Entramos de lleno en el otoño y en el huerto crecerán muy bien las verduras de hoja como espinacas, acelgas, toda clase de lechugas, escarolas, coles de repollo, de Bruselas, kales, canónigos, rúculas o apios.

También es la mejor época para las coles de inflorescencias, como brócolis, romanescos y coliflores. Muchas de estas plantas típicamente otoñales ya las estaremos disfrutando, pero no olvidemos ir sembrando y trasplantando de forma escalonada las que más consumimos, a fin de poder cosechar durante lo que queda de otoño, en invierno e incluso algunas hasta la primavera.

Si disponemos de poco espacio, es el momento de ir despejando parcelas, bancales o parterres del huerto en las que quedaban cultivos veraniegos, para dar espacio a los cultivos otoñales e invernales.

Podemos plantar diferentes variedades de coles en líneas consecutivas, o intercalarlas mezcladas entre sí en un bancal, a modo de "bosquecillo de crucíferas".

Las diferentes velocidades de crecimiento permitirán ir cosechando regularmente a partir del mes y medio del trasplante, ya sea hojas sueltas o repollos enteros. A partir de los dos meses ya dispondremos de algún brócoli y más tarde de coliflores o romanescos.

Qué sembrar y plantar en octubre

  • Puerros. Si se tiene plantel listo para trasplantar (del semillero de agosto) es momento de llevar las matitas (tamaño lápiz) a tierra. También se siembran ahora en semillero puerros de invierno-primavera.
  • Rúcula. Dado que la cantidad de rúcula que solemos consumir no es muy abundante, bastará con sembrar o trasplantar en algún rincón del huerto, o entre líneas de lechugas o coles, algunas rúculas.
  • Brócoli. Los plantones del semillero agradecerán ser llevados a tierra o trasplantados al macetohuerto, enriquecido con un buen compost o 1-2 kg de lombricompost por m2. Siembra más para el invierno.
  • Nabo. Al ser una hortaliza grande y que crece muy rápido (pero de consumo esporádico) se puede ir sembrando cada quince días (o una vez al mes) en huecos entre cultivos, o en líneas de cultivo escalonado.

Cultiva tu propio apio

  • Conun par de matas de apio ya nos bastará para poder ir cosechando las hojas más grandes (sin cortar la mata entera) y usarlas en guisos, para aromatizar ensaladas o hacer un par de caldos depurativos a la semana.
  • Precisa un sustrato rico en nutrientes y un compost con humus de descomposición lenta.
  • Es plurianual, resiste a la mayoría de parásitos y podemos mantenerla en el mismo emplazamiento dos o tres años seguidos, con riego regular y abundante. Tolera bien la semisombra.

Qué cosechar en octubre

  • Canónigos. Se siembran de forma escalonada, entre las líneas de lechugas, puerros o coliflores, y se van cosechando las matitas enteras o solo hojas sueltas –las más grandes– a medida que van creciendo.
  • Repollo. La gran variedad de coles de hojas prietas que se pueden cultivar permite ir cosechando regularmente según se necesite. En esta época, una vez bien formados, los cogollos tardan en espigar.
  • Cebolla roja. Se siembra en verano y ya está lista para comer como cebolla tierna. Algunas ya han crecido al máximo: se cosechan en un día de sol y se dejan secar y orear para ir comiendo estos meses.
  • Espinaca. Se puede dejar que alcancen todo su desarrollo y cosechar las matas enteras o, mientras van creciendo, ir cosechando las hojas externas de buen tamaño y así alargar más las cosechas.

Compost y abonado de fondo

Los intensos calores estivales y la abundancia de cosechas veraniegas suelen agotar las reservas de materia orgánica y nutrientes disponibles en la tierra del huerto. Esta es la mejor época para realizar las tareas encaminadas a reponer las reservas de materia orgánica, carbono y fértil humus, para realizar abonados de fondo e incluso para sembrar abonos verdes en alguna de las parcelas libres, cara a los cultivos de primavera.

El abonado de fondo consistirá en ir esparciendo el compost maduro –o el estiércol– sobre la tierra de los bancales –o al pie de los árboles–, y cubriéndolo con las hojas secas que vayamos recogiendo durante el otoño. Lo dejaremos sobre la tierra hasta que precisemos ese espacio para nuevos cultivos, incorporándolo ligeramente.

Los "abonos verdes" consisten en dejar crecer hierba espontánea o sembrar mezclas de leguminosas, gramíneas y crucíferas, dejándolas crecer exuberantes hasta la floración. Entonces las trituramos y dejamos que se descompongan en la superficie hasta el momento de cultivar esa parcela.

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