El color rosa, aseguran los científicos, no existe. Atendiendo al espectro electromagnético, no hay un punto en el que se pueda ubicar el color rosa: no existe la luz de este color. 

Sin embargo, la percepción del color rosa, que se produce cuando el cerebro percibe al mismo tiempo luces rojas y violetas, es muy, muy real, y de hecho esta “ilusión” es en la práctica uno de los colores con más carga simbólica de la paleta cromática.

En este artículo repasamos los significados del color rosa desde múltiples perspectivas, desde la psicología del color hasta la evolución histórica, para terminar con algunos consejos sobre cómo utilizarlo en la decoración de tu hogar.

Color rosa: significado en psicología

El rosa evoca sentimientos de amor, ternura y afecto. Psicológicamente, transmite una sensación de conexión emocional, sobre todo cuando se trata de rosa pálido o pastel, que puede a su vez generar sensaciones de calma y serenidad. Por ello se utiliza en distintos entornos para promover la relajación y la armonía.

En los tonos más intensos y vibrantes se asocia con la alegría, la juventud y el optimismo. Su presencia puede inducir estados de ánimo positivos y alegres. De ahí la relación entre el rosa y el optimismo.

La expresión "ver la vida de color rosa" que inmortalizó la canción de Edith Piaf (versionada en castellano por Los Romeos) se utiliza comúnmente para describir un estado de ánimo o una actitud optimista, positiva y feliz hacia la vida.

Cuando alguien dice que ve la vida de color rosa, significa que percibe las cosas de una manera optimista, incluso en situaciones difíciles o desafiantes.

Por ello, cuando alguien nos transmite que su color preferido es el rosa es frecuente interpretar que esa persona se enfoca en lo positivo, encontrando la belleza en las pequeñas cosas, y que es una persona tierna y amable que busca lo bueno en las situaciones cotidianas.

No obstante, es importante tener en cuenta que "ver la vida de color rosa" no puede implicar ignorar los desafíos o las dificultades de la vida, sino más bien adoptar una perspectiva positiva y esperanzadora, incluso frente a los obstáculos. Debería ser una forma de enfrentar las adversidades con una actitud constructiva y encontrar motivos para la gratitud y la felicidad.

Con frecuencia, se ha simplificado esto, y también se puede asociar la preferencia por el rosa con un carácter frívolo o inmaduro.

Color rosa: significado espiritual

Esto tiene una relación directa con las interpretaciones culturales del color rosa.

En las culturas orientales, se asocia el rosa a la buena suerte, la juventud y la prosperidad, en parte por ser el color de las flores del melocotón y algunas variedades de cerezo.

En ciertas corrientes espirituales, el rosa se asocia con la apertura del corazón, la conexión con lo espiritual y la elevación del espíritu. Puede representar la apertura hacia la divinidad desde la humildad y la inocencia: se asocia a la pureza y el potencial de crecimiento.

En la cultura occidental, el rosa se relaciona tradicionalmente con la feminidad y el romanticismo. Se utiliza en ocasiones como bodas o días de San Valentín para expresar amor y dulzura de forma más tierna y menos pasional que con el color rojo.

Hay también una cierta asociación entre el rosa más pálido y la intimidad debida al color de la piel de las personas caucásicas. Esta conexión se traslada a ciertos materiales: así, el cuarzo rosa se considera “la piedra del amor”, y además de atribuirle propiedades protectoras frente a las energías negativas se usa con frecuencia como talismán para atraer el romanticismo.

¿Rosa o Azul? el color rosa no siempre fue el "color femenino"

A partir de esta asociación con lo romántico, el rosa se considera el color de lo femenino, pero esto no siempre fue así. La asignación de colores específicos a géneros, como el azul para los niños y el rosa para las niñas, ha experimentado una evolución histórica notable.

En el siglo XIX, en la cultura occidental, la tendencia era opuesta a la actual. El rosa, considerado un tono más fuerte por estar asociado al rojo de la sangre y de las casacas de los soldados, se utilizaba más comúnmente con los niños, mientras que el azul, considerado más delicado, se asignaba a las niñas.

Esta concepción empezó a cambiar a principios del siglo XX, y la asignación de colores se invirtió gradualmente, consolidándose en las décadas siguientes.

El rosa y el feminismo

Sin embargo, en la actualidad el rosa está profundamente ligado a lo femenino, lo que ha traído consigo una cierta “devaluación” de este color por considerarse, desde la mirada masculina, “débil” o “cursi”. Por ello en ocasiones se utiliza desde posiciones feministas para reivindicar la esencia femenina y la lucha por la igualdad de género.

Por su asociación con “las cuestiones de las mujeres”, el rosa simboliza también la lucha contra el cáncer de mama. Recientemente se empieza a utilizar también como metáfora del reencuentro con la propia identidad tras la maternidad, al haberse difundido que los flamencos pierden su característico color rosado durante los primeros años de vida de sus crías, al primar la alimentación de sus polluelos sobre la suya propia y no ingerir los suficientes carotenos.

Por su distancia respecto a lo masculino ha sido un color asociado a la homosexualidad, utilizándose para señalar a quienes se encerraba en campos de concentración por ese motivo. De nuevo, la lucha por los derechos civiles de las personas LGTBIQA+ se ha apropiado de este color, y de hecho se denomina “pinkwashing” a la práctica que realizan algunas marcas de utilizar el activismo en torno a estas temáticas para vender más (como el greenwashing de cuando hacen lo propio con las cuestiones ecológicas).

Rosas rosas y de otros colores: qué significa cada una

En la naturaleza, el rosa se percibe en una variedad de flores, como rosas, cerezos en flor y peonías, lo que hace que se asocie a la belleza, la delicadeza y la renovación.

“Rosa” es el nombre del color y también el de una de las flores más populares; en inglés se usa “pink” para llamar a los claveles y al tono rosado, aunque también se les denomina “carnation” por ser el color de la carne. 

Sin embargo, regalar rosas puede ser objeto de muchas interpretaciones, porque hay rosas de todos los colores, y cada una significa algo diferente:

  • Rosa roja: Las rosas rojas son un símbolo clásico del amor y la pasión. Son el regalo ideal para expresar amor romántico hacia una persona especial.
  • Rosa blanca: Las rosas blancas suelen asociarse con la pureza, la inocencia y la sinceridad. Son un símbolo de amor puro, afecto platónico y nuevos comienzos, a menudo usadas en bodas y para expresar respeto y admiración.
  • Rosa amarilla: Las rosas amarillas simbolizan la amistad, la alegría y la felicidad. Son ideales para celebrar una amistad duradera o para expresar alegría y gratitud. Sin embargo, como el resto de flores amarillas, pueden interpretarse como símbolo de celos y es fundamental aclarar esta ambigüedad.
  • Rosa rosa: Las rosas de color rosa están asociadas con el agradecimiento, el cariño, y la apreciación. Se utilizan para expresar gratitud hacia amigos, familiares o personas cercanas.
  • Rosa naranja: Las rosas de color naranja representan entusiasmo, energía y fascinación. Son ideales para expresar admiración y atracción hacia alguien.
  • Rosa lavanda o lila: Las rosas de tonos lavanda o lila suelen asociarse con la magia, el encanto y el amor a primera vista. Se utilizan para expresar admiración y amor a primera vista.


El significado del color rosa en el hogar y la ropa

Teniendo en cuenta toda esta carga simbólica, no es de extrañar que el rosa haya desempeñado un papel importante en la decoración y la moda.

En la decoración del hogar, el rosa se utiliza para añadir un toque de suavidad y elegancia. Se emplea en accesorios, muebles y detalles decorativos para crear espacios acogedores y románticos.

También en espacios infantiles, no solo por entenderse como “el color de las niñas”, sino también por su ternura y calidez.

En la moda contemporánea, el rosa es un color versátil que puede transmitir desde un estilo dulce y femenino, hasta uno moderno y audaz. Todo tipo de expresiones de feminidad, desde las más aguerridas a las más tradicionales, han encontrado en el rosa una forma de reivindicar su manera de estar en el mundo. Se encuentra en prendas de vestir, accesorios y maquillaje para expresar diferentes personalidades y estilos.

Cada vez con más frecuencia, el rosa se utiliza, no tanto para reafirmarse en los estereotipos de género, sino para desafiarlos, permitiendo una expresión más amplia de la individualidad y la diversidad.

Toda esta riqueza reivindicativa se suma a su capacidad para evocar emociones de amor, ternura y felicidad convirtiendo al rosa en un elemento crucial en la paleta de colores humana.

Exista o no como color propiamente dicho, el rosa continúa siendo un tono versátil y muy potente simbólicamente, que enriquece nuestro mundo visual y emocional, añadiendo belleza, calidez y significado a nuestras vidas y entornos.