Nos encantan los helados. Al menos, eso es lo que dicen los datos aportados por el panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Según este organismo, los españoles consumieron 140 millones de litros de helado entre junio de 2023 y mayo de 2024, tan solo un 0,6 % menos que el año anterior, lo que indica que su consumo se mantiene estable.
Además, este consumo se concentra entre los meses de abril y septiembre, cuando las temperaturas son más altas y lo que más apetece es comer algo fresco para combatir el calor. Ahora bien, si te gustan no tienes por qué privarte de este placer el resto del año. De hecho, según los expertos, sus propiedades nutricionales hacen de este alimento una opción que saludable, en la mayoría de los casos.
Y es que, aunque no se puede generalizar, ya que muchos de ellos contienen más azúcar de la recomendable, lo cierto es que según la Asociación española de fabricantes de helados el helado puede ser una merienda adecuada, parte de una comida o una cena, así como un tentempié. En definitiva, el consumo de helados es un placer que nos podemos permitir en cualquier momento del día, cualquier mes del año, siempre que lo tomemos de forma ocasional o escogiendo aquellos que reúnen ciertas condiciones nutricionales.
no te prives, dosifica
A priori, los helados no son un alimento que encaje en el marco de una dieta saludable, debido a su alto contenido en azúcares y grasas saturadas, condición que podría representar un riesgo para la salud si se consumen en exceso.
Ahora bien, si aplicamos el criterio de la moderación, se controlan las raciones y se opta por alternativas con menos azúcar y grasas saturadas, los helados pueden ser parte de una alimentación equilibrada sin ningún problema. De hecho, podemos aprovechar su contenido en proteínas o en minerales como el calcio.
Por lo que respecta a las proteínas, según la Asociación de fabricantes artesanales de helados y afines, se estima que el helado aporta entre 3,5 y 4 g cada 100 gramos, gracias a la leche, que es el ingrediente principal de la mayoría de ellos. Atendiendo a este dato, parece que es buena idea incluir helados fabricados con leche como postre en la cena, ya que al hacerlo estaríamos sumándole las propiedades asociadas a este nutriente. Entre ellas, su poder saciante, una propiedad fundamental en cualquier dieta de adelgazamiento, ya que, evita los picoteos nocturnos después de la cena.
¿Son mejores los Helados de proteínas?
Partiendo de que tomar helado de forma ocasional no solo no plantea un problema desde el punto de vista nutricional, sino que puede considerarse saludable, pondremos el foco ahora en los helados de proteínas, un versión que se puso de moda hace unos meses bajo el reclamo de que contienen más proteínas que los helados normales. Los habituales tienen en torno a 4 gramos cada 100 gramos, mientras que los de proteínas cuentan con 7 o 10 gramos.
A priori, podríamos pensar que esta versión hiperproteica y supuestamente más saludable, encajaría mejor en una dieta de adelgazamiento, sin embargo, los expertos insisten en que más que fijarse en la cantidad de proteínas que contienen, habría que hacerlo en la cantidad de azúcar que llevan o en que las grasas que incluyen no sean saturadas.
Por eso, aunque a simple vista parezcan helados más saludables y menos calóricos, los expertos advierten que hay que tener cuidado. Es más, algunos de estos productos tiene bastantes carencias nutricionales. La lista de ingredientes que aparece en las etiquetas es interminable, y eso, en general, no es bueno para la salud.
¿Cómo hacer un helado casero y saludable?
Para controlar los ingredientes que contiene el helado que nos vamos a comer y asegurar su calidad nutricional, lo mejor es prepararlo en casa. La clave es escoger ingredientes naturales que aporten vitaminas, minerales, proteínas, y que carezcan de grasas saturadas y azúcares, así como conservantes y aditivos artificiales.
- En general, podemos prepararlos con frutas, o con leche o yogur. Para hacerlos con frutas, se suelen emplear frutas de verano, ya que contienen mucha agua y tienen un sabor dulce. Puedes hacerlos con sandía, melocotón, frambuesas o limón. O combinar varios ingredientes como puede ser melón, pera y manzana, o cereza y naranja. ¡Imaginación al poder!
La preparación no puede ser más sencilla. Solo tienes que trocear las frutas, añadir hielo y mezclar en la batidora. Cuantos menos aditivos lleve la receta, más natural y sano será el helado.
- Los helados con leche o yogur son los favoritos de la mayoría de la gente, ya que su sabor y textura son los que más se parecen a los helados a los que estamos acostumbrados. Además, desde un punto de vista nutricional, son una excelente fuente de calcio y proteínas.