En la temporada de frío y sobre todo cuando hay baile de temperaturas, las afecciones respiratorias se disparan, como la bronquitis y otras muy corrientes como la faringitis, la laringitis y los episodios gripales.

Remedios naturales contra los resfriados

No hace falta recurrir a los preparados farmacéuticos –muchos de ellos con efectos secundarios poco deseables– para calmar y superar un resfriado. Puedes atajarlo con tisanas, extractos, gotas, infusiones o cataplasmas.

Tisana descongestionante

Mezcla que combina, a partes iguales, flor de saúco, hojas de pulmonaria, raíz de malvavisco y musgo de Islandia (las dos últimas mucolíticas). Se hierve una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua durante 2-3 minutos, se filtra y se deja reposar diez más. Se pueden tomar tres tazas al día, mejor en ayunas, con miel de tomillo. Esta tisana ayuda a combatir la infección, suaviza las vías respiratorias para evitar que se irriten y elimina la mucosidad.

Gotas de equinácea

De 10 a 20 gotas de extracto líquido al día, disueltas en agua o limón. La equinacea refuerza la inmunidad activando los leucocitos. Es antiviral, antitérmica y antiinflamatoria.

Extracto de propóleo

Recurso clásico muy efectivo para las infecciones respiratorias. Se encuentra en extracto líquido (3 o 4 gotas disueltas en zumo de limón) o bien en caramelos, cuando hay tos.

Cataplasmas de linaza

Se aplica una masa tibia de linaza y fenogreco sobre el pecho y se mantiene durante unos minutos, hasta que se enfríe del todo. Actúa como mucolítico y descongestionante.

Jarabe de espino amarillo

Se pueden tomar en jarabe unas 3 cucharadas soperas al día. Los frutos de espino amarillo aportan vitamina C, mucílagos y carotenoides.

Infusión con pino

Para la tos y el resfriado hervir 30 gr de yemas de pino en un litro de agua. Dejar enfriar antes de filtrar. Beber de 3 a 5 tazas al día. Para la sinusitis y problemas bronquiales preparar con dos cucharadas de la planta en un litro de agua en ebullición. En vez de yemas también se pueden preparar con unas gotas del aceite esencial (no recomendable en el embarazo, la lactancia y en niños menores de seis años). Cuando está listo, se coloca la cabeza sobre el recipiente y se inhalan los vapores.

Plantas contra los resfriados

Para hacerles frente, las plantas medicinales ofrecen una buena alternativa a los fármacos.

El tusílago es una de las mejores plantas de herbolario, especialmente para la tos. Además, existen otras plantas de uso más común, como el jengibre, el saúco y el tomillo, que resultan muy eficaces, y con las que podremos elaborar en casa nuestros propios remedios.

1 /4

1 / 4

Saúco para reducir la fiebre

Las flores de saúco reducen la fiebre, alivian el dolor muscular y contribuyen a restaurar las mucosas.

Puedes tomarlas en infusión con regaliz, pulmonaria o eucalipto, pero el jarabe de saúco también resulta muy práctico y eficaz.

2 / 4

Tusílago, un eficaz expectorante

Del tusílago se utilizan sus grandes hojas en forma de garra, por las que la cultura popular lo conoce también como "pata o uña de caballo" y "uña de asno". Aparecen cuando las flores se han marchitado, y se recogen en primavera o verano.

Contienen mucílagos en abundancia, hasta un 15% de su peso, junto con flavonoides, polifenoles, fitosteroles y trazas de alcaloides.

Se utiliza sobre todo para combatir la tos irritativa, la congestión pulmonar y la irritación de garganta, pues presenta una acción antitusígena, expectorante y mucolítica muy acentuada. Además actúa como antiséptico y demulcente. Es muy adecuado para dar apoyo a fumadores y exfumadores, frente a la bronquitis crónica y para ayudar a deshabituarse de la adicción.

3 / 4

Jengibre contra la tos

El jengibre posee un efecto expectorante, ablanda la tos, alivia la fiebre y combate la infección.

Se usa el rizoma en decocción, solo o con otras hierbas que lo complementen.

4 / 4

Tomillo, muy útil para aliviar la garganta

Este clásico contra los resfriados combate la infección, descongestiona y ayuda a bajar las décimas de fiebre.

Con estos fines medicinales se utilizan las sumidades floridas.

Además de tomarlo en infusión, puedes probarlo así: además de beber la infusión puedes hacer vahos para expectorar o gargarismos para aliviar la garganta.

Plantas medicinales contra la gripe

Coincidiendo con la llegada de los primeros fríos, tenemos que hablar del inoportuno virus de la gripe, que decide instalarse unos cuantos días en el organismo y que se calcula que puede afectar a tres millones de españoles cada año, con una especial incidencia entre enfermos crónicos, niños y ancianos.

El tiempo de incubación del virus de la gripe es de uno a tres días, y los síntomas que alertan de su presencia, que pueden ser algo bruscos al principio, no suelen alargarse más allá de cinco días en situaciones normales.

Esos síntomas son la fiebre y una sensación de debilidad general, acompañada a veces de dolores musculares, migraña y pérdida de apetito.

En caso de gripe hay que hidratarse bien, descansar todo lo posible, aceptar la fiebre, comer ligeramente y no obstinarse.

Pero la fiebre, más que cortarla con fármacos agresivos, es preciso tenerla bajo control, pues contribuye a que la autocuración siga su curso. Solo si aumenta excesivamente y si se presentan convulsiones es necesario intervenir con compresas frías sobre el pecho o el vientre y administrar algún antitérmico natural.

Y es que en caso de fiebre lo que realmente conviene es mantener el organismo hidratado para compensar la pérdida de agua y de minerales que se produce con el sudor.

Algunas plantas medicinales también muestran efectos antivirales, febrífugos, antitusivos y descongestionantes y pueden por tanto ayudar en caso de gripe.

Hisopo (Hyssopus officinalis)

El hisopo es uno de ellos. Tomado en infusión o jarabe puede bajar la fiebre, despejar las vías respiratorias, ablandar la tos y aliviar los dolores musculares asociados.

Propiedades

Antiséptico, febrífugo, antitusivo, expectorante, antiespasmódico, astringente.

Cómo se usa el hisopo contra la gripe

En infusión simple o combinada, jarabe, extracto fluido, cápsulas, tintura, aceite esencial y en supositorios.

Ulmaria (Filipendula ulmaria)

Otro clásico antipirético natural es la ulmaria, que contiene derivados flavónicos que, en contacto con la flora bacteriana, dan lugar a salicilato de metilo, por lo que reduce las décimas de fiebre y el malestar.

La ulmaria es digestiva, reduce la acidez de estómago y alivia el dolor de las articulaciones.

Propiedades

Antipirética, analgésica, antiinflamatoria, diurética, antibacteriana, antiviral.

Cómo tomar ulmaria contra la gripe

En infusión simple o combinada, en jarabe, cápsulas y extracto líquido.

Jin yin hua o madreselva japonesa (Lonicera japonica)

Otro remedio chino contra la fiebre alta, útil para el primer estadio de la gripe, es la madreselva japonesa o jin yin hua, pues se usa para eliminar el calor de los conductos respiratorios, y que estimula la circulación del chi.

Sus flores cortan la tos y alivian los espasmos musculares.

Usada en enjuagues, alivia la irritación de garganta.

Propiedades de la madreselva japonesa

Febrífuga, antiséptica, antiinflamatoria, antiespasmódica, hidratante, hipotensora.

Cómo tomarla

En infusión, en polvos, en cápsulas y en enjuagues o gargarismos.

Limonero (Citrus limonum)

Y no está de más acabar con un remedio clásico cuando aparece la fiebre: el limonero, sea tomado en zumo o en formulaciones, pues combate la fiebre, reduce el dolor muscular y favorece la hidratación y remineralización del organismo.

El fragante jugo de su fruto, el limón, se emplea para aromatizar muchas recetas.

Propiedades

Antiséptico, febrífugo, hidratante, remineralizante, diurético, tónico venoso, hemostático local y antidiarreico.

Cómo usar el limonero en caso de gripe

En forma del clásico zumo de limón, pero también en maceración o decocción de la corteza, en tintura, extracto fluido y en remedios populares.

Hábitos saludables para prevenir y mejorar los resfriados

Adoptar ciertos hábitos saludables puede contribuir, sin duda, a prevenir estos problemas.

En la mesa es importante aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas C, A y del grupo B, junto con los de más poder antioxidante.

También ayuda evitar situaciones de riesgo como los cambios bruscos de temperatura entre el exterior y el interior de edificios o transportes, ventilar bien las habitaciones y evitar en lo posible los humos de la industria o del tabaco.

Este artículo se ha elaborado con​ la asesoría de Josep Maria Teixé, herborista de El Manantial de Salud.