El estragón es un popular condimento de cocina, una planta que se incluye en diversas mezclas de hierbas, como las famosas hierbas provenzales o el conocido bouquet garní francés, y se utiliza para aromatizar muy diversos platos, también en la cocina vegetariana. Se le conoce por otros nombres, como dragoncillo o tarragon, que es como se denomina en inglés.
Estragón: origen y características
Originario de Persia, Turquía y otros países del entorno, el estragón (Artemisia dracunculus L.) se cultiva en huertos, sembrados y viveros, aunque cada vez menos. La planta forma parte del gran grupo de las artemisas, unas plantas muy fragantes, entre las que se encuentran también la artemisa vulgar, el ajenjo y la artemisa china.
Sus hojas están partidas en segmentos desiguales, lineales, y sus flores se agrupan en densos capítulos de forma esférica, de apenas 3 mm de diámetro.
Propiedades del estragón
Del estragón se aprovechan las hojas, sean frescas o secas, y en menor medida las flores. Es rico en aceite esencial, que contiene estragol, felandreno, ocimeno, mirceno y sabineno, entre otros compuestos volátiles. También incluye flavonoides (quercitina), cumarinas, ácido salicílico, vitamina C y sales minerales, en especial potasio y sodio, fibra.
Se le atribuyen propiedades digestivas, carminativas, vitamínicas, remineralizantes, antiespasmódicas, antiinflamatorias, analgésicas, antisépticas, antihelmínticas, estrogénicas, diuréticas, desintoxicantes, vulnerarias y cicatrizantes.
Para qué sirve el estragón
Como planta digestiva, el estragón se suele usar en los siguientes casos:
- Para aliviar indigestiones, dolor abdominal, gases y flatulencias.
- Puede servir para reducir los espasmos gastrointestinales y el malestar general .
- Se ha ensayado como planta antiséptica y antibiótica para tratar infecciones bacterianas que afectan el tracto digestivo, como las provocadas por diversas cepas bacterianas como Escherichia coli, la más habitual, Listera, Helycobacter pylori y otras, pero su eficacia real aún está por confirmar.
- Es una hierba muy usada para combatir el mal aliento y el mal sabor de boca, las náuseas y las ganas de vomitar. En tal sentido, se ha recomendado como remedio natural para evitar los vómitos tras una operación quirúrgica, aunque no hay evidencia científica de su eficacia.
- Como otras plantas del mismo género, Artemisia, se le atribuye el poder para combatir la infestación por parásitos intestinales como oxiuros o lombrices, incluida la tenia, o por protozoos intestinales la Giardia intestinalis (giardiasis).
Estos son los usos del estragón para la salud de la mujer:
- Se le atribuyen propiedades estrogénicas. Se destina a calmar los dolores espasmódicos del periodo menstrual, los distintos síntomas del síndrome premenstrual, como el dolor muscular, el dolor de espalda y la cefalea, entre otros.
- Puede ser una ayuda natural para mitigar algunos de los síntomas de la menopausia, como, de nuevo, el dolor muscular, el dolor de espalda y el dolor de cabeza, entre otros.
- Como planta diurética, se destina a tratar el sobrepeso por retención de líquidos.
El estragón es también fuente de vitamina C y minerales:
- Está indicado como apoyo vitamínico para etapas de crecimiento, para personas de edad avanzada, para ayudar a superar estados de fatiga, debilidad y la falta de energía.
- En remedios tradicionales, se incluye en fórmulas naturales para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Se le atribuye una cierta capacidad para fluidificar la sangre.
También es un celebrado remedio casero para el cuidado de la boca:
- Se aplica sobre gingivitis, llagas bucales y como analgésico y antiinflamatorio para aliviar el dolor de muelas en enjuagues y gargarismos.
Para la piel, el estragón se ha usado en remedios rurales y tradicionales para desinfectar heridas e incluso como antídoto contra la mordedura de serpiente.
Cómo se usa el estragón
El estragón puede usarse de distintas formas, tanto por vía interna como externa:
- Se puede tomar el estragón en infusión, por lo general mezclado con otras hierbas, hasta tres vasos al día.
- También se puede tomar el aceite esencial de estragón en cápsulas, aunque no es fácil de encontrar.
- Por vía externa, la infusión de estragón se emplea en forma de enjuague, gargarismos o bien en lavados o compresas sobre afectaciones en la piel.
- El aceite esencial de estragón, por vía externa, se puede utilizar en masaje o friegas, pero también con un inhalador o un difusor ambiental.
- El aceite esencial se incluye asimismo en remedios de aromaterapia.
- Y, cómo no, el estragón se puede emplear, también por sus propiedades, como condimento de cocina.
Infusión de estragón para los parásitos intestinales
Esta fórmula con estragón y otras plantas es un remedio tradicional que favorece la eliminación de gusanos intestinales, como oxiuros o tena, o de protozoos, como la lambliasis o la giardiasis (Giardia intestinalis).
Ingredientes:
Preparación:
- Mezclamos a fondo las hierbas (20 g por planta) y separamos 5 g de la mezcla por vaso de agua.
- Lo ponemos a hervir 2 minutos y dejamos que repose, tapado, unos 10 minutos.
Se toman tres tazas al día, durante una semana, para repetir el tratamiento a los dos o tres meses.
Usos del estragón en la cocina
El estragón es una celebrada planta condimentaria, de un sabor algo anisado, fuerte y un poco picante, que se consume fresco o seco para aromatizar un buen número de platos y guisos de la cocina mediterránea.
Combina bien con el arroz, la pasta y las ensaladas, y se usa para elaborar algunas salsas y aderezos como la salsa bearnesa. Se integra en la mezcla de hierbas aromáticas como el famoso bouquet garní francés o en las llamadas hierbas provenzales. Ejemplos de platos vegetarianos con estragón muy habituales son:
- Paté de zanahoria con estragón
- Arroz con champiñones y estragón
- Risotto rojo con estragón
- Patatas al horno con hierbas provenzales, con estragón
- Pizza con mozzarella al estragón
Precauciones y contraindicaciones del estragón
El estragón es una planta segura en términos generales. Sin embargo, no se debe consumir el aceite esencial por vía interna, muy especialmente en el embarazo y el periodo de lactancia. Y en cualquier caso es preciso ajustarse a las dosis justas, y nunca excederse.
Se debe evitar si se está a la espera de una operación quirúrgica, pues podría presentar un cierto efecto fluidificador de la sangre.
Hay que evitarlo también si se están tomando medicamentos anticoagulantes y antiplaquetarios, o bien consultar al médico cardiólogo.
Cabe advertir que algunas personas desarrollan una reacción alérgica por contacto con plantas del género de las artemisas.
Por otro lado, no hay garantía de que sea seguro tomado con un inhalador.