Muchos recordarán con nostalgia aquellas excursiones de su infancia que emprendían en familia a finales de verano y cómo, tal vez, aprovechaban para recolectar frutos del bosque que la naturaleza les brindaba a su paso.

Fresitas, frambuesas, moras, grosellas, endrinas, guillomos y arándanos alcanzan en esta época –con algunas diferencias altitudinales– su grado óptimo de maduración, un estado que estas bayas silvestres anuncian a través de la brillantez de sus pigmentos rojos o azulados, que atraen a la vista y al paladar.

Estos frutos son devorados por numerosas criaturas del bosque: zorzales, currucas, urogallos o incluso osos... Y al hacerlo contribuyen decisivamente a la dispersión de la especie.

Pero, además, la costumbre de cosechar frutos del bosque está muy generalizada en los países del centro y norte de Europa, donde es tradición servirse de ellos para elaborar apetitosos zumos, compotas, pasteles y licores variados. También lo es en muchas comarcas de montaña de los Pirineos y los montes cantábricos.

La elaboración de ratafías, aguardientes como el pacharán, y también jarabes con endrinas, arándanos y moras era bien conocida por nuestros antepasados. Más allá de sus innegables usos culinarios, los frutos del bosque tienen una notable utilidad terapéutica que se conoce desde antiguo.

Frutos del bosques silvestres: propiedades y remedios caseros

A continuación presentamos siete de esos frutos silvestres con los que es posible preparar diferentes remedios medicinales al alcance de todos. 

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escaramujo

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Escaramujo, un gran astringente

Es el fruto del rosal silvestre (Rosa canina). Crece en toda Europa, en márgenes de bosques y sotos ribereños.

  • Propiedades: El escaramujo es astringente, antidiarreico, diurético, vitamínico, venotónico.
  • A quién conviene: Su riqueza en vitamina C es extraordinaria (en la pulpa y la piel alcanza 1.500 mg/100 g), si bien por su astringencia resulta poco aconsejable llegar a comer tal cantidad. En confitura, se calcula que la cifra es de 50 mg/100 mg. Además, es muy rico también en riboflavina, pectina y ácidos orgánicos. Se destina sobre todo a poner fin a las diarreas pero también para combatir la debilidad, la falta de energía, la astenia y los procesos infecciosos del sistema respiratorio. Como tónico venoso, se ha utilizado en caso de varices, flebitis y hemorroides, y los herbolarios lo recomiendan para tratar edemas, retención de líquidos e infecciones urinarias. Como astringente, en uso tópico, se emplea para atajar hemorragias leves, en heridas y cortes.
  • Cómo se toma. Los frutos no maduros en exceso se pueden tomar crudos, para picar entre horas, aunque el sabor resulte algo acre o insulso. La decocción se prepara con 30 g de escaramujos por litro de agua. Se puede beber como diurético y antiasténico o aplicar en baño parcial como tónico venoso. Otra opción es elaborar jarabes o tinturas (macerados en alcohol).
  • Precauciones. Ninguna.

 

arandano-rojo

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Arándano rojo, aliado del riñón

El fruto del arándano o mirtilo rojo (Vaccinium macrocarpon) es originario de Norteamérica, donde aparece en landas y claros de bosques, y donde se cultiva en grandes plantaciones. Para la cosecha se utiliza el método húmedo: se inunda la plantación de arándanos; cuando los frutos caen, flotan en la superficie del agua formando una espectacular alfombra roja, de manera que resulta muy fácil recolectarlos con la ayuda de redes y pértigas.

  • Propiedades: Se considera diurético, antiséptico urinario, antibacteriano, antioxidante, vitamínico, astringente, hemostático, tónico venoso.
  • A quién conviene: El arándano rojo contiene antocianinas en la piel, taninos, vitamina C y carotenoides. Destaca su importancia como antioxidante, para prevenir y combatir las infecciones, especialmente la producida por la bacteria Escherichia coli. Los herbolarios lo recomiendan principalmente para tratar las infecciones en el tracto urinario, como la cistitis y la prostatitis, para aumentar el flujo de orina y para desodorizar la orina en personas que sufren incontinencia. Se indica también en situaciones de insuficiencia venosa, como varices y hemorroides. Los arándanos rojos ayudan a digerir mejor, equilibran la flora bacteriana y pueden ser usados como sustitutos del azúcar en el yogur y en repostería.
  • Cómo se toma: Lo más usual es tomar los arándanos deshidratados, en el yogur, con los cereales o para picar. Se emplean también en repostería y resultan muy refrescantes tomados en zumo y sorbete.
  • Precauciones: Consultar con el médico si se están tomando fármacos anticoagulantes como la warfarina.

endrina

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Endrina, un freno para la diarrea

La endrina es el fruto del endrino (Prunusspinosa). Es común encontrarlo formando setos, en márgenes de bosques y prados. Está presente en toda Europa.

  • Propiedades: Es astringente, antidiarreica, antioxidante, cicatrizante.
  • A quién conviene: La piel azul negruzca de la endrina contiene un pigmento rojo e hidrosoluble, la prunicianina, que había sido empleado para pintar acuarelas. Contiene también taninos, pectina, azúcares y ácidos orgánicos. Las endrinas se han usado como astringentes para combatir las diarreas, las hemorragias bucales, el sangrado de encías, en aftas y faringitis. Por su astringencia, estimulan la salivación, lo que era aprovechado antiguamente por la gente de las comarcas leridanas para facilitar el hilado del cáñamo, que se hacía con la boca.
  • Cómo se toma: Los frutos tienen un sabor algo acre, que se atenúa en parte en la maduración, cuando los ácidos se transforman en azúcares. Se pueden tomar frescos pero lo más usual es preparar con ellos zumos, licores (como el famoso pacharán navarro), compotas y jarabes. Para hacer un jarabe de endrinas se necesita medio kilo de endrinas por el mismo peso en azúcar. Se pone a hervir 20 minutos, se cuela y se exprime el jarabe. Los frutos se pueden tomar también en decocción (una cucharada sopera por taza de agua).
  • Precauciones: La semilla contiene amigdalina, un glucósido que por contacto con el agua produce glucosa y cianuro de hidrógeno. Puede resultar tóxico si se toma en grandes dosis, por lo que se recomienda apartar la semilla de la pulpa cuando se elabore el jarabe.

 

mora

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Mora, la baya más rica en hierro

Constituye el fruto de la zarzamora (Rubus ulmifolius). Muy abundante en riberas, barrancos y claros de bosques, está presente en toda Europa.

  • Propiedades: Hemostática, astringente, revitalizante, vitamínica, diurética y antioxidante.
  • A quién conviene: Aunque en herboristería se suelen usar más las hojas de zarzamora que las moras, estas se comportan también como astringentes y aportan vitamina C y antioxidantes en sus pigmentos (antocianósidos). Se recomiendan como revitalizantes en situaciones de convalecencia, astenia, fatiga y debilidad, como preventivo contra infecciones respiratorias y urinarias, y como astringente, en caso de diarreas, hemorragias leves y encías sangrantes.
  • Cómo se toma: Las bayas maduras resultan deliciosas frescas y solas, pero también se pueden añadir al yogur o al muesli. Con ellas se elaboran zumos, sorbetes y licores, y se emplean en repostería. Puedes preparar un jarabe tonificante tradicional con el zumo, añadiendo dos veces su peso en azúcar y calentándolo hasta deshacerlo por completo.
  • Precauciones: Un exceso de bayas puede resultar indigesto. Esto también puede ocurrir si se toman las moras cuando todavía están verdes. 

arandano

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Arándano, buen amigo de la vista

El arándano es el fruto del mirtilo (Vaccinium myrtillus). Se encuentra en landas, matorrales y claros de los bosques de montaña. Está presente en Europa, incluidas las montañas del norte de la Península y el Sistema Central.

  • Propiedades: El arándano es antiinflamatorio, antihemorrágico, astringente, antioxidante, venotónico, antiséptico y diurético.
  • A quién conviene: Constituye un recurso de herbolario para tratar la debilidad capilar y mejorar el riego sanguíneo. Se indica para aliviar las varices y las hemorroides, pero también para corregir la mala visión nocturna, al favorecer la microcirculación sanguínea a nivel ocular. Se prescribe asimismo para la retinitis pigmentaria –un daño en la retina, generalmente de origen genético– y la miopía. Y se comporta como un antioxidante.
  • Cómo se toma: Fresco o deshidratado, a cucharadas o en el yogur (se deja unos 10 minutos antes de consumirlo para que se deshidrate). Los arándanos se pueden tomar también en decocción –una cucharada sopera por vaso de agua– o bien elaborar con ellos gustosos zumos, compotas y helados. El jarabe se prepara con medio kilo de arándanos frescos por la misma cantidad de azúcar: se hierve unos 15 minutos y se filtra el líquido resultante. Se encuentra también en tintura y extracto líquido.
  • Precauciones: A causa de sus taninos, no se recomienda en caso de gastritis y úlcera gastroduodenal.

frambuesa

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La frambuesa, un caudal de vitaminas

La frambuesa es el fruto del frambueso (Rubus idaeus). Se encuentra en matorrales de montaña y claros de bosques húmedos y está presente en toda Europa, incluidas las sierras montañosas del centro y norte peninsular.

  • Propiedades: Es una baya silvestre vitamínica, antioxidante, diurética, aromatizante.
  • A quién conviene: Las frambuesas contienen vitamina C y antioxidantes naturales, así como azúcares. Ayudan a prevenir las infecciones y aportan vitalidad y resistencia ante esfuerzos físicos. Resultan muy refrescantes.
  • Cómo tomarlas: Frescas, de postre o a media tarde, en zumos y sorbetes, incorporadas a macedonias o pasteles. Los herbolarios las recomiendan liofilizadas, un proceso de congelación en vacío por el cual la fruta pierde agua pero no sus virtudes y el sabor está más concentrado.
  • Precauciones: No tomar en caso de gastritis y úlcera gastroduodenal.

 

Los antioxidantes de los frutos del bosque

Cuatro principios activos son los principales responsables de los atributos medicinales de los frutos del bosque:

  • Antocianinas: Son los pigmentos que otorgan a estos frutos su color azulado, anaranjado o rojizo, y que les confieren virtudes antiinflamatorias, antihemorrágicas y vitamínicas, lo que favorece la circulación sanguínea a nivel periférico y la permeabilidad de los vasos capilares.
  • Flavonoides: Pigmentos amarillos o incoloros que atraen a los polinizadores con sus colores y aromas. Destacan por sus virtudes antioxidantes, antimicrobianas y cardiotónicas, y ayudan a reducir el colesterol.
  • Taninos: Compuestos polifenólicos que se caracterizan por su gran fuerza astringente y antihemorrágica. Se comportan como antibacterianos y antioxidantes pero un consumo excesivo podría provocar irritación gástrica.
  • Vitaminas: La vitamina C, en especial, comparte las virtudes antioxidantes y antiinflamatorias de los otros principios activos, ayuda a prevenir infecciones y aporta vitalidad.