Si alguna vez has estado en la Capadocia, en Turquía (o la has vista en algún documental), seguro que recuerdas las características formaciones rocosas, altas y en forma de columna coronada con una cúpula cónica. Un paisaje impresionante que queda grabado en la memoria.

Pues bien, no hace falta ir tan lejos para ver un paisaje muy similar, aunque de menores dimensiones. A solo una hora de la frontera con España hay un sitio conocido como la Capadocia francesa que te dejará sin aliento. Un monumento natural que merece la pena visitar.

Un paisaje lunar a una hora de España

Este paisaje tan especial, como sacado de la mismísima Luna o de otro planeta, está ubicado en la región de los Pirineos Orientales, en el sur de Francia, y a solo una hora de la frontera de España. Se trata de una serie de altas columnas arenosas, de unos 10 a 12 metros de altura, enclavadas entre una exuberante vegetación.

Orgues d'Ille-sur-Têt
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Hablamos de Les Orgues d’Ille-sur-Têt, un lugar mágico, rodeado de misterio y leyendas, situado en el valle del Tet, al norte del municipio que le da nombre, Ille-sur-Têt, que está situado en la margen izquierda del rio Tet.  

El relieve singular de las formaciones rocosas recuerda a los tubos de los órganos de las iglesias, de ahí su nombre.

Formaciones rocosas moldeadas por el viento

El paisaje único que ofrece Les Orgues d’Ille-sur-Têt puede parecer mágico, pero tiene una explicación. Estas espectaculares formaciones naturales, que también se conocen como chimeneas de hadas, han sido esculpidas por el agua y el viento en arcillas y arenas extraídas de los macizos pirenaicos y depositadas en el Tet durante los últimos 5 millones de años.

Las columnas, que son de roca blanda, están coronadas por una estructura más resistente. La acción de los agentes erosivos es más intensa en la parte más blanda, cuyo diámetro va disminuyendo con el tiempo. Así, la erosión hace que el casquete superior pierda gradualmente sus cimientos y finalmente se derrumbe. A partir de ahí, la columna acaba también desvaneciéndose. Es por ello que el paisaje resulta cambiante

Ruta por Les Orgues d’Ille-sur-Têt

Les Orgues está a unos 30 minutos de Perpiñán, a donde se puede acceder fácilmente desde España por la autopista AP-7 (E15). Desde la frontera española (por ejemplo, desde Figueres o Girona), hay que ir hacia el norte en dirección a Perpiñán y luego tomar la N116 en dirección oeste hacia Ille-sur-Têt.

A partir de ahí, hay que seguir las indicaciones hacia Les Orgues d’Ille-sur-Têt, que se encuentra justo al norte. Hay un aparcamiento gratuito y, a continuación, hay que caminar unos 15 minutos hasta la entrada del complejo.

Clasificado como monumento natural protegido desde 1981, Les Orgues d’Ille-sur-Têt pertenece al ayuntamiento de Ille-sur-Têt, que es el encargado de su mantenimiento y su seguridad y que regula su acceso. Para entrar hay que abonar la entrada, que a 2025 es de 5 euros para los adultos y 3,5 para los niños.

A partir de ahí, puedes apreciar toda la belleza de este lugar único perdiéndote por los pequeños senderos laberínticos señalizados para explorar cada rincón de los “órganos”. Los caminos son accesibles para todos los públicos y están también adaptados para personas con movilidad reducida. Puedes recorrer su distancia, de unos 2 kilómetros, tranquilamente en una hora, y existe también la posibilidad de realizar una visita guiada.

Hay que recordar que, aunque las columnas parezcan majestuosas, en realidad son muy frágiles y están sujetas a las inclemencias del tiempo. Es por ello que no es posible escalarlas, así como tampoco acampar, recolectar minerales, hacer fogatas o dejar basura. ¡Aunque siempre puedes inmortalizarlas con tu cámara!

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