La alcachofa se puede cocinar de muchas formas: asada, cocida, al vapor, frita, a la plancha. Lo más importante para conseguir buenos platos con alcachofa es respetar siempre sus tiempos de cocción, pues no es una hortaliza que esté lista en pocos minutos, necesita una cocción prolongada para que quede bien tierna. Si respetas esto, cualquier receta resultará exquisita.
Cuando es temporada de alcachofas podemos encontrar las alcachofas frescas a muy buen precio en verdulerías y mercadillos, largas, pequeñas, redondas o grandes. Fuera de temporada podemos optar por los corazones de alcachofa que se venden en conserva, ya pelados y cocidos. En este artículo te proponemos recetas con alcachofas frescas y alguna también con alcachofas de lata para poder disfrutarlas todo el año.
Consejos para prepararlas
La alcachofa es una hortaliza muy curiosa, pues es la flor de un cardo muy grande, sin tantas espinas, que consumimos cuando aún está verde y no ha florecido.En España tenemos alcachofas con denominación de origen (D.O.) o indicación geográfica protegida (IGP), como la alcachofa de Benicarló o la alcachofa de Tudela, además de las clásicas que se cultivan sobre todo en la cuenca mediterránea.
- Aunque toda la alcachofa es comestible, las hojas exteriores se quitan porque resultan muy leñosas y al masticarlas se forma una masa de fibras duras. También se quita la "pelusa" del interior, que queda con textura algodonosa.
- Para evitar que se oxide y se amarrone, lo mejor es frotarlas con limón y dejar en agua fría con limón conforme las vamos limpiando, pelando y cortando.
- Si quieres conservarlas durante mucho tiempo, congeladas, primero tendrás que limpiarlas y cortarlas, y después cocerlas o cocinarlas al vapor.
Si quieres saber más, aquí tienes más consejos sobre cómo cocinar alcachofas.
10 recetas con alcachofa para disfrutarlas
Toma nota de estas 10 ideas de recetas de alcachofas que son una delicia para los sentidos.