Las prímulas son una de las flores más populares entre los jardineros y pertenecen a la amplia familia de las primuláceas. Ofrecen una amplia variedad de colores, de manera que cualquiera puede encontrar su color favorito. Además se pueden plantar en exterior e interior.

Es importante tener en cuenta que las prímulas son plantas de temporada y florecen en primavera o incluso antes. Por lo tanto, es recomendable plantarlas antes de que comience su período de floración para que puedan desarrollarse y florecer en su máximo esplendor.

Prímulas: dónde colocarlas  

Antes de elegir la ubicación, debes considerar si quieres plantar tus prímulas al aire libre o prefieres tenerlas como planta de interior. Dependiendo de esto, las necesidades de las flores difieren.

Para cuidar las prímulas dentro de casa:

  • Las prímulas son plantas de interior con vistosas flores. Búscales un lugar luminoso, pero no directamente soleado.
  • A las flores no les gusta que haga demasiado calor; cuanto más frío, más tiempo florecen. Por ejemplo, un pasillo fresco o una escalera sin calefacción funcionan bien. Lo que más les gusta es estar entre 14 y 18 ºC, lo que está por debajo de las preferencias de las personas.

Para cuidar las prímulas en el jardín:

  • Puedes plantar prímulas en el exterior a partir de mediados de marzo. Es importante que el suelo ya no esté helado al momento de plantar
  • En el exterior, un lugar con semisombra es óptimo para las prímulas, pero también pueden adaptarse a un lugar con sombra.
  • Las prímulas no pueden tolerar demasiado sol; cuanto más soleado sea el emplazamiento, más rápido se marchitarán.
  • Las prímulas quieren suelos ricos en nutrientes. 

qué cuidados necesitan las prímulas

A la hora de cuidar tus prímulas, apenas tendrás que distinguir si están en el exterior o en el interior. En general, las flores son muy frugales.

  • Es importante que limpies las prímulas con regularidad. Retira siempre todas las flores marchitas, así se estimulará a la planta para que desarrolle nuevos cogollos. Aparte de este proceso de mantenimiento de la planta, no será necesario podarlas.
  • Riega tus prímulas con regularidad. No viertas el agua sobre las flores, sino cerca del suelo. El sustrato nunca debe secarse del todo, tanto la superficie como el interior.
  • También debes evitar el encharcamiento. La frecuencia con la que se debe regar depende de la ubicación de la prímula. Lo mejor es probar cómo se siente la tierra con el dedo de vez en cuando. Si los dos primeros centímetros ya están bastante secos, es el momento de regar.
  • Las robustas prímulas son relativamente resistentes a las enfermedades y plagas del jardín. La mayoría de las enfermedades se deben a errores de cuidado, por ejemplo demasiado riego puede provocar pudrición de las raíces o moho gris, por ejemplo. En el invernadero pueden aparecer pulgones, arañas rojas y otros tipos de plagas.
  • Si las prímulas están al aire libre, en un suelo rico en humus, no es necesario fertilizarlas. No obstante, puedes enriquecer el sustrato con un poco de compost de vez en cuando. A las prímulas en macetas se les puede suministrar fertilizante líquido a través del agua de riego.
  • Se recomienda rociar las prímulas de interior con un poco de agua varias veces a la semana. Es importante que sólo mojes las hojas, no las flores.

Propagar prímulas, así es como se hace

Las prímulas forman rizomas bajo tierra, lo que facilita mucho la propagación. Los rizomas son brotes subterráneos que parecen raíces pequeñas y finas.

Después de la floración, simplemente puedes dividir las primeras flores con una pala pequeña y replantarlas en diferentes lugares. Normalmente los rizomas de las prímulas vuelven a brotar sin ningún tipo de problema.

Por supuesto, también puedes propagar las prímulas a través de semillas, pero este es un proceso más lento y para el que hay que tener más paciencia.