No cabe duda de que entre los muchos dones de los que disponía José “Pepe” Mujica, el de la palabra era de uno de sus grandes tesoros. El expresidente de Uruguay ha fallecido este 13 de mayo a la edad de 89 años, dejando a sus espaldas una larga lista de frases con las que recordaremos su memoria, y que harán reflexionar a generaciones.
Mujica unió la política y la filosofía, y aunque su don era la palabra, siendo fiel a aquello de que “las palabras se las lleva el viento”, vivió una vida ejemplar, de la que podemos aprender mucho. Estas frases son parte de esa enseñanza, de esa lección que haríamos bien en integrar en nuestras vidas para no ver en la adversidad obstáculo alguno para la felicidad.
"La gente no compra con plata"
Mujica fue crítico con el sistema en el que vivimos. Aseguraba que “una de las desgracias de la política es haber abandonado el campo de la filosofía y haberse transformado demasiado en un recetario meramente económico”, para la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en 2014, cuando todavía era presidente de Uruguay.
Esta misma crítica, la extendía también a la manera en la que la sociedad se había adaptado a este modelo económico. Nos recordaba, con el tino de los grandes genios, allá por 2013, que “la gente no compra con plata, compra con el tiempo que tuvo que gastar para tener esa plata”. En su afán de guardián de lo importante, recordaba que “no se puede despilfarrar ese tiempo, hay que dejarle tiempo a la vida". Al final de la vida no recordarás las horas extra, el sueldo, el reloj que compraste o los logros profesionales. Mirarás hacia atrás y pensarás en los besos, los abrazos, las risas compartidas y cada segundo de disfrute que le arrebataste a la vida.
Para él, esto era tan importante como comprender que “pobres son los que quieren más, los que no les alcanza nada”, porque para él la riqueza no estaba en lo material, sino en el tiempo. “Esos son pobres, porque se meten en una carrera infinita”, decía el expresidente uruguayo en una entrevista para la BBC en 2012, porque con este afán, continuaba “no les va a dar el tiempo de la vida”.
Su visión sobre este tema era firme, y defendía sin remilgos que "prometemos una vida de derroche y despilfarro, y en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra la humanidad como futuro. Civilización contra la sencillez, contra la sobriedad, contra todos los ciclos naturales”.
"Soy un viejo medio loco, porque filosóficamente soy un estoico"
Pepe Mujica no fue solo un gran político, fue un “loco filósofo”, como él mismo se declaraba en 2014, cuando aún era presidente. “Yo sé que soy un viejo medio loco, porque filosóficamente soy un estoico por mi manera de vivir y los valores que defiendo. Y eso no encaja en el mundo de hoy", explicaba el por aquel entonces jefe de Estado.
Todo esto, además de compartirlo con su habitual aire reflexivo, le sorprendía. "¿Qué es lo que le llama la atención al mundo?”, preguntaba en otra entrevista con BBC en 2014, “Que vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo, ¿esas son las novedades? Entonces este mundo está loco porque le sorprende lo normal".
Sobre sus inclinaciones filosóficas, confundidas en ocasiones con política, el presidente compartía en 2024 que había quien declaraba “Es marxista”, a lo que el respondía: “No, el estoicismo es más viejo que el cristianismo, no me jodas. Es una vieja corriente de filosofía, una concepción de la vida. Por eso la sobriedad con que vivo", dijo, tan coherente como siempre. "Y como fui presidente vienen acá y ven esta casita y me admiran. Pero no me siguen ni en pedo", continuaba en esa misma entrevista.
En enero de 2025, Mujica anunció que su final estaba cerca, que el cáncer de esófago que le habían diagnosticado tiempo antes se había expandido por su cuerpo. Su petición fue sencilla, quería pasar sus últimos días tranquilo, en su chacra y trabajando la tierra. Y es que ya en 2022, el expresidente había dicho con afán estoico: “yo soy una especie de campesino frustrado, me gusta la tierra y me entretengo en eso. Otros tendrán otros divertimentos. Es una pequeña cosa para el mundo, pero grande para mí por mi manera de ser".
"No hay cosa más importante que el amor, pero por lejos"
Frente a la riqueza que ansiamos en esta sociedad moderna, Mujica nos recordaba algo que la ciencia ha demostrado: "No hay cosa más importante que el amor, pero por lejos.”. Precisamente por que nada importa más que el amor, el expresidente de Uruguay declaraba en 2024 que al amor “hay que reverenciarlo, hay que cuidarlo. Y cuando se es viejo, el amor sigue existiendo, pero ya no es la fogata que era, sino una dulce costumbre, un compañerismo, una forma de huirle a la soledad, que es tal vez es el mayor castigo".
"Qué difícil es aquello de 'conócete a ti mismo'
En la entrada del oráculo de Delfos se leía una sola frase: Conócete a ti mismo. Y eso es lo que Mujica nos recordaba, señalando en 2019, para los más despistados, que “hay algo que se llama introspección, que se puede resumir en aprender a hablar con el que se lleva adentro”.
Para el que fue jefe de Estado, esta era una de las grandes lecciones que había que aprender en la vida. “Ese personaje que no conocemos mucho porque qué difícil es aquello de 'conócete a ti mismo'”, explicaba para los medios, “es muy útil hacer balances en la vida vistos desde una perspectiva lejana cuando el tiempo ha pasado y nos vamos a sorprender que aprendemos y conocemos cosas que no habíamos visto de nuestro propio andar".
"Para mí, la vida es la aventura de las moléculas"
Para acabar, Mujica fue un hombre profundamente agradecido a lo largo de su vida. Y no en un sentido superficial de la palabra, sino en la manera más profunda posible. "Para mí, la vida es la aventura de las moléculas” decía el expresidente en 2024, “venimos de la nada y vamos a la nada. La aventura es el cacho este que estamos vivos. Pero como es algo cotidiano, no le solemos dar el valor que tiene y en realidad es la cosa más valiosa de todo lo que podemos tener".
Incluso en sus últimos años de vida, se mostraba agradecido y dispuesto a disfrutar cada minuto. "Estoy viejo, pero no destruido. La computadora de acá”, contaba en 2019 señalándose la cabeza, “me funciona por ahora, más o menos, y el cuerpo está achacoso, pero es un lujo para la vida que he tenido, es maravilloso llegar a los 85 años y no estar lelo, subirse arriba del tractor y todo lo demás. De vez en cuando tengo calambres, dolor de rodillas y todas cosas de viejo, pero yo debo de gritarle gracias a la vida".
¿Puede haber algo más importante que sentirnos satisfechos con la vida que tuvimos? ¿Qué dar las gracias por un nuevo día y seguir adelante sin quejas ni remordimientos? José “Pepe” Mujica sabía que no, nada es más importante que saber bien lo que tenemos. Y por eso en 2024, en una de las últimas entrevistas que ofrecería en su vida, dijo: "La vida ha sido generosa conmigo, me pegó cada mamporro que dios me libre. Siete años sin libros y en una pieza como esta o más chica. Y salí vivo y llegué a presidente. ¡Qué más puedo esperar! (...) Tengo que dar gracias a la vida. Y el consejo para los jóvenes es que no se achiquen".
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