Disfrutar de un refrigerio durante los días calurosos en una heladería es una gran idea. Pero, ¿cómo se reconocen los helados de más calidad, sin aditivos ni ingredientes poco sanos?
El "helado casero" puede no ser real
Las etiquetas "de producción propia", "casero" o "artesanal" que adornan muchas heladerías podrían ser un primer indicio de calidad, pero por desgracia no siempre es así porque no son términos legalmente vinculantes, es decir, nadie les va a exigir nada.
Por tanto, los defensores de los consumidores deberían exigir más transparencia a los fabricantes de helados.
Entonces, ¿quizás sea mejor echar un vistazo a los ingredientes? La mala noticia es que las heladerías no están obligadas a indicarlos. Solo tienen que declarar alérgenos y aditivos individuales, como colorantes.
Solo podemos fiarnos de nuestra intuición. Un mostrador de helados que destaca por la intensidad de los colores suele ser una indicación de que se trata de helado industrial barato relleno de aditivos. Un gran volumen también puede sugerir el uso excesivo de emulsionantes químicos.
La mejor pista es que no veas los helados porque están en recipientes metálicos con tapa, pues indica que el heladero se preocupa por que al helado no le afecten los cambios de temperatura. Un producto basado en aditivos es más insensible.
Diferencias entre los helados
El término "helado" no siempre se refiere a lo mismo, pues engloba diferentes presentaciones:
- El helado sin otra especificación contiene menos de un 10% de grasa láctea y, por lo tanto, no es apto para veganos. El helado vegano contiene otro tipo de grasa vegetal.
- El helado de crema contiene más de un 10% de grasa láctea o vegetal.
- El sorbete se ha elaborado generalmente elaborado con zumo de frutas y sin grasa. Puede contener cualquier cantidad de fruta.
- El granizado está hecho con hielo finamente picado al que se agrega alguna esencia, zumo de fruta o una bebida alcohólica.
¿Qué emulsionantes contiene?
Los emulsionantes aseguran que los ingredientes se mezclan bien y que el helado no se derrite rápido. Pero también tienen desventajas. Por ejemplo, se sospecha que el emulsionante polisorbato 80, que se encuentra a menudo en los helados, promueve la obesidad y la inflamación intestinal.
La lecitina, el emulsionante más común, es inofensiva para la salud. Sin embargo, puede proceder de plantas de soja modificadas genéticamente que se cultivan en monocultivos.
¿Es correcta la higiene?
Al entrar en la heladería observa el grado de limpieza en los contenedores de los helados, las superficies de trabajo, los delantales de los trabajadores y los instrumentos que utilizan.
Cualquier suciedad es una mala señal y representa un riesgo de que por descuido se hallan multiplicado gérmenes que han podido contaminar los helados. Helados de frutos secos sin frutos secos.
Es frecuente encontrar helados de vainilla sin rastro de vainilla natural y helados de frutos secos sin frutos secos.
Por ejemplo, en un helado de pistacho se puede reemplazar todo o parte de este fruto seco por un aroma sintético de almendras amargas. El verde se consigue con colorante.
Una pista de que te están dando gato por liebre es que en el letrero ponga “helado con sabor a pistacho”. En este caso puedes asumir que el sabor se debe a aditivos sintéticos, no a productos naturales.
Si el letrero pone "helado de pistacho" es una mejor señal, pero no es una garantía. Puedes preguntar al vendedor cuánto porcentaje de pistacho contiene el helado. Si lo contiene de verdad no le importará dar una respuesta.
¿Son los helados de supermercado una buena opción?
El helado de supermercado tiene la ventaja que de puedes leer la lista de ingredientes. Lo malo es que seguramente no te va a gustar lo que te puedes encontrar.
Si tienes que elegir, es sencillo: opta por el helado con menos códigos E y menos ingredientes irreconocibles.
En caso de duda pregunta o hazlo tú misma
Si quieres estar segura de lo que hay en tu bola o tarrina de helado, debes preguntarlo en la heladería. También puede hacer helado tú misma, incluso si no tienes una heladera en casa. Entonces sabrás exactamente qué ingredientes estás consumiendo. Te dejo con unas cuantas recetas: