No es algo del pasado. Las chimeneas de leña siguen siendo aspiracionales y tanto las casas rurales como las casas en venta se revalorizan si tienen chimenea.

El calor natural que generan, la fascinación del fuego y su crepitar, la sensación de seguridad y protección frente a la oscuridad que proporcionan y todo su simbolismo, las convierten en un sistema de calefacción a prueba de modas y tecnologías.

Pero hay otro beneficio colateral que nos animará a instalar una en las casas de campo o a las afueras de ciudades y es el aprovechamiento de las cenizas.

Este residuo de la combustión de leña tiene numerosos usos tanto en el hogar como en el jardín, el huerto o el estanque y se convierte en uno de los productos más ecológicos, sostenibles y zero waste que existen, ya que al reutilizarlo cerramos el círculo de la Naturaleza.

La leña del árbol puede acabar como abono para futuras plantas.

Además, es un producto gratuito, natural, versátil y efectivo como desengrasante, quitamanchas, desatascador y absorbe olores, entre muchos usos que te vamos a descubrir.

10 formas distintas de reutilizar la ceniza de la chimenea

Aunque no dispongamos de chimeneas en las ciudades, igual nos compensa encargar un saco a alguien que viva en el medio rural para aprovecharlas en alguno los siguientes 10 usos de la ceniza:

1. Desengrasante natural

No debería sorprender esta función limpiadora de las cenizas porque contienen potasa, que sirve tanto para eliminar manchas como malos olores.

Es útil para limpiar cazuelas muy sucias –como las paelleras de los domingos… y se recomienda dejarlas en remojo media hora con agua y varias cucharadas de cenizas y luego fregarlas con normalidad enjuagando muy bien.

También se podría limpiar la vajilla habitual, pero es mejor reservarlo para momentos de mucha grasa acumulada o cuando se acabe el lavaplatos porque las cenizas, aunque desengrasan, no son antibacterianas.

2. Limpia cristales y espejos eficaz

Humedeciendo una bayeta, esponja o papel de periódico con cenizas frías bien tamizadas se pueden conseguir unos cristales brillantes. La clave está en secarlos bien al final.

Y esto sirve también en los propios cristales de la chimenea. Con una esponja húmeda, cenizas y varias pasadas eliminaremos toda la suciedad pegada.

3. Quitamanchas en suelos y muebles

Es eficaz y no agrede el pavimiento como otros detergentes. La pasta formada por ceniza y agua se puede aplicar a muebles y suelos y retirar con abundante agua.

Funciona incluso para derrames de gasolina. Se echa la ceniza para que los absorba y después se barre.

4. Detergente natural

Aunque los detergentes habituales se basan en jabón, ancestralmente el jabón se elaboraba con cenizas y grasa animal y las cenizas por si solas también lavan.

Se pueden usar de distintas formas: añadiendo unas dos cucharadas con el detergente habitual en ropa muy sucia, en pre-lavado dejando la ropa en remojo en agua con ceniza y después a la lavadora, y la tercera vía es preparar un detergente de cenizas.

  • Receta de detergente de cenizas:

Solo hay que mezclar un vaso de cenizas tamizadas en un litro de agua hirviendo, dejar decantar un día y después colar con una gasa o colador finito. Se pueden añadir unas 10 gotas de aceite esencial que nos guste para aromatizar.

El uso es sencillo: se vierte unos 200 ml de este líquido en el cajetín del detergente y se lava con normalidad. Hay que evitar ropa delicada o con colores fuertes que puedan desteñir.

La autora Annie-Jeanne Sauvage en el libro Hacia la autosuficiencia en casa (La Fertilidad de la Tierra) recomienda no usar cenizas de castaño o de encina para este uso porque contienen taninos que podrían manchar la ropa.

5. Plata y metales relucientes

La pasta de cenizas y agua se aplica en cantidad abundante en el objeto de plata o metal y después se pule con un paño.

6. Desodorizar la casa

Al igual que ocurre con el bicarbonato, las cenizas tienen la capacidad de absorber los malos olores del ambiente y, como son inofensivas, se pueden usar frotando el pelaje de las mascotas o en sus areneros o camitas, y en cualquier estancia.

En la nevera y en los armarios se pueden poner recipientes o bolsitas de tela con cenizas. Hay que sustituirlas cada semana.

7. Desatascar tuberías

Tan simple como verter una taza de cenizas con un vaso de agua en la tubería, reposar unas dos horas para que elimine los residuos que la obstruyen y luego dejar correr el agua.

8. Derretir el hielo cuando hay nevadas

No en todas las casas hay suficiente sal, pero en muchas puede haber cenizas de la chimenea y servirán para derretir la nieve y el hielo cuando se esparce en el camino.

Además, en comparación con la sal, es más respetuoso con el medio ambiente y no afecta al suelo, ni a las plantas ni animales. El único “pero” es que después habrá que limpiar.

9. Humidificador original

Un uso poco conocido de las cenizas es que actúan como buen desecante del ambiente colocando recipientes grandes con ellas en las zonas húmedas de la casa o garajes para absorber la humedad del aire.

10. Todoterreno en la huerta y estanque

Pero si hay un lugar donde las cenizas campan a sus anchas es en el exterior de las casas por su polivalencia. Desde controlar las algas en estanques, ahuyentar plagas como babosas, caracoles y algunos tipos de oruga esparciendo cenizas alrededor del cultivo hasta eliminar hongos de las hojas dañadas.

Además, sirven para enriquecer el compost porque la ceniza contiene magnesio, fósforo, calcio y otros nutrientes. Pero este abono no se debe usar más de dos veces al año porque cambia la acidez y pH del suelo.

Por su contenido de potasio y minerales, las cenizas también son un buen fertilizante. Mariano Bueno explica en El huerto familiar ecológico (RBA) que las cenizas van bien para flores, ajos y nísperos especialmente.