Para los antiguos griegos el mundo estaba poblado por incontables dioses. Los había de muchos tipos. Así, algunos eran fuerzas primordiales que, a partir del Caos primigenio, habían dado forma al universo tal y como lo conocemos. Otros eran la personificación de algún fenómeno de la naturaleza, como el rayo que rasga los cielos o los terremotos que sacuden la tierra. Y los había también que representaban conceptos abstractos, como la sabiduría y el amor, o actividades propias de los seres humanos, como la guerra, el comercio, la metalurgia o la creación artística.  

Algunos mostraban formas extrañas, cuando no monstruosas, aunque los dioses griegos más importantes tenían unos rasgos plenamente antropomórficos, solo que eran mucho más bellos y poderosos que los hombres y mujeres sobre los que reinaban, además de inmortales. Es decir, que nacían como cualquier otra criatura, pero no morían. Ni siquiera les era dado envejecer. 

Su comportamiento, en cambio, sí que era completamente humano, pues esos dioses tenían las mismas virtudes y defectos que los mortales. Los mitos los muestran envidiosos, caprichosos, celosos, irascibles, violentos, crueles y arteros, entre ellos mismos, pero también con los hombres y mujeres.  

Dioses griegos: tipos  

dioses griegos
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Esos dioses tan “humanos” se conocen como olímpicos, del nombre del monte, el Olimpo, en cuya cúspide vivían y desde la que ejercían su poder. Llegar hasta ahí, sin embargo, no fue fácil: antes debieron imponerse en una devastadora guerra a la generación divina precedente, la de los Titanes, que también había alcanzado la hegemonía a través de la práctica de la violencia más extrema.  

Mas, antes de los Titanes, aún hubo otra generación divina: la de los dioses primordiales. 

Los dioses griegos primordiales 

Este grupo está integrado por fuerzas elementales de la naturaleza surgidas del Caos, como Érebo (la oscuridad) o Nix (la noche), madre a su vez de Hipnos (el sueño) y de Tánato (la muerte). La figura más importante de este grupo, sin embargo, es Gea (la Tierra). 

Los dioses griegos de la generación de los titanes

Este grupo está formado por Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Japeto y Crono, y sus hermanas Tea, Rea, Temis, Mnemosina, Tetis y Febe. Por lo general, no fueron demasiado escrupulosos a la hora de practicar el incesto. En su descargo, hay que decir que tampoco tenían tanto donde escoger en esos tiempos primigenios… 

Así, de la unión de Océano y Tetis nacieron las tres mil oceánides o ninfas de las aguas, y los tres mil oceánidas, es decir, los ríos, lagos y fuentes del mundo, mientras que de la de Hiperión y Tea lo hicieron Helios (el sol), Selene (la luna) y Eos (la aurora). Japeto, en cambio, se unió con una oceánide, Climene, que le dio a Atlas y Prometeo, entre otros hijos. 

Dada la trascendencia de su progenie, la pareja más importante fue la formada por Rea y el menor de los hermanos, Crono. 

Los dioses griegos olímpicos 

Son el grupo más importante del panteón griego.  Zeus, Hera, Poseidón, Hades, Demeter y Hestia pertenecen a este grupo. 

Otras divinidades griegas

El panteón griego no se agota en esos dioses. Hay más, muchos más, cuyo origen no siempre está claro. Entre ellos destacan los siguientes: Hécate, Némesis, Morfeo, Iris, Eros y Pan. 

Los dioses griegos de la segunda generación olímpica 

Los hijos de Crono y Rea tuvieron numerosos vástagos, los más importantes de los cuales pasaron a residir también en el Olimpo.  Destacan Atenea, Ares, Afrodita, Hefesto, Apolo, Ártemis, Hermes, Dionisio, Heracles y Hebes.

Dioses griegos: cuáles son y qué representan

Consulta la historia y origen de los  dioses griegos y titanes más importantes del panteón griego.

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Gaia

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Gea: diosa griega de la tierra

Surgida directamente del Caos, la Tierra, “la del amplio pecho” como la llamaban los poetas, dio a luz por sí sola a dos vástagos, Urano (la bóveda del cielo) y Ponto (el mar). Con el primero tuvo numerosos hijos.

Algunos de ellos eran auténticos monstruos, como los Cíclopes, unos gigantes de un solo ojo, y los Hecatónquiros, que, con sus cincuenta cabezas y cien brazos hacían que los primeros parecieran incluso atractivos. Más tarde nacieron los doce Titanes y Titánides, estos sí, ya de figura humana.  

Kronos

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Crono: dios griego del tiempo

Armado con una hoz que le había dado su madre Gea, Crono castró a Urano y se convirtió en rey del universo. Mas, temiendo que alguno de sus hijos le hiciera lo mismo que él le había hecho a su padre, decidió tragárselos tal y como Rea los sacaba al mundo. Así fue hasta que ella, desesperada por el truculento destino de sus hijos, sustituyó al último, Zeus, por una piedra que Crono se tragó sin sospechar nada.  

Más tarde, Zeus se enfrentó a su padre y le hizo regurgitar uno a uno a sus hermanos, que salieron del estómago paterno ya crecidos: Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera.  

Crono, sin embargo, se revolvió y llamó en su ayuda a los Titanes y Titánides. En la guerra que estalló, la victoria fue para Zeus y sus hermanos, convertidos en nuevos soberanos del universo. El monte Olimpo se convirtió en su residencia. 

Crono, por su parte, acabó encerrado en el Tártaro, el lugar más profundo y tenebroso de la Tierra. 

Atlas

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Atlas: dios griego de la astronomía

Titán de segunda generación, Atlas fue hijo de Japeto y Climene. Al término de la guerra contra los olímpicos, la Titanomaquia, fue condenado por Zeus a sostener la bóveda celeste. 

  • Descubre aquí la historia y el origen de Atlas.

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Prometeo: dios griego del fuego

Hermano de Atlas, Prometeo fue el único Titán que luchó al lado de los olímpicos. Por lo que parece, le empujó a ello su simpatía hacia unas desvalidas criaturas a las que el resto de divinidades prestaba entonces escasa o nula atención: los humanos. Por ellos, precisamente, cayó más tarde en desgracia ante Zeus: el motivo fue haber robado el fuego del Olimpo para que hombres y mujeres pudieran calentarse y sacar partido de él. 

Eos: diosa griega de la aurora

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Eos: diosa griega de la aurora

Hija de Hiperión y Tea, Eos es la personificación de la aurora. Como tal, cada mañana abandonaba su hogar marino para anunciar al mundo la aparición de su hermano Helios. Contrajo matrimonio con un mortal, Titono, para el que pidió la inmortalidad, pero no la eterna juventud, por lo que, involuntariamente, lo condenó a envejecer y envejecer hasta que se convirtió en un grillo. 

Puedes profundizar en la figura de Eos en la mitología griega aquí./a>

Helios

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Helios: dios griego del Sol

Hermano de Eos, Helios es el sol que, montado en su carro, recorre el firmamento y lleva la luz al mundo. Un día cometió el fatal error de cederle las riendas a su hijo Faetón, quien no pudo controlar los caballos solares y empezó a arrasar con sus llamas tierras enteras. Zeus hubo de intervenir fulminando al muchacho. 

Zeus

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Zeus: el rey de los dioses griegos

Zeus es el rey de los olímpicos. En el reparto del universo que hizo con sus dos hermanos, Hades y Poseidón, le tocó el cielo, de ahí que sea el señor del rayo y la tormenta. Sus amores con diosas, ninfas y mujeres mortales fructificaron en un sinnúmero de hijos, para disgusto de su esposa.  

Hera

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Hera: diosa griega del matrimonio

Hermana y esposa de Zeus, Hera es la diosa del matrimonio, la protectora de las mujeres y la guardiana de la fecundidad de la pareja. Con su esposo tuvo a Ares, dios de la guerra; Hebe, diosa de la juventud, e Ilitía, diosa de los partos. Según algunos mitos, a otro de sus hijos, Hefesto, dios de la forja y el fuego, lo concibió sola llevada por los celos. 

Poseidon

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Poseidón: dios griego de las aguas del mundo

Poseidón es hermano de Zeus. Fue el dios de las aguas del mundo, con poder también de hacer temblar la tierra con un golpe de su tridente. Su esposa era una ninfa de las aguas, Anfítitre, con la que tuvo a Tritón, dios de las profundidades marinas. Mas, al igual que Zeus, Poseidón tuvo numerosas aventuras con otras mujeres, tanto inmortales como mortales.  

Hades

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Hades: dios griego de los muertos

De los tres hijos varones de Crono y Rea, Hades fue el que menos suerte tuvo en el reparto del universo: le correspondió el inframundo, el antro subterráneo al que van a parar los espíritus de los difuntos. Eso hizo que no fuera demasiado popular entre los griegos. Y lo fue menos aún después de secuestrar a su sobrina Perséfone, de la que se había enamorado y con la que acabó casándose.

La tierra, que hasta entonces había vivido en una eterna primavera, se hundió en ese momento en un desolador invierno. A Hades no le quedó otro remedio que permitir a su esposa que pasara la mitad del año en el mundo de los vivos. 

Demeter

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Démeter: diosa griega de la agricultura

Démeter es la diosa de la agricultura, la fertilidad de los campos y las estaciones. Fue ella la que enseñó a los humanos a cultivar los cereales. El secuestro por Hades de su hija Perséfone, que había tenido con su hermano Zeus, provocó en ella tal desesperación que transformó la tierra en un erial. 

Hestia

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Hestia: diosa griega de la virginidad

Hestia, la primogénita de Cronos y Rea, era la diosa de la virginidad y la pureza, así como la protectora de los fuegos sagrados del altar y el hogar.  

Puedes leer más sobre quién es Hestia, su historia y los mitos que la rodean aquí.

 

Atenas

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Atenea: diosa griega de la sabiduría

Atenea es la  diosa de la sabiduría, las ciencias, la estrategia, la artesanía, la justicia o la ley. Fue una de las más queridas del panteón griego. También la que tuvo el origen más extraño, pues, completamente armada, nació de la cabeza de Zeus, que Hefesto hubo de abrir de un hachazo. Fue la patrona de la ciudad de Atenas. 

Ares

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Ares: dios griego de la guerra

Ares, hijo de Zeus y su esposa Hera, fue el dios de la guerra, la destrucción y el derramamiento de sangre. Su carácter violento e irascible le valió el desprecio de su padre y de su hermana Atenea, no así de Afrodita, que tuvo con él una apasionada relación que durante largo tiempo fue la comidilla del Olimpo. 

Afrodita

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Afrodita: diosa del amor y la belleza

Afrodita, la diosa del amor y la belleza nació, según un antiquísimo mito, de los genitales que Cronos segó a su padre Urano y lanzó al mar. Otra versión, explicada por Homero en la Ilíada, la hace hija de Zeus y una divinidad oracular, Dione, de ahí que se englobe en el grupo de los olímpicos. Dada su condición de “diosa fatal” que provocaba la pasión de todos los que la veían, Hera la obligó a casarse con el menos agraciado de sus hermanos, el cojo Hefesto. 

Hephestus

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Hefesto: dios griego de la forja

Según una versión del mito, Hera  engendró a Hefesto sola. ¡No iba a ser menos que su esposo Zeus, que había tenido una hija, Atenea, sin necesidad de ella! Sea como fuere, el dios no era precisamente un adonis. Su rasgo más característico era la cojera, provocada, según unos, porque Zeus, en un arrebato de cólera, lo arrojó del Olimpo y lo hizo caer en la isla de Lemnos; según otros, porque nació así, cojo y deforme, lo que llevó a su madre a lanzarlo al mar…

Lo que nadie ponía en duda era su habilidad con las manos, sobre todo a la hora de trabajar los metales en la forja. Incluso se dice que, con arcilla y agua, creó a la primera mujer, Pandora.  

Apolo

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Apolo: dios griego de las artes y la medicina

Nacido de la relación de Zeus con la titánide Leto, Apolo fue el dios de la música, la poesía y las artes, así como de las epidemias y la medicina. También de la adivinación, arte que ejercía desde su oráculo en el santuario de Delfos, del que se adueñó después de dar muerte con sus flechas a la monstruosa serpiente Pitón. 

Artemis

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Artemisa: la diosa griega de la naturaleza y la caza

Artemisa (o Ártemis), hermana gemela de Apolo, con el que compartía la afición por el arco y las flechas, fue la señora de la naturaleza salvaje y la caza. A diferencia de su hermano, sentía tal desprecio hacia el amor y el sexo, que no solo hizo voto de castidad, sino que se mostraba implacable con aquellos que sentían algún tipo de deseo hacia ella.

Al cazador Acteón, que la había sorprendido desnuda mientras se bañaba, lo transformó en ciervo e hizo que sus propios perros lo despedazaran. 

Hermes

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Hermes: dios griego de los pastores y los comerciantes

Hermes,  hijo de Zeus y Maya –una de las siete pléyades– fue el dios de los pastores, los comerciantes y los viajeros, pero también de los ladrones, así como de la astucia y la mentira. Y no solo eso: su padre lo convirtió en el mensajero de los dioses y le encargó que condujera las almas de los difuntos hasta el tenebroso reino de Hades. Fue, por tanto, un dios versátil, y también precoz, pues el mismo día de su nacimiento robó a su hermano Apolo el ganado que custodiaba y, con la concha de una tortuga, inventó la lira. 

Dionisios

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Dioniso: dios griego del vino

Fruto de otra aventura extramatrimonial de Zeus, esta vez con la princesa tebana Sémele, Dioniso fue el dios del vino, la vid y la alegría que transmite la ebriedad. Anhelando compartir esos dones con el resto del mundo, iba siempre de un lado para otro acompañado de un ruidoso séquito de mujeres, las ménades.

Aunque de natural alegre, se volvía implacable con aquellos que no le rendían culto, como su primo Penteo: lo hizo despedazar por las ménades, entre las que se encontraban su madre Ágave y sus tías Ino y Autónoe. 

Heracles

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Heracles: dios griego de la fuerza

Hijo de Zeus y de la mortal Alcmena, Heracles fue un héroe famoso por su extraordinaria fuerza. Entre sus hazañas se cuentan los llamados “doce trabajos”, entre los cuales figuran la muerte de alimañas tan nocivas como el león de Nemea, la hidra de Lerna o el jabalí de Erimanto. A su muerte, subió al Olimpo, donde, por deseo de Zeus, se convirtió en uno de los inmortales.  

Hebe: diosa de la juventud

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Hebe: diosa de la juventud

Diosa de la juventud, era la encargada de escanciar las copas de los olímpicos con el divino néctar. Por deseo de su padre Zeus, no así de su madre Hera, contrajo matrimonio con Heracles.  

Hecate

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Hécate: diosa lunar y nocturna

Descendiente de los Titanes (según un mito, era hija de Perses, hijo a su vez del titán Crío), Hécate fue una diosa lunar y nocturna, relacionada con los límites entre los distintos mundos y la magia.  

Nemesis

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Némesis: diosa griega de la justicia

Hija de Nix, la noche, Némesis es la diosa de la justicia y de la venganza, castigadora implacable de la soberbia, la infamia y la impiedad hacia los dioses y los padres. 

Morpheus

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Morfeo: dios griego de los sueños

Hijo de Hipnos, el sueño, y Nix, la noche, Morfeo es el dios de los sueños. Su forma de actuar es tomar una apariencia humana y mostrarse así a las personas dormidas para transmitirles un mensaje profético o divino.  

iris

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Iris: mensajera de los dioses

Antes de que Hermes le quitara el puesto, Iris era la mensajera de los dioses, labor que, no obstante, siguió desempeñando para Zeus y, sobre todo, para Hera. Es también la diosa del arco iris, símbolo de la unión del cielo y la tierra. 

Eros

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Eros: dios griego del amor

Dios del amor o, más bien, del impulso amoroso, la atracción sexual y la fertilidad, Eros fue una de las fuerzas primordiales que dio origen al universo desde el Caos. Otros mitos posteriores, sin embargo, lo hicieron hijo de Afrodita y Ares. Fue entonces también cuando adquirió su aspecto de niño alado armado con arco y flechas, unas de punta de oro que despiertan la pasión amorosa; otras, de punta de plomo que provocan rechazo. 

Pan

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Pan: dios griego de la fertilidad

Dios de la fertilidad de los campos y los rebaños, Pan era hijo de Hermes y una ninfa, que lo abandonó horrorizada nada más ver lo que había parido: una berreante criatura con piernas, cola, cuernos y orejas de macho cabrío. Su padre, sin embargo, lo recogió y lo llevó hasta el Olimpo, donde creció. Más tarde, se convirtió en uno de los bulliciosos compañeros de Dioniso, cuyas fiestas acompañaba al son de la siringa, una flauta de su invención. 

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