Cuando queremos bajar de peso, todas pensamos en lo mismo: toca salir a correr, sudar mucho, hacer ejercicio y, sobre todo, mucho cardio. Pero quizá esta estrategia no sea la mejor para conseguir un cambio físico. Así lo anuncia Juan Antonio Martín, entrenador y experto en reducir barriga, en sus redes sociales.
“Te traigo malas noticias si eres una persona que sigue creyendo que cuanto más cardio hagas, más grasa vas a perder”, comienza el entrenador en su video antes de compartir con sus seguidores algo que, quizá, nadie te haya contado. Y es importante, porque es la clave para conseguir que el cardio no te juegue en contra, sino a favor, cuando se trata de perder grasa.
El cardio puede ser tu enemigo
Parece imposible de imaginar, en especial si tenemos en cuenta que durante las últimas décadas la mayor en el mundo del fitness ha sido que, para quemar grasa, el cardio es lo más eficaz. Pero como explica Martín en sus redes, “haciendo solo cardio puede que quemes más calorías en el momento, pero si no trabajas tus músculos, tu metabolismo se acabará haciendo más lento y quemarás menos en el largo plazo”.
De hecho, el entrenador explica que “si abusas del cardio sin hacer entrenamiento de fuerza, puede que pierdas peso, pero también músculos, y como resultado, tendrás un cuerpo flácido y un metabolismo cada vez más lento”. No hace falta ser un experto para saber que esto es justo lo contrario que esperamos conseguir cuando nos subimos a la cinta, a la elíptica o vamos a nadar cada mañana.
Pero ¿qué tiene el cardio que puede convertirse tan rápidamente en nuestro enemigo a la hora de bajar de peso? ¿Y cómo podemos hacerlo de forma más adecuada?
Menos cardio, más pesas
Como bien explica Martín, hacer más cardio no te ayudará a quemar más grasas. O al menos, no del todo. Porque es cierto que el cardio ayuda a quemar calorías, algo esencial para producir ese déficit calórico que tanto ansiamos y empezar a perder grasa. Pero no es la única ni la mejor estrategia para conseguirlo, especialmente si nos centramos únicamente en hacer cardio y no lo acompañamos de entrenamiento de fuerza y una buena alimentación.
El principal problema es, como explica el entrenador, que “el cardio solo quema calorías en el momento”. Es decir, cuando hacemos bici, corremos, bailamos o hacemos cualquier otro ejercicio cardiovascular, elevamos el gasto calórico durante el ejercicio, y en algunos casos, durante un corto periodo después (lo que los expertos llaman efecto EPOC). Pero no estamos generando un cambio duradero en el metabolismo, que es lo verdaderamente importante para bajar de peso.
¿Cómo podemos conseguir este cambio en el metabolismo? Desarrollando la masa muscular, dado que el músculo consume, de forma natural, más calorías que otros tejidos de nuestro organismo. Cuanto más músculo tengas, más calorías quemarás incluso en reposo.
El cardio no se lleva bien con los músculos
Aunque el cardio sigue siendo una parte esencial de cualquier rutina deportiva, por sus beneficios para el corazón y su capacidad de aumentar nuestro gasto calórico diario, “hacer demasiado cardio puede hacerte perder músculo”, explica el entrenador experto en reducir barriga.
Y es cierto, en especial cuando estamos en déficit calórico y no hacemos entrenamiento de fuerza. La razón es sencilla. Al tener menos energía disponible, nuestro cuerpo puede empezar a usar el tejido muscular como combustible, reduciendo nuestra masa corporal. Y ya sabemos que menos músculo significa un metabolismo basal más bajo y, por tanto, menos calorías quemadas en reposo.
Existe una solución
Por suerte, Juan Antonio Martín no nos trae únicamente malas noticias. También tiene buenas nuevas para quienes desean ponerse en forma. “La clave”, asegura, “está en combinar cardio con entrenamiento de fuerza y una alimentación bien ajustada a tu objetivo”.
Según su recomendación, lo ideal es integrar en nuestra rutina “entrenamiento de fuerza para mantener músculo y acelerar el metabolismo”, lo cual nos ayudará a mantener o aumentar la masa muscular, para que el cuerpo siga quemando calorías, incluso en reposo. Además, este tipo de ejercicio mejora la composición corporal, haciendo que tengamos menos grasa y más firmeza.
El cardio no podemos olvidarlo del todo, pero tampoco podemos abusar. Es esencial para mejorar la salud cardiovascular y generar déficit calórico, pero no debe ser lo único que hagamos cuando entrenamos.
Para acabar, añade Martín, debemos “comer lo necesario para quemar grasa sin activar el ‘modo supervivencia’”. Y es que el entrenador es un firme defensor de que para bajar de peso no sirve de nada matarnos de hambre. Si nos provocamos un déficit calórico extremo, el cuerpo puede adaptarse reduciendo su gasto energético (reduciendo el metabolismo) y haciendo uso de las reservas que tiene a su disposición. Y sí, eso incluye tus músculos. También puede conllevar que aparezcan síntomas como la fatiga o el hambre extrema, que no tienen nada de beneficioso para conseguir bajar de peso.
En conclusión, conseguir un déficit calórico sigue siendo la clave para bajar de peso, pero el cómo generas ese déficit es lo verdaderamente importante. Si solo haces cardio, puedes estar jugando en tu contra. Pero combinando cardio moderado, ejercicios de fuerza y una buena alimentación, los resultados que obtendrás serán más sostenibles y saludables.
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