El doctor José Viñas es considerado uno de los mayores referentes internacionales en el estudio del envejecimiento. Es miembro del World Logevity Fórum, forma parte del 1% de los autores científicos más citados a nivel global, y ha concedido a Cuerpomente esta entrevista en la que nos revela los secretos de la longevidad con motivo de la publicación de su nuevo libro, La ciencia de la longevidad (Sine Qua Non).

¿Qué podemos hacer para vivir más y mejor? ¿Realmente el estrés puede acortarnos la vida? ¿Qué papel juega el estilo de vida en la longevidad? Todas estas, y otras muchas preguntas, las resuelve el Dr. Viñas, al que muchos conocen como “el sabio español de la longevidad”.

Una vida más larga

-¿Cómo deberíamos vivir para envejecer mejor?

Pues el mensaje más sustancial del libro es hay que empezar a cuidarse joven, porque las causas del envejecimiento ocurren en la juventud, aunque se manifiestan cuando uno es mayor. Por tanto, no vale decir ya me cuidaré cuando sea mayor.

Si uno fuma de joven, pues el cáncer de pulmón y la bronquitis crónica no la tiene a los 30, pero le aparece a los 60. Las causas empiezan en la juventud y los efectos se ven cuando uno es mayor.

El segundo mensaje relacionado con esto es que tenemos una obligación moral de cuidarnos cada uno, que invertir en uno mismo es una muy buena inversión. Porque si no,  vas a envejecer mal y te van a tener que cuidar los demás. Por tanto, cuidarse es un acto altruista, no egoísta.

-¿Cómo definiríamos entonces el envejecimiento saludable?

Esa es una pregunta muy difícil. Pero podemos decir que es un envejecimiento satisfactorio, que nos permite aprovechar todo el ciclo vital que, en España, uno de los cuatro países más longevos del mundo, es 85 u 86. Las mujeres, siempre un poco más. La longevidad máxima es de  110.

El envejecimiento saludable nos permite aprovechar al máximo este tiempo, comprimir la morbilidad. Es decir, no ponerte enfermo hasta poco antes de morir.

Eso es muy bueno para la felicidad de las personas mayores, porque la idea de que las personas mayores no son felices es mentira. Las personas mayores son más felices que muchas personas jóvenes, porque saben su sitio en el mundo. Pero si están enfermos, no lo pueden disfrutar.

-Precisamente decía usted que España es de los cuatro más longevos del mundo. Desde su punto de vista, ¿por qué es así? ¿Qué tiene España de especial?

Es difícil determinarlo. Los más longevos son Suiza, Japón, Singapur y España, en ese orden. Y creo que en España tenemos varias cosas importantes.

Primero, una medicina preventiva muy buena, público-privada. Yo creo que hay que defender la sanidad pública con todas las fuerzas, pero eso no supone atacar a la privada. Todos hemos de luchar en el mismo sentido.

Segundo, el estilo de vida mediterráneo. Esta luz que tenemos en España es muy buena. Esto no pasa en muchos países nórdicos. Es un conjunto de nutrición, estilo de vida, y aunque no lo parezca, a veces tenemos muy buena medicina preventiva. Rumanía es un país mediterráneo y, sin embargo, tienen quince o dieciséis años menos que nosotros de vida.

Envejecimiento saludable

-¿Qué papel juega, entonces, la medicina preventiva?

Es crucial. La gente se vacuna, te haces un análisis de heces anual, puedes ir al médico de primaria, que es importantísimo. Cuando piensas que te debes hacer un control te lo haces. Es muy importante. Hay vacunas para los niños, para toda la población. Todas estas cosas hacen que, desde el punto de vista médico, estemos muy bien.

-¿Qué papel juega en el envejecimiento saludable el ejercicio físico?

Es uno de los cuatro pilares fundamentales, que son ejercicio, nutrición, control del estrés y después los suplementos.

El ejercicio, en mi opinión, es de los más importantes o el más importante. La gente debe saber que no basta con el ejercicio suave, que está bien, pero necesitamos un ejercicio multicomponente. Es decir: musculación, aeróbico, equilibrio, y todo esto personalizado. No para la persona en particular, sino para el grupo de personas de esas características.

Además, lo ideal es que sea social. El ejercicio es muchísimo mejor en grupo.

-Entonces, ¿cuánto ejercicio deberíamos hacer a medida que envejecemos?

Pienso que cuanto más mayor, más ejercicio se debe hacer. Es decir, cuanto más mayor, más tienes que subir por las escaleras y no por el ascensor.

Desde luego, hay que personalizarlo. Dicho en términos médicos, ¿qué dosis de ejercicio me tomo? Hay que personalizarlo. Dicen que un poco es bueno, más es mejor.

Aunque, vamos a ver, cuanto más mejor, pero que no te quemes. Hay que tener un equilibrio, como todo en la vida.  Pero en general, quedémonos con que un poco es bueno, y más es mejor.

-¿Cómo debería ser nuestra alimentación si queremos vivir muchos años?

Distinta del siglo XX. La nutrición en el siglo XXI ha de ser la nutrición para crecer. Uno crece, se reproduce y muere. Por tanto, la nutrición ha de ser óptima.

En el siglo XX nos preguntábamos, ¿cuánta es la mínima cantidad de vitamina C que hay que tomar? En la nutrición óptima del siglo XXI deberíamos preguntarnos, ¿cuánta es la vitamina C que hay que tomar para vivir bien hasta los 100 años? Esa es la idea.

Lo cual no quiere decir que nos separemos de lo tradicional. Lo tradicional es fundamental. Yo digo a mis alumnos en las clases de nutrición: cuando tengáis duda, buscad lo tradicional, porque la tradicional expresa una sabiduría centenaria o milenaria.

Felicidad en la vejez

-No se trata solo de vivir muchos años, sino de vivirlos bien. ¿Cuáles serían los secretos para disfrutar de la vida a medida que uno cumple años y que no sea solamente acumularlos en el calendario?

Yo siempre distingo lo que son opiniones de lo que son hechos. Y un hecho es que los optimistas vivimos más.

Aceptando que uno hace un poco de ejercicio, que uno se alimenta bien, (y ojo con esto, que el 40% de la población de Europa de más de 65 años está deficiente de proteínas) y que gestiona bien el estrés, el optimismo alarga la vida. Si te pones de mal humor, el disfrute de la vida no dura más, dura menos. Vamos a ponernos de buen humor.

También hay un componente social. El control del estrés, separarse de las personas problemáticas, esas que poco a poco te van vaciando la pila. Esas personas que para cada solución crean un problema y no al revés. Esa gente te hace pasar malos ratos. A veces, muchísimas veces, por tonterías. Y eso las personas mayores lo ven o lo vemos mejor.

Hay una idea que oí, pero que estoy desarrollando, que es la gerotrascendencia. Es decir, las personas mayores se dan cuenta de lo que es importante y de lo que no. Y lo hacen más que los jóvenes, que a veces están matándose para subir un escalón más en el trabajo, y los ves y piensas: “vamos a ver, ¿ese escalón es tan importante?” A veces se pierden los valores, que son muy importantes.

-Hablaba del estrés, que es otro de los pilares de la longevidad. ¿Qué papel juega el estrés en el envejecimiento?

El estrés tiene un valor doble. Por un lado, en la evolución hemos desarrollado el estrés para prepararnos y luchar contra las amenazas. Hace 300 años, cuando aparecía un jabalí o tenías que luchar con un lobo, el estrés era una reacción física.

En la actualidad, estamos desarrollando un estrés social. El vecino me incordia porque aparca mal. Pero ¿qué vas a hacer? ¿Matar al vecino? No. Y, sin embargo, hemos evolucionado para una lucha o huida, no para presentar una denuncia. Por lo tanto, hemos desarrollado unas hormonas que no son adecuadas para el estrés social que tenemos ahora.

El control del estrés ha de ser algo activo, porque nuestras hormonas están preparadas para una respuesta física de la selva. En el último medio millón de años, ya no hay selva. Entonces, uno se pregunta, “¿ahora qué hago?” Hemos de desarrollar procesos activos para controlar el estrés.

-¿Qué papel juegan las relaciones sociales dentro de la longevidad? ¿Vivimos más si tenemos mejores relaciones?

Sin duda vivimos más si tenemos mejores relaciones. Eso también está demostrado, tanto en ratones como en personas. Se ponen a los ratones para que jueguen juntos en un juguete y vemos que viven más.

Entonces, la soledad llama la atención, está en las ciudades. Cuanto más grandes, más sola está la gente. Yo a veces veo esos macroedificios que hay en Madrid, y de repente salen todos como hormigas y se comunican con el móvil, pero no se entienden. Comunicarse no es entenderse. Yo creo que con la civilización actual hemos perdido capacidad de entendernos con el vecino.

Aquí en Valencia, donde yo vivo, la gente en el barrio por la noche salía a la calle y hablaban. Se sentaban allí, y los señores y las señoras hablaban con los vecinos. Ahora tenemos una tablet, pero la comunicación humana se ha perdido. Cada vez hace más falta.

La jubilación

-¿Qué papel juega en todo esto la jubilación?

Es muy importante. Porque claro, si encima de repente dejas de trabajar, pues tampoco tienes la comunicación laboral. Este es otro problema.

Hay trabajos y trabajos. Picar piedra es muy difícil, pero lo creativo... Eso de aislar a la persona mayor como si fuese una carga, que es una expresión horrible, conlleva mucha infelicidad. Eso hay que resolverlo. Pero no se podía resolver antes de que se plantease. No culpemos a nuestros antepasados. Este problema es de este siglo.

-¿Cómo crees usted que debería abordarse, entonces, la jubilación?

Jubilación que viene de júbilo, alegría. Pero debemos entender que, si el trabajo es creativo, no pesa. Y entonces hay que procurar preguntarle a la persona, ¿usted puede y quiere seguir? Ahora, si alguien me dice, mire usted, yo estoy picando piedra en una mina… No podemos dar una norma para todos.

Siempre pongo el ejemplo del policía, que tiene que correr detrás de un ladrón. No puede hacerlo toda la vida. Pero el juez que tiene que juzgar al ladrón cuando lo han pillado sí que puede seguir haciendo su trabajo.

Cuando un trabajo es creativo y no se ve limitado por la edad, mi propuesta es el soft landing. Como en un avión, un aterrizaje suave, no corte de golpe. Eso estoy intentando hacer yo. Date cinco años para ir cortándolo.

-Y cuando ya estamos jubilados, ¿es importante buscar otras ocupaciones si estamos obligados a jubilarnos? ¿Qué podemos hacer para seguir activos durante la jubilación?

Tengo dos palabras: Ocio activo. Es decir, tengo que buscar cosas que le den sentido a mí vida. Cuidar a los niños está bien, pero solo eso no es suficiente, porque eso se sobreentiende. Tienes que buscar algo.

Hay a quien le gusta pintar, hay a quien le gusta aprender a jugar al ajedrez, hay a quien le gusta tocar la guitarra. Conozco gente que está aprendiendo a tocar el piano en su jubilación. Hay a quien le gusta ayudar a los demás.

Ocio activo. Esa es la palabra. Te puedes poner delante de la televisión un ratito, pero no todo el tiempo. Y eso puede prolongar mucho la vida, porque las personas mayores tienen valores que no se pueden perder. Es una locura perderlo.

Detioro, mitos y consejos

-Otra cosa que nos asusta mucho de la vejez, y todos lo escuchamos, es esto que popularmente decimos de ‘perder la cabeza’, sufrir un deterioro cognitivo. ¿Cómo podemos prevenir ese deterioro?

Pues la contestación que te voy a dar no te la he dado hace diez años. Ya hay sistemas de retrasar el deterioro cognitivo, que muchas veces parecen tonterías. Por ejemplo, la neuroestimulación. Una muy importante es jugar al ajedrez. Y otra, hay programas de ordenador en los que se ilumina una pantalla de un color y tú tienes que hacer un gesto con el ratón. La neuroestimulación es muy importante.

El ejercicio físico también, porque también es mental. ¿Quién da las órdenes para que se mueva el cuerpo? El cerebro. Si te entrenas mentalmente y le das a tu cerebro los nutrientes adecuados, también vas a mantener mejor la mente. Y esto son hechos, no opiniones.

-¿Hay algún mito extendido sobre la longevidad o sobre la vejez que le gustaría desmentir?

Pensar que la persona mayor no sirve para nada. Es un mito. Hay muchísima sabiduría. Por ejemplo, una señora aquí en Valencia que tiene unas recetas de cocina maravillosa y que se van a perder si no se las cuenta la nieta o al nieto.

Después los valores. ¿Tú lo has visto? En esas películas que entran ladrones y de repente abren un saco en que hay dinero, billetes y lo miran como si fuera Dios. Pero vamos a ver… Los valores, eso es lo que ya no tienes. Yo creo que hay una cantidad inmensa de cosas que las personas mayores podemos ofrecer y que se quedan en el tintero.

El gran mito es que las personas mayores son inútiles y que son una carga. Es una barbaridad.

-Para acabar, ¿qué consejo le daría a cualquiera de nuestros lectores, a la edad que tenga, para vivir más y mejor y que puedan empezar a aplicar desde el minuto en que nos lean?

El primero, empiece ya. Si tiene 90 o si tiene 30, empiece ya. Se empieza a envejecer a los 30.

El segundo, cuide la alimentación. Alimentación, ejercicio y control del estrés. Y si con la alimentación no hay bastante, suplementos.

Tercero, vaya al médico a hacer revisiones periódicas.

¿Y quieres una última frase? La mejor inversión es la que se hace en uno mismo. Déjese tanto de invertir en la política y en esas cosas. Invierta en sí mismo. Esa es la mejor inversión.

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