Si alguna vez has notado que el fregadero desprende mal olor o que el agua se queda estancada más tiempo del habitual, no estás sola. Este tipo de problemas son comunes en la mayoría de cocinas cuando se acumulan restos de comida, grasa o jabón en las cañerías.
La buena noticia es que no necesitas productos caros, corrosivos ni tóxicos para solucionarlo.Un remedio casero, cada vez más popular en redes sociales y foros de trucos del hogar, consiste simplemente en utilizar sal gruesa y agua caliente. Es un truco eficaz, económico y respetuoso con el medio ambiente.
Por qué funciona la sal como desatascador

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La sal gruesa tiene una textura granulada que ayuda a arrastrar residuos incrustados. Gracias a su estructura cristalina, puede raspar suavemente el interior de las tuberías y ayudar a desplazar restos orgánicos acumulados.
Además, su uso regular ayuda a prevenir malos olores, lo que la convierte en una aliada ideal para el mantenimiento del fregadero.
Si se combina con agua hirviendo, el resultado es aún más eficaz. El calor reblandece la grasa y la suciedad adherida, mientras que la sal actúa como abrasivo natural.
Este método no daña las tuberías (siempre que se aplique con moderación) y evita el uso de químicos agresivosque pueden afectar tanto a las instalaciones como al medio ambiente.
Cómo aplicar este truco paso a paso
Para poner en práctica este sencillo método, no necesitas herramientas especiales ni experiencia previa. Basta con seguir estos pasos:
Vierte entre 4 y 6 cucharadas soperas de sal gruesa directamente por el desagüe del fregadero.
Hierve una olla grande de agua (al menos un litro) y, con cuidado, vierte el agua hirviendo lentamente por el mismo desagüe.
Espera de 10 a 15 minutos para que la mezcla actúe.
Finalmente, abre el grifo de agua caliente durante unos segundos para enjuagar.
Puedes repetir este procedimiento una vez por semana como mantenimiento preventivo. Así evitarás atascos, malos olores y acumulación de residuos en las cañerías.
Precauciones y recomendaciones

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Aunque la sal es una sustancia natural e inocua, conviene tener en cuenta ciertos detalles antes de convertir este truco en rutina.
Si tu sistema de tuberías es muy antiguo o está fabricado en materiales sensibles como cobre o acero inoxidable, un uso excesivo de sal podría deteriorar las superficies internas con el tiempo.
Si desconoces de qué material están hechas tus cañerías, lo más prudente es consultar con un fontanero antes de aplicar este truco con frecuencia.
También es importante recordar que este método está pensado para mantenimiento o atascos leves. No esperes resultados milagrosos si el desagüe ya está completamente bloqueado.
¿Qué hacer si la sal no funciona?
Si el fregadero sigue atascado después de aplicar este remedio, no te desesperes. Existen otras soluciones caseras que también pueden ayudarte.
Una de las más conocidas combina bicarbonato de sodio con vinagre:
- Vierte medio vaso de bicarbonato.
- Media hora después echa medio vaso de vinagre blanco de limpieza.
- Tapa el desagüe y espera unos 30 minutos antes de enjuagar con agua caliente.
Otra opción más agresiva, aunque menos recomendable, es usar sosa cáustica. Sin embargo, este producto requiere extremar las precauciones: guantes gruesos, buena ventilación y nunca mezclarlo con otros productos.
En caso de duda o si el problema persiste, puedes utilizar un alambre desatascador o recurrir a un profesional para no dañar el sistema de fontanería.
Cómo prevenir futuros atascos
La mejor forma de evitar obstrucciones es prevenirlas desde el principio. No viertas restos de comida por el fregadero, especialmente aceite usado, salsas espesas o posos de café.
Instala una rejilla en el desagüe es una medida simple, pero efectiva, para evitar que sólidos pequeños se cuelen por las tuberías.
También puedes complementar la limpieza semanal con hábitos saludables como tirar agua caliente por el desagüe después de cocinar, evitar productos químicos innecesarios y mantener una rutina constante de revisión.
Un sistema de cañerías limpio no solo evitará malos olores, sino que también prolongará la vida útil de tu cocina.
Alternativas a los productos comerciales
Muchos limpiadores de desagües prometen resultados rápidos, pero suelen contener ingredientes agresivos que pueden corroer las tuberías y afectar al medio ambiente.
En cambio, las soluciones caseras, como la sal, el bicarbonato o incluso el limón con agua caliente, ofrecen resultados más suaves pero sostenibles.
Hoy en día existen en el mercado alternativas ecológicas formuladas con ingredientes naturales, que cumplen la misma función sin dañar el medio ambiente.
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