Una cosa es que no te apetezca salir un fin de semana. Y otra, es que cada vez que llega el viernes por la tarde te metes en casa y no sales hasta el lunes por la mañana para ir a trabajar, o solo sales para hacer alguna compra necesaria.

Puede que pienses que eres una persona casera sin más, pero si poner un pie fuera de casa el fin de semana te produce aversión hay una explicación para ello. Cuando se produce una fuerte reacción emocional ante algo que es aparentemente irracional, la psicología nos dice que puede haber algo más profundo operando a nivel inconsciente.

Por eso, si conoces a alguien que no queda un fin de semana o un domingo (el día de la semana en que, a pesar de ser festivo, mucha gente prefiere no salir), o tú mismo eres del club de los que se apalancan en casa el fin de semana, toma nota. Estas son las diversas explicaciones que la psicología ofrece sobre este comportamiento.

La ansiedad por el trabajo

Lo primero que debes preguntarte, si es tu caso, o preguntarle a esa persona que no quiere salir el fin de semana, en especial el domingo, es si este día siente ansiedad. La ansiedad es una emoción incómoda, y cuando no sabemos gestionarla puede dejarnos agotados, sin fuerzas para salir de casa y enfrentarnos a la interacción con grandes grupos o situaciones que nos serán desconocidas.

En el caso de que esto suceda únicamente los domingos, puede que estemos ante un caso de burnout o ansiedad laboral. Según la Guía del Mercado Laboral, el 43% de los profesionales en España en 2022 se sentía agotados o padecían fatiga laboral. De estos, el 70% asegura que la situación empeoró a partir de la pandemia del COVID-19.

dolor espalda trabajo
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Un estudio realizado tan solo un año después, en 2023, indica que el 70% de los trabajadores españoles ha experimentado burnout y el 53% teme sufrirlo en el futuro, según los datos indicados en El Nacional.

Tenemos un grave problema de fatiga y estrés laboral, que afecta a cientos y miles de personas. Por lo tanto, si crees que este podría ser tu caso, no estás sola. Consultar con un profesional puede ayudarte a gestionar los síntomas y, poco a poco, superar esta difícil situación. Puede que, entonces, salir los domingos a la calle no sea un problema, porque la ansiedad por la llegada del temido lunes habrá desaparecido.

La aversión a salir como síntoma de depresión

Otra posibilidad que analizan los psicólogos cuando alguien parece sentir especial aversión a salir a la calle o quedar el fin de semana es una posible depresión. Entre sus síntomas, se encuentra la pérdida de la motivación para realizar actividades que antes resultaban placenteras, en parte porque este placer puede desaparecer, dando lugar a lo que se conoce como apatía.

Si conoces a alguien con quien solías quedar los fines de semana, pero que ahora se niega a hacer planes este día (o cualquier otro), puede que esté pasando por un momento delicado. No dudes en ofrecerle tu ayuda y, si por el contrario, eres tú quien está en esta situación, pedirla a quienes te rodean.

Calma, introversión y otras posibilidades menos alarmantes

Para acabar, es importante señalar que no querer salir el fin de semana no es necesariamente algo malo. De hecho, puede ser muy positivo. Si has tomado la decisión de descansar el fin de semana para dedicarte a tus hobbies, tener tiempo para ti mismo o, simplemente, prepararte para afrontar la semana con energía, enhorabuena: te estás cuidando.

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Decir que no a ciertos planes puede tener cierto estigma social, pero siempre y cuando no vaya a acompañado de emociones negativas, no tiene nada de preocupante.

Podemos atenernos, también, a la más simple y básica de las respuestas: quizá esa persona a la que no le gusta salir mucho, sea alguien introvertido. Lejos de lo que se suele pensar, la introversión no tiene que ver necesariamente con la timidez, sino con la manera en la que una persona obtiene y gestiona su energía.

Los introvertidos se recargan pasando tiempo a solas o en entornos tranquilos, mientras que los extrovertidos lo hacen con la interacción social. Esto no significa que un introvertido no disfrute de socializar, sino que, después de estar con mucha gente, necesita un tiempo de descanso para recuperar energía.

Así que, si tu amigo introvertido salió contigo el fin de semana pasado, no te extrañes de que necesite el fin de semana siguiente para recargar. Es algo normal y no deberías preocuparte. Y si eres tú la introvertida, acéptate tal como eres y no te obligues a encajar en lo que los demás consideran normal. ¡Es completamente aceptable no querer salir de casa el fin de semana!

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