En las plantas encontramos a menudo los mejores aliados para cuidar nuestra piel. Los aceites esenciales que se extraen de ellas no solo capturan su aroma, sino también todos sus beneficios, su “esencia”.

Hay algunos aceites esenciales que, combinados con una buena crema hidratante (natural y libre de aditivos tóxicos), pueden aportarte muchos beneficios específicos, en función de lo que tu piel necesite. Basta con añadir unas gotitas a la crema para conseguir sus efectos. Estos son algunos de los más interesantes:

1. Aceite esencial de lavanda

El aceite esencial de lavanda es uno de los más usados en cosmética natural, principalmente gracias a sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Tiene, además, efecto relajante.

Si tienes la piel sensible y sueles sufrir irritaciones cutáneas, es una buena opción para ti. También puede ayudar en caso de enrojecimiento y para reducir la apariencia de las cicatrices provocadas por el acné.

2. Aceite esencial de ylang-ylang

Este aceite, procedente de una flor originaria de Indonesia y Filipinas, tiene un aroma floral embriagador y es perfecto para regenerar la piel.

Además, el aceite esencial de ylang-ylang equilibra la producción de sebo y es adecuado tanto para pieles secas como grasas.

3. Aceite esencial de árbol del té

El aceite de árbol del té tiene un potente efecto antimicrobiano y antiinflamatorio que lo convierten en una magnífica opción en caso de acné, espinillas o piel con tendencia grasa. Además de aliviar los brotes de acné, ayuda a calmar las irritaciones de la piel.

Tiene también propiedades antivíricas que pueden ayudar en caso de herpes labial.

4. Aceite esencial de incienso

El incienso, además de en barritas aromáticas muy relajantes, puede usarse también en forma de aceite esencial y resulta especialmente indicado para regenerar y rejuvenecer la piel, reducir la aparición de arrugas, líneas de expresión e imperfecciones de la piel, y para atenuar las manchas.

También ayuda a combatir la sequedad cutánea y a mejorar el tono de la piel.

5. Aceite esencial de rosa

El aceite esencial de rosa de Damasco es uno de los más exclusivos y apreciados, tanto porque es complicado de producir (lo que lo convierte en uno de los más caros) como por sus propiedades antiarrugas y regeneradoras de la piel, que se deben principalmente a su potente efecto antioxidante.

También ayuda a aumentar la permeabilidad del a piel y a mejorar la retención de humedad. Es ideal para pieles secas y maduras.

6. Aceite esencial de manzanilla

Son bien conocidas las propiedades calmantes de la manzanilla o camomila, que hacen que la infusión de esta planta sea una de las más consumidas para relajarse.

También el aceite esencial de manzanilla tiene efecto calmante y antiinflamatorio y puede resultar muy interesante para reducir el enrojecimiento y calmar la irritación en pieles sensibles.

7. Aceite esencial de geranio

El aceite esencial de geranio refresca y tonifica la piel y está especialmente indicado para mejorar la elasticidad de la piel y reducir la aparición de arrugas. También ayuda a regular la producción de grasa

Además, su capacidad desintoxicante y blanqueadora son de gran ayuda para eliminar o atenuar las manchas en la piel.

8. Aceite esencial de neroli o flor de azahar

El aceite esencial de neroli o flor de azahar, además de tener un delicioso y reconfortante aroma floral, es un gran aliado de la piel: rejuvenece, da elasticidad, elimina las arrugas y devuelve el brillo y la luminosidad al cutis.

9. Aceite esencial de siempreviva

El aceite esencial de siempreviva amarilla, también denominada perpetua amarilla o helicriso, ayuda a cicatrizar y reparar la piel, reducir el enrojecimiento y rejuvenecer el rostro. Está especialmente indicado para las pieles sensibles y maduras. 

Otro de sus usos más importantes es la prevención de la aparición de hematomas cuando se aplica justo después de habernos dado un golpe, gracias a su efecto anticoagulante.