La onagra: la "planta de la mujer"
La onagra (Oenothera biennis L.) es una planta robusta, de hojas numerosas, lanceoladas, recubiertas de pilosidad y grandes y llamativas flores amarillas, que tienden a abrirse al atardecer. Por ello en inglés se la conoce como evening primrose ("primavera de noche").
El nombre de prímula, con el que a veces se la denomina como traducción directa, puede llevar a confundirla con la verdadera prímula o primavera (Primula veris).
Originaria del este de Estados Unidos, hoy crece en buena parte de Europa, incluidas Cataluña y Cantabria.
El aceite de onagra, obtenido por presión en frío de las semillas de la onagra, no puede faltar hoy día en ningún herbolario por sus amplias posibilidades terapéuticas.
De este aceite se han demostrado numerosos atributos medicinales, en especial, para el cuidado de la piel y como apoyo en la salud de la mujer: como regulador hormonal, mejora los problemas asociados a la menstruación o la menopausia.
Las virtudes terapéuticas que se atribuyen al aceite de onagra son numerosas, pero no todas gozan aún de consenso científico. Se precisarán mayores estudios clínicos para acabar de confirmar o descartar su utilidad.
Propiedades medicinales de la onagra
Las semillas de onagra son muy ricas en ácidos grasos poliinsaturados omega-6, como el ácido oleico y palmítico; aunque destacan sobre todo el ácido linoleico (72%) y el gamma-linolénico (11%), precursores de las prostaglandinas E1.
Estas sustancias intervienen en muchos procesos metabólicos y fisiológicos. La carencia de este tipo de grasas puede conllevar la aparición de anomalías orgánicas, como trastornos circulatorios o alteraciones nerviosas y dermatológicas.
El principio activo del aceite de onagra es el AGL, que permite al organismo sintetizar prostaglandinas antiinflamatorias. De este modo, puede reducir la inflamacion y el dolor de la artritis reumatoide, y la hinchazón que causa el dolor y el malestar del síndrome premenstrual. De ahí su importancia: actúan como equilibradores del sistema inmunitario, regeneradores celulares, estimuladores del riego sanguíneo y reguladores hormonales.
Para qué sirve la onagra
Los principales usos del aceite de onagra son:
- Como regulador hormonal, porque ayuda a paliar los efectos que se desencadenan por un desequilibrio entre los estrógenos y la progesterona.
- Para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual, como calambres musculares, hipersensibilidad en los pechos y dolor de cabeza, así como para restablecer la normalidad del ciclo menstrual.
- Para mejorar los trastornos que acompañan a la menopausia, como los sofocos, la sequedad vaginal y epidérmica, las molestias musculares, la irritabilidad, el insomnio y la falta de energía.
- Por su efecto vasodilatador, en la prevención de embolias y arteriosclerosis, y se indica en personas con alto riesgo cardiovascular.
- Ayudar a mantener a raya el colesterol y la tensión arterial, siempre en combinación con la dieta y en casos de hiperlipidemias leves o moderadas.
- En caso de artritis reumatoide, ya que se le atribuye también una potente acción antiinflamatoria y antirreumática, como tratamiento de refuerzo.
- Como apoyo en enfermedades degenerativas como Parkinson y esclerosis múltiple, ya que mejora la comunicación entre las neuronas y regula la liberación de neurotransmisores en el cerebro.
- Como recurso para aumentar las defensas autoinmunes y reducir la incidencia de alergias como la polinosis. Se ha demostrado muy útil para combatir los síntomas como el picor persistente, la presencia de granos, las erupciones por urticarias, la irritación ocular y la sequedad en el lagrimal. Además puede ser un apoyo para las personas que sufren asma.
- Aplicado externamente, se revela como un excelente aliado de la piel y el cabello. Sus propiedades emolientes y dermoprotectoras lo hacen un efectivo reparador cutáneo para tratar impurezas de la piel como el eccema atópico, las arrugas, la sequedad de piel, como un preventivo del envejecimiento cutáneo, para el acné juvenil, los granos, la dermatitis seborreica, los eritemas o el enrojecimiento de la piel y la fragilidad de uñas y cabellos, así como para combatir la caspa. Se aplica el aceite o la emulsión por vía tópica sobre la zona afectada o en fricción como si fuera una loción, pero también las perlas de aceite por vía interna.
Cómo se toma y en qué dosis
El aceite de onagra es muy sensible a la oxidación, por ello se suele asociar a la vitamina E, que ayuda a frenar ese proceso y aporta un efecto antioxidante.
- Se encuentra principalmente en frascos de perlas de gelatina, de las que se deben tomar entre 3 y 6 diarias (4-8 gramos), según la dolencia. La dosificación y frecuencia debe ser determinada por el médico o especialista en nutrición.
- En problemas dermatológicos, ginecológicos, reumatismos, tensión alta y colesterol, se recomiendan 3 perlas al día.
- Para el asma y para prevenir trastornos vasculares, pueden ser hasta 5.
- Para los niños hipernerviosos o para tratar problemas de granos en menores, las dosis no deben exceder los 3 gramos diarios.
- Para la artritis, se toman 2 perlas al día y a los tres meses se reduce a 1.
- Para problemas dermatológicos se suele utilizar el aceite de onagra en masaje o friegas, aunque también se pueden utilizar las semillas trituradas o pulverizadas. Se aplica el aceite una vez al día.
- Este aceite sirve como aliño en verduras o ensaladas, pero para eso resulta caro. Con la raíz cocida se elabora una masa compacta, que se extiende sobre rebanadas de pan.
- También se vende en cápsulas, comprimidos y extracto líquido. Este extracto puede combinarse con sauce blanco y grosellero negro, y verter 10 gotas en zumo de naranja para beber dos veces al día en caso de menstruaciones dolorosas.
- Las semillas de onagra pueden tomarse mezcladas con yogur y una pizca de miel: una cucharada de postre es suficiente para el colesterol.
Precauciones y contraindicaciones
No debe tomarse si se siguen tratamientos con estrógenos o anticoagulantes.
Se han descrito algunos casos de cefaleas, dolor abdominal y náuseas como efectos secundarios.
Puede interaccionar con antidepresivos, antipsicóticos (prolixin), anticoagulantes, adelgazantes, antivirales o fármacos para la esquizofrenia.
Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»