Características del ciprés
El ciprés (Cupressus sempervirens) es una conífera de hasta 30 metros de alto, con la copa estrecha y alargada, por la peculiar posición de su ramaje, pegado al tronco.
Las hojas son diminutas y escamosas.
Las nueces del ciprés son falsos frutos o gálbulos (el ciprés es una planta gimnosperma): conos de forma oval, los masculinos, y esférica los femeninos; de color verde primero, y pardos al madurar.
El ciprés es originario del Mediterráneo Oriental (Grecia y Turquía) y Oriente Medio, pero su cultivo se ha extendido por toda la cuenca mediterránea y el centro de Europa.
Ciprés: el árbol del cementerio
En Europa es un árbol de potente significado: el ciprés es un símbolo de duelo, pero también de inmortalidad, por la persistencia de su denso follaje, y de resurrección, por su capacidad para rebrotar tras las heladas invernales.
A primeros de noviembre es tradición, por la festividad de Todos los Santos, acudir a los cementerios para recordar a los difuntos. Y en ese escenario de duelo y recogimiento, no puede faltar la silueta esbelta y alargada del ciprés.
Propiedades y usos medicinales del ciprés
La parte utilizada con fines medicinales son los gálbulos maduros y en menor medida, los brotes tiernos y las hojas. Contienen un aceite esencial con cedrol, canfeno y alfa-pineno, así como flavonoides y taninos.
El ciprés destaca por su acción astringente, hemostática y como tónico venoso.
- Se recomienda especialmente para los trastornos relacionados con la mala circulación sanguínea, como varices, flebitis y hemorroides.
- Los gálbulos (falsos frutos) y las gotas en extracto fluido de ciprés son las presentaciones más utilizadas para mejorar el control de la vejiga urinaria y la incontinencia.
- El ciprés, en uso tópico, se indica también en heridas varicosas, herpes y verrugas, por su acción antiviral y antiséptica.
- La esencia de ciprés es muy estimada en aromaterapia, por sus propiedades venotónicas, antirreumáticas, antiespasmódicas y diuréticas. Se necesitan de 3 a 6 gotas, mezcladas con aceites vegetales, y se aplican en masaje suave sobre las áreas afectadas o bien en baños locales.
Remedios naturales con ciprés
Infusión con ciprés y ginkgo biloba para la circulación
Una fórmula excelente es la que asocia al ciprés con hamamelis, rusco y ginkgo.
Cómo prepararla: Se necesita una cucharada sopera rasa de la mezcla por vaso de agua. Se hierve 2 minutos, se deja 10 en reposo y se cuela. Se toman dos tazas al día, tras las comidas principales.
Infusión para la incontinencia
La infusión simple de gálbulos de ciprés es muy útil para tratar los problemas de control de la vejiga.
Cómo prepararla: Se precisa una cucharada sopera rasa de ciprés por cada taza de agua, se hierve 2 minutos y se deja reposar 10 más. Se han de tomar dos vasos al día, tras las comidas.
También se recomiendan para la incontinencia urinaria las gotas de extracto fluido de ciprés, de las que bastarán 50 al día, en tres tomas.
Infusión para aliviar las varices
Para varices inflamadas se prepara una infusión con una cucharada de ciprés, otra de castaño de indias y una tercera de hamamelis, por medio litro de agua.
Cómo prepararla: Se hierve 5 minutos, se deja reposar y, tras filtrarlo, se empapan unas compresas y se aplican tibias sobre el área afectada, dos o tres veces al día.
Como alivio para las hemorroides
Resultan eficaces los baños de asiento con ciprés, hamamelis y malva. Se necesitan dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por 2 litros de agua.
Cómo prepararlo: Se hierve la mezcla 5 minutos, se deja reposar y se cuela. Se debe permanecer sentado hasta que la infusión se haya enfriado o un poco más.
Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»