Tusílago

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El nombre ya advierte sobre la fuerza terapéutica de esta planta, conocida desde hace miles de años por ser uno de los mejores remedios naturales para acabar con la tos.

El término tusílago deriva de la voz latina tussis por tos y agere por echar o perseguir en alusión a su referido poder antitusígeno. Antiguamente las hojas de esta planta se fumaban para curar la tos seca y persistente, así como para tratar el asma.

El tusílago (Tusilago farfara) es un rizoma subterráneo del que brotan tallos que alcanzan los 30 cm de altura. Las hojas son perennes, grandes y largamente pecioladas. La planta destaca por la presencia de unos vástagos recubiertos de escamas que florecen a principio de primavera exhibiendo bellas flores amarillas.

Las hojas no aparecen hasta después de la floración. El tusílago crece en suelos arcillosos y húmedos y en márgenes de bosques y caminos.

Propiedades medicinales

  • El tusílago contiene abundantes mucílagos, taninos, inulina, flavonoides y alcaloides que le confieren su probada acción antitusígena y expectorante.
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  • Es un eficaz protector de las mucosas, lo que convierte a esta planta en uno de los remedios más valiosos para combatir la tos, aliviar los catarros respiratorios y despejar las vías respiratorias, impidiendo al mismo tiempo que se desarrollen las inflamaciones de faringe, laringe, amígdalas y bronquios.
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  • El tusílago actúa con probada eficacia contra aquellas toses persistentes e irritativas que cuesta hacer desaparecer, al tiempo que ayuda a bajar la temperatura corporal. Por su fuerza para limpiar los bronquios y regenerar las mucosas respiratorias resulta ideal para los ex-fumadores y se ha recomendado en la cura de desintoxicación del tabaco.
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  • Las hojas de tusílago también resultan indicadas en casos de asma y en determinados problemas dentales. Pero se aconseja no prolongar demasiado su ingestión.
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Fórmulas de herbolario

  • Tisana para depurar los bronquios: Se combinan 15 g de tusílago, pulmonaria, liquen de Islandia, marrubio y brotes de pinabete, disponiendo una cucharada sopera de la mezcla por cada 1/4 de litro de agua.
  • Cómo prepararla: Se hierve durante 2 minutos y se deja reposar tapada 10 minutos más. Debe tomarse una taza bien caliente cada cuatro horas. Para mejorar el sabor puede agregarse una cucharadita de miel.
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  • Infusión contra la tos: Una excelente alternativa contra la tos es la tisana que se elabora mezclando 20 g de flores de tusílago con la misma cantidad de otras hierbas igualmente expectorantes: pino albar, culantrillo y eucalipto, más el refuerzo digestivo del hinojo.
  • Cómo prepararla: Se combina una cucharada sopera de la mezcla por cada taza y se deja hervir 3 minutos. La dosis óptima son tres tazas diarias, después de las comidas, y preferiblemente bien calientes. Quienes lo deseen pueden mejorar su sabor añadiendo un chorrito de zumo de limón.
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  • Para bajar la temperatura corporal: Resulta muy efectiva la tisana que se prepara combinando 15 g de tusílago, amapola, genciana y saúco y disponiendo una cucharada sopera de la mezcla por cada taza de agua.
  • Cómo prepararla: Se hierve 3 minutos y se mantiene en infusión durante un cuarto de hora. Pasado ese tiempo se cuela y se agrega zumo de limón o miel para disimular su sabor amargo.
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Jordi Cebrián. Asesora: Trini Ferrán, herborista de «El Manantial de Salud»

 

 

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