Las hojas del ginkgo se cosechan poco tiempo antes de su caída otoñal, pues en ese momento su contenido en sustancias activas alcanza su mayor grado. Estas hojas se pueden emplear recién cosechadas o bien desecadas. Y las sustancias activas se aíslan mediante disolventes como la acetona o el alcohol, a fin de que el organismo pueda asimilarlas con mayor facilidad.

Propiedades del ginkgo biloba

El ginkgo es la planta medicinal china más conocida y consumida en Occidente. A ello contribuyeron las investigaciones que científicos como el Dr. Schwabe realizarona mediados de los años sesenta del pasado siglo, que mostraron la posible eficacia del extracto de sus hojas en el tratamiento de la insuficiencia cerebral.

Pero su verdadero descubridor para Europa fue el físico y botánico alemán Engelbert Kaempfer, que vivió en Japón una temporada y vio un ginkgo por primera vez en Nagasaki en 1691, desde donde se llevó las primeras semillas al jardín botánico de Utrecht, en Holanda.

El ginkgo contiene biflavonas derivadas del apigenol como bilobetina, ginkgetol e isoginkgetol, compuestos flavónicos (rutósido, quercetol, kenferol), lactonas terpénicas (ginkgolidos, bilobálidos), fitosteroles, ácido cumárico, entre otros principios activos estudiados.

Se le atribuyen propiedades como eficaz neuroprotector, vasodilatador periférico, protector capilar, venotónico, antiagregante plaquetario, antimigrañoso y diurético.

Para qué sirve el ginkgo biloba

Las principales indicaciones del ginkgo, sobre las que existe al menos cierto acuerdo entre los partidarios de la fitoterapia e investigadores adscritos a laboratorios farmacéuticos y universidades, como la clínica Mayo, son:

  • La claudicación intermitente, que se produce como consecuencia de una mala irrigación y por la obstrucción de las arterias, y que se manifiesta en las piernas y en los brazos como un dolor agudo, con calambres. Se puede aliviar con ejercicio físico, pero el ginkgo ofrece buenos resultados como terapia de apoyo. Estudios recientes a doble ciego (Nicolaï et al, 2013) han demostrado que pacientes tratados con ginkgo pueden ser capaces de caminar más y mejor que los tratados con placebo. Se toma en extracto líquido, por vía oral, en dosis de 120 mg en tratamientos de unos cuatro meses como máximo, con pausas intermedias de un mes.
  • Problemas de circulación venosa, como varices y hemorroides, en ataques no agudos, así como para tratar los hormigueos y la pesadez de piernas y pies. Tonifica las venas y favorece el retorno sanguíneo. Se aplica en forma de baños de asiento, y en infusiones por vía oral, asociado a otras plantas, como la vid roja, el meliloto y el rusco.
  • Prevención de trombos, infartos, embolias o edemas, así como daños en los tejidos, favorecidos por una falta de oxigenación celular. Se administra en extracto líquido y seco, hasta 1 g diario, en tratamientos de hasta 12 semanas.
  • Estudios recientes (Yuan Q. et al 2017), en hasta 60 ensayos a doble ciego, demostraron que la toma de extracto de ginkgo en dosis de 200 mg durante unos 5 meses para tratar la demencia senil: se mejoró sustancialmente el rendimiento cognitivo y la capacidad para el desarrollo de las actividades diarias del paciente. Se ha ensayado también para el tratamiento de la enfermedad de Azheimer, en sus estadios iniciales, pero no existe evidencia científica firme de su eficacia y faltan más estudios que lo avalen (Yang G. et al, 2016).
  • Pérdida de memoria en personas maduras y de edad avanzada. Se puede tomar en cápsulas, extracto o infusión. Favorece la irrigación sanguínea en el cerebro y ayuda a despejar la mente. Se debe tomar en ayunas, preferentemente por la mañana. Pero existe una abierta controversia sobre su eficacia al respecto.
  • Mejora de la función cognitiva para personas de todas las edades. Ciertos ensayos han mostrado resultados favorables en la mejora de la capacidad de atención y velocidad de respuesta, así como en la facultad para retener la información, en personas jóvenes y maduras, con dosis que van de los 120 a 360 mg de extracto. Pero, una vez más, se requieren nuevas investigaciones clínicas.
  • Alteraciones por mala irrigación sanguínea de los órganos, que se manifiesta con la aparición de vértigos, cefaleas, tinnitus o zumbido de oído (Kramer F. et al, 2018) y sordera, sobre todo en personas de edad avanzada. Se aplica en extracto líquido, en dosis de entre 50 y 120 mg.
  • Otras indicaciones, como enfermedad de Raynaud, retinopatías en pacientes diabéticos, esclerosis múltiple, fibrosis pulmonar intersticial, apoplejía, vitíligo, reducción de los efectos de la quimioterapia y aumento del deseo sexual, no cuentan con estudios concluyentes y algunos de los que se han acometido han mostrado resultados contradictorios.

Beneficios para el riego sanguíneo del cerebro

Los trastornos cerebrales a causa de un riego sanguíneo deficiente por falta de oxígeno y de otros elementos nutritivos pueden tener como consecuencia diversos síntomas que se asocian al envejecimiento, como confusión, desorientación, problemas de concentración, pérdida de memoria, vértigos, cefaleas y estados depresivos.

Los extractos de ginkgo se considera que mejoran el flujo sanguíneo a nivel cerebral, favorecen el aprovechamiento de glucosa por parte del cerebro, estimulan las células nerviosas y fluidifican la sangre.

Por ello se están indicando en el tratamiento de diversas dolencias degenerativas como demencias senil y vascular.

El ginkgo en la medicina tradicional china

En la medicina tradicional china se utilizan tanto las hojas como las semillas del ginkgo. Estos son sus principales usos:

  • Hojas del ginkgo: Se han utilizado para aliviar trastornos de circulación, inflamaciones reumáticas y problemas de la piel.
  • Semillas de ginkgo: Se han utilizado para combatir las mucosidades en ataques asmáticos y bronquitis, como antialérgico, para tratar la incontinencia, la enuresis infantil, la inflamación de vejiga, la candidiasis vaginal, como tónico renal –de tipo yang– y revulsivo sexual. Ahora bien, dada la toxicidad de las semillas, las dosis no deben sobrepasar los 6 o 10 gramos y se toman desprovistas de su parte externa.

Otros beneficios del ginkgo biloba que estudia la ciencia

También se está ensayando la idoneidad de los extractos de ginkgo para el tratamiento de:

  • El mal de altura, que padecen a altitudes superiores a los 2.500 metros muchos alpinistas y excursionistas, y que se manifiesta con agudos dolores de cabeza, mareos, inestabilidad, etc. Se toma en cápsulas o extracto fluido.
  • La pérdida de memoria en pacientes con síndrome de Down. Se han hecho ensayos en laboratorio, pero aún queda mucho camino por recorrer.
  • Apoyo en el cáncer gástrico. Se ha ensayado el extracto del exocarpo de la semilla del ginkgo para detener tumores malignos del tracto superior del aparato digestivo. Sin embargo se precisan más estudios y en mayor profundidad.
  • Apoyo en el glaucoma. El ginkgo puede favorecer el flujo sanguíneo hacia el nervio óptico y disminuir de forma indirecta la presión interocular, pero esto todavía es otra hipótesis sin confirmar (Kang MJ et al, 2018).

Contraindicaciones del ginkgo biloba

El ginkgo no es una planta peligrosa, pero dados sus efectos tampoco se recomienda la automedicación. Es preferible contar con un asesoramiento médico adecuado y leer bien las etiquetas.

En general, los preparados con ginkgo están contraindicados para quienes puedan presentar alergia a alguno de sus compuestos. Asimismo, es preferible no tomar las semillas, por ser potencialmente tóxicas.

Y se desaconsejan a:

  • Niños menores de cinco años, por precaución mínima.
  • Pacientes que toman fármacos antidepresivos, como los IMAO.
  • Personas que hayan padecido convulsiones en el pasado.
  • Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
  • Pacientes con riesgo de sangrados frecuentes o que tomen fármacos que fluidifican la sangre. Como puede interaccionar con la warfarina o la aspirina y otros anticoagulantes y fluidificadores, conviene consultar con el médico.

Cómo se toma el ginkgo biloba

Las hojas del ginkgo, que encontraremos en cualquier buen herbolario, se prestan bien a ser utilizadas en remedios caseros, aunque podemos encontrarlo en otras presentaciones que también resultan muy útiles para usar con fines medicinales.

Las presentaciones más comunes son:

  • Planta seca para infusión simple (solo infusión de ginkgo biloba) o combinada (infusión de ginkgo biloba con otras plantas). Se toma una cucharada de postre por taza, dos o tres tazas al día, en ayunas.
  • Extracto líquido de gingkgo biloba en frascos. Se prescriben entre 20 y 30 gotas diarias, según la dolencia.
  • Ginkgo biloba en cápsulas y comprimidos, en cajetillas o frascos de cristal, con 60 o 90 unidades, en combinación a veces con ciprés, hamamelis, etc. Se toman de 2 a 3 diarias.
  • Gel antivaricoso con ginkgo biloba para uso externo.
  • Jugo de planta fresca, 1 cucharada sopera, 3 veces al día.

¿Cuánto tiempo se puede tomar ginkgo biloba?

Conviene intercalar periodos de descanso y los tratamientos no deben sobrepasar las doce semanas seguidas.

Remedios de herbolario con ginkgo biloba

Es bueno contar con el asesoramiento de un herbolario de confianza a la hora de utilizar el ginkgo en sus diferentes presentaciones. Estas son cuatro de las fórmulas magistrales más comunes que incluyen sus hojas:

Pesadez de pies y piernas por problemas de mala circulación

Se combinan a partes iguales hojas de ginkgo, hamamelis, meliloto y vid roja en la proporción de tres cucharadas soperas de la mezcla por litro de agua. Hervimos dos minutos, dejamos reposar 5 más y vertemos la infusión en un balde para descansar los pies y las piernas en agua entre 15 y 20 minutos, hasta que pierda el calor. Se repite la operación por la noche.

Varices, hemorroides y calambres por trastornos de insuficiencia venosa

Combinamos a partes iguales ginkgo, hamamelis, ciprés y rusco. Dos cucharadas de la mezcla por medio litro de agua. Infundir 10 minutos y colar. Se deben tomar 2 o 3 tazas al día, edulcoradas con miel de romero, antes de las comidas.

Gotas vasodilatadoras, para aliviar la claudicación intermitente y la debilidad muscular

En cantidades de 40 ml, extractos líquidos de ginkgo, ajo y espino albar, hasta 50 gotas en tres dosis diarias, con zumo de frutas o agua. Esta fórmula se indica también en caso de insuficiencia cerebral y en la prevención de cardiopatías y edemas.

Tisana para la memoria y la concentración

Se combinan a partes iguales hojas de ginkgo, romero, eleuterococo y centella asiática. Hervir 2 minutos, dejar que repose otros diez, colar y tomar, en ayunas, 1-2 veces al día, en periodos vulnerables de estrés o confusión. Se puede optar por tomarlo en forma de extracto fluido.

Curiosidades sobre el ginkgo biloba, un árbol sagrado

Se cree que el ginkgo biloba pudo existir ya en el Carbonífero, unos 350 millones de años atrás, y que durante el jurásico pudo extenderse ampliamente por Asia, Europa y América. Debió superar el azote de diversas extinciones masivas, incluida la que acabaría con los dinosaurios, al final del Cretáceo, pero desapareció de Europa hace unos tres millones de años.

De la vasta familia de las ginkgoáceas, que en épocas antiguas pudo ser dominante y de cuya existencia sólo sabemos a partir de restos fósiles de más de 250 millones de años de antigüedad, sólo el Ginkgo biloba ha perdurado hasta nuestros días.

Este poderoso superviviente encontró refugio en algunas áreas boscosas y pantanosas del este de China y Corea, donde se conservan ejemplares que pueden tener más de mil años.

En la tradición budista, el ginkgo es un árbol sagrado y, por ello, se ha plantado en los jardines de los templos y junto a las pagodas, como reconocimiento a su gran capacidad para crecer en las condiciones más adversas. Conocido es el caso de un ejemplar que consiguió rebrotar un año después del horror de la bomba atómica en Hiroshima, cuando a su derredor todo era muerte y desolación.

Esta capacidad de adaptación del ginkgo y su asombrosa longevidad han hecho de él un elemento insustituible de la tradición medicinal china que, según ciertos indicios, lo ha venido utilizando desde hace unos dos milenios.

Hoy día, el ginkgo nos muestra su prodigiosa resistencia al adaptarse al clima contaminado de algunas de las mayores metrópolis del mundo, como Nueva York y Londres, y puede verse también en las calles y plazas de otras muchas como Lisboa y Madrid.

 

 

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