Hace un tiempo, residiendo entonces en Nueva York, entré para un brunch con jazz en el Café Loup del Village. Allí vi por primera vez, enmarcado en una pared, el Decálogo del Lobo, muy inspirador para una vida humana sana y realizada.

Respeta a tus mayores, dice la primera ley, y Enseña a los jóvenes, reza la segunda. Recordemos lo que proponía Arthur C. Brooks en su libro From Strength to Strength al hablar de las dos mitades de la vida: la primera es para brillar, la segunda para alumbrar a quienes vienen detrás.

Coopera con la manada, dice otra ley, seguida de Juega siempre que puedas. No solo hemos de vincularnos a los demás para trabajar, sino también para celebrar la vida juntos y descansar de los esfuerzos, como recomienda el Decálogo del Lobo.

el valor de jugar en grupo

Los adultos que saben desconectar a través del juego saludable, sobre todo cuando es en grupo, disfrutan de múltiples beneficios psicológicos. Además de lubricar sus capacidades cognitivas y de vincularse a otros, jugar facilita el estado de flow. Cuando nos sumergimos en una partida de ajedrez o en cualquier juego de mesa, nuestros cinco sentidos están puestos allí, lo cual es un buen antídoto contra el multitasking.

Si se trata de un juego en equipo, entonces tenemos también la cooperación de la manada de la que habla el credo. Tres claves de los lobos en una sola actividad.

Compartir y no dejar de aullar

Estos animales admirables siguen también las reglas Comparte tu afecto, algo que practican de forma habitual en la manada, y Expresa tus sentimientos. Esto último lo identificamos con el lobo solitario que aúlla a la Luna. Quizás no entendemos lo que quiere decir, pero se expresa desde el fondo de su corazón, como el ser humano cuando escribe un poema o plasma de cualquier otra forma su sentir.

Esto es un bálsamo para la salud mental y espiritual. Es como dar salida al agua de un manantial para que no se quede estancada y se pudra. En cuanto expresamos —de la forma que sea— lo que sentimos, tomamos distancia y podemos comprender lo que estamos viviendo.

El psiquiatra Phil Stutz pone en lo alto de la pirámide de la sanación ese aullido del ser humano, aunque se refleje en un cuaderno con un bolígrafo.

¿Cómo quieres ser recordado?

Se calcula que alguien que practique el journaling, como se llama actualmente a llevar un diario, escribirá entre 300 y 700 páginas anuales de media. Eso es una terapia en toda regla, ya que el cuaderno es un espejo de cada momento vital y te permite reducir los problemas y abordarlos mejor.

El Decálogo del lobo se cierra con Deja tu huella, como colofón de una existencia bien vivida. ¿Qué recuerdo y legado dejaremos en los demás? Esa será nuestra huella.

Un ejercicio revelador es redactar nuestra historia de vida desde el momento actual hasta el día de nuestra muerte. Así sabrás cómo quieres ser recordado y, por tanto, cómo vivir.

Una vez sabes cómo quieres ser recordado, descubres cuál es la vida que quieres tener y qué acciones debes tomar para que así sea.

Ejercicio: una carta dirigida a tu yo futuro

Tal como explicaba junto a Héctor García al final de El pequeño ikigai, te propongo el siguiente ejercicio, que puedes copiar y completar en una hoja aparte.

Una vez lo completes, te aconsejo que lo pongas en un lugar a la vista. Por ejemplo, cerca de tu escritorio.

MENSAJE A MÍ MISMO DE AQUÍ … AÑOS

Querido/a ……………..,

Este mensaje ha tardado todo este tiempo en llegarte porque has necesitado buena parte de tu vida para llevar a cabo todo lo que te proponías.

Hoy puedes mirar atrás y darte cuenta de que lograste hacerlo. ¡Felicidades! 

No tenía duda alguna de que lo conseguirías.

Has conseguido ser ……………….…….. tal como te había propuesto.

Entre las cosas de las que te sientes más orgulloso/a haber hecho, destacan ………………………………………………………………………………..

y también ……………………………………………………………………..

Aunque, sin duda, tu mayor logro ha sido …………………………………..

Tu labor ha sido muy importante para …………………………………….… 

y para otras personas que han seguido tu ejemplo.

Por todo esto, te doy las gracias por todo lo que has aportado al mundo. Has hecho de este un lugar mucho mejor.

Con todo tu cariño,

…………………………

¡Feliz vida!