Recientemente te hablaba de cómo había que guardar las fresas una vez llegabas a casa para que no se estropearan y pudieras aprovecharlas al máximo. Pues hoy le toca el turno al pepino (de nombre científico Cucumis sativus), ese alimento con pocas calorías y muchas propiedades y beneficios que solemos relegar a un puesto secundario pese a ser rico en vitamina C, aportar vitaminas del grupo B, ser fuente de minerales imprescindibles y también rico en potasio. 

Por muy saludable que nos parezca (que lo es), antes de disfrutar de su sabor es esencial eliminar tanto la suciedad que pueda tener como los pesticidas que se adhieren a su capa cerosa. En realidad, si tienes la ocasión, lo ideal es que compres pepinos ecológicos para evitar esos residuos químico-sintéticos. 

Cómo lavar pepinos 

Lo primero que tienes que hacer es escoger unos pepinos con buen aspecto y sin partes blandas. Es fundamental lavarlos con agua corriente durante al menos un minuto justo antes de consumirlos; si no los vas a tomar en el momento. pero no quieres almacenarlos sucios, tendrás que secarlos muy bien para evitar favorecer el crecimiento de bacterias.

A la vez que les pasas agua, es importante que los frotes con las manos para quitar restos de suciedad, tierra o polvo. Otra medida, recomendada  por la dietista Debbie Petitpain, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, es utilizar un cepillo de cerdas suaves y así completar y facilitar la tarea de limpieza. ¿Podrías limpiarlo con algún remedio más? Sí, con bicarbonato de sodio, ya que facilita la descomposición de algunos restos de pesticidas.

pepino

El agua fría es imprescindible para lavar el pepino.

iStock

Para ello, límpialo primero y luego sumérgelo en un recipiente con tantas cucharaditas de bicarbonato como tazas de agua añadas. Tendrás que dejarlo reposar de 10 a 15 minutos pero merece la pena. A continuación acláralo bien con agua para que no quede ni suciedad ni bicarbonato.

Por otro lado, si además quieres eliminar ese gusto amargo que tienen algunas variedades de pepino, una vez lo tengas cortado tendrás que dejarlo en remojo con agua fría y sal un mínimo de 30 minutos, el mismo truco que aplicarías a una berenjena. A continuación enjuágalo bien, sécalo y sírvelo como acostumbres. 

Algunas recetas que puedes preparar con pepino

Una vez tengas el pepino bien limpito, llega el momento de prepararlo y sacarle mucho partido utilizándolo en recetas refrescantes y deliciosas como, por ejemplo, el zumo de pepino que puedes hacerlo tanto con licuadora como sin ella. ¡Facilísimo!

Otra idea igual de fresquita es la sopa de pepino y limón, a la que además puedes añadir yogur y disfrutar así de una combinación extraordinariamente refrescante e hidratante. Una sopa fría que te servirá de alternativa al gazpacho para cuando quieres variar los menús veraniegos. 

Por si no lo conoces, el sunomono es la ensalada de pepino japonesa ligera y crujiente que puedes tomar de entrante o como acompañamiento del plato principal. Por lo general lleva pepinos y algas marinas y una vinagreta sencilla a base de vinagre de arroz, azúcar, salsa de soja y sal. ¡Riquísima también!

Si te ha interesado este artículo y te gustaría recibir más sobre estilo de vida saludable, únete al canal de WhatsApp de Cuerpomente.