“Un día comencé a correr y no volví a parar”, se puede leer en la biografía de Liz Sánchez, entrenadora y triatleta Ironman a sus 67 años. Sánchez es, además, Health Coach Integrativa por la escuela IIN de Nueva York, y a por medio de sus redes divulga sobre la importancia de cuidarse independientemente de la edad.
Su mensaje es claro. Estar en forma no es estar delgadas, no es tener cuerpo firme y libre de celulitis, o una piel libre de arrugas. Estar en forma es tener el cuerpo y los músculos necesarios para vivir la vida al máximo y con independencia sin importar tu edad.
La edad es solo un número
Suele decirse esto de que “la edad es solo un número”, sin que podamos dimensionar la importancia de esta frase. Y es que en nuestra sociedad hemos asumido que cumplir años es sinónimo inevitable de perder masa muscular, movilidad y agilidad. Si tienes más de 50, algo debe dolerte, ¿no? Pues la ciencia no está de acuerdo. Se puede llegar a los 60, a los 70 e incluso a los 80 en plena forma.
Pero para conseguirlo, debemos tener claras nuestras prioridades. En uno de sus vídeos, la entrenadora de 67 años Liz Sánchez lanza una pregunta que muchos pueden hacerse al ver su contenido. “¿Qué si tengo panza, arrugas, celulitis?”, comenta la triatleta, “¡Pues claro! ¡Tengo 67 años!”.
Debemos naturalizar los cambios en el cuerpo a partir de ciertas edades y entender que la figura escultural que vemos en las redes o en las revistas no es, ni mucho menos, sinónimo de una salud perfecta. “Yo no ayuno”, declara Sánchez, “como comida real y hago pesas para tener cuadraditos y verme de 20”.
Un cuerpo independiente
Lo cierto es que el aspecto de Lizbeth no es el de una mujer de 67 años tal y como podemos imaginarlo la mayoría de nosotros. Su postura es perfecta y se mueve con la agilidad de una veinteañera.
Pero este resultado no es fruto del azar o la genética, sino de un esfuerzo consciente y meditado. “Yo quiero estar fuerte, sana, dormir de corrido, tener músculos”, escribe en sus redes sociales, asegurando que su objetivo es “ser una viejecita independiente y vivir ¡a tope! Sintiéndome poderoso los años que Dios quiera regalarme”.
O lo que es lo mismo, “no se trata de estar flacas, marcadas, se trata de sobrevivir fuertes, de llegar a los 80 o 90 con independencia, con movilidad y con poder”, explica la entrenadora. Y su secreto para conseguirlo, asegura, se basa en tres sencillos hábitos que puedes aplicar en tu día a día.
Desayuno sin azúcar
“Será tu más grande cómplice para evitar picos de glucosa y mantener tus niveles de energías estables toda la mañana”, asegura Sánchez en sus redes al hablar de uno de esos cambios de hábitos que le cambiaron la vida cuando empezó a aplicarlos hace ya más de tres años.
“No me creas. Prueba a desayunar cereales, o donuts, o un yogur con granola y miel, y prueba a desayunar huevos, aguacate, tofu, pechugas de pavo o pollo”, invita la entrenadora a sus seguidores. Su propia experiencia le demuestra que este cambio es “igual a mantener a raya el hambre de antojos”.
120 gramos de proteína al día
El siguiente punto de su lista es consumir la proteína que necesita tu cuerpo para mantenerse en forma, algo que ya se toma en serio desde su primera comida, prefiriendo proteínas en lugar de hidratos.
Comer “120 gramos de proteína divididos en 3 comidas”, asegura, “te ayudará a prevenir la pérdida de masa muscular”, algo que nos preocupa especialmente a partir de la menopausia y la perimenopausia, pero que debe estar en nuestro punto de mira siempre.
“La proteína es elemento vital en el crecimiento, reparación y mantenimiento de todos los tejidos”, continúa Sánchez, “incluyendo músculos, piel, huesos y órganos”. Además, nos explica desde sus redes sociales, “las proteínas también funcionan como energía”, por lo que son esenciales para poder mantenernos activos a cualquier edad.
Pesas 4 veces a la semana
Su último consejo es “haz pesas y dale vida a tu vejez”. Para la experta, este fue el punto más revelador de su carrera como entrenadora, y asegura que “las pesas le darán a tu vida independencia, funcionalidad, poder y gozo”.
Entre las muchas ventajas que tienen los ejercicios de fuerza a todas las edades, y en especial a partir de los 50 o 60 años, Sánchez destaca que “levantar pesas te va a reducir las probabilidades de la osteoporosis” y “como resultado, te pondrá a salvo de caídas que puedan mermar mucho tu salud y tu independencia”.
A esto debemos añadirle, como nos recuerda la experta, que “las pesas te aceleran el metabolismo basal”, dado que la masa muscular consume más calorías, incluso en reposo, que otros tejidos. “Esto te va a ayudar a controlar el peso y tu composición corporal”, agrega Sánchez.
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