Las fresas son de mis frutas preferidas y es una suerte porque muy a menudo me llegan ideas de lo más prácticas, como los usos sorprendentes que les puedes dar a sus hojitas o la forma correcta de lavarlas para eliminar pesticidas y virus. Y no solo eso, sino también recetas muy interesantes para poder aprovechar al máximo sus numerosas propiedades. Es cierto que lo ideal es comerlas frescas y al natural, pero también las encontrarás congeladas, lo que te permitirá disfrutar de ella aun sin ser su temporada.

Hoy tiramos la casa por la ventana y nos vamos a marcar una tarta de fresas para la que no necesitas horno, pero sí una sartén. Así que si tienes un montón de fresas en casa, esta es la mejor manera de evitar que se estropeen. Eso sí, vale que lo pruebes hoy pero mejor resérvalo para ocasiones especiales.

Tarta de fresas sin horno

Esta receta superapetecible del canal Magische Desserts no requiere ningún despliegue, lo único quizá será la tapa para la sartén. Si todavía no la tienes, te resultará muy útil ya que hay muchas recetas que se hacen así. Pero si no la tienes, no te preocupes: puedes salir del paso poniendo cubriendo la sartén con papel de aluminio bien ajustado. El único pero es que para comprobar cómo va haciéndose tendrás que quitarlo.

Ingredientes

  • 300 g de fresas ecológicas
  • 1 huevo campero
  • 20 g de mantequilla
  • 50 g de azúcar + 1 cucharada
  • 10 g de azúcar de vainilla
  • 50 ml de aceite
  • 100 ml de leche
  • 150 g de harina
  • 8 g de levadura en polvo

Modo de elaboración

Ya ves que los ingredientes son de lo más habituales. Procura que las fresas sean buenas porque, sin duda, se notará. En cuanto al resto, modifícalos a tu gusto, sobre todo en el tema del azúcar. También podrías sustituir la harina por otra a tu elección.

Y aquí tienes el paso a paso para que tomas buena nota de él. Tengo ganas de probarlo con otras frutas porque creo que va a estar de impresión. 

  1. Quita el rabito de las fresas, lávalas y córtalas en trozos pequeños. A continuación funde la mantequilla en una sartén caliente. Agrega la cucharada de azúcar y mézclalo bien con la mantequilla ayudándote de una pala de madera. 
  2. Agrega las fresas y rehógalas a fuego medio-bajo moviéndolas continuamente, hasta que vayan soltando sus jugos. 
  3. Mientras se hacen las fresas, dispón en un bol grande, el huevo, 50 gramos de azúcar y el azúcar de vainilla. Bate bien con unas varillas hasta que todo quede integrado.
  4. Vierte el aceite en hilo a la vez que continúas batiendo. Añade entonces la leche y bate de nuevo.
  5. Incorpora la harina y la levadura tamizadas. Bate hasta obtener una masa ligera, homogénea y sin grumos.
  6. Vierte esta preparación en la sartén, de tal manera que cubra las fresas pero sin que se mezclen entre ellas (como si fuera la besamel de una lasaña). 
  7. Pon la tapa y cuécelo a fuego medio de 10 a 15 minutos. Dale la vuelta a la tarta, como si de una tortilla se tratase, y cuece de 5 a 7 minutos más. Espolvorea azúcar glas y ¡listo!

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