Azufaifo

Los pequeños frutos del azufaifo, las azufaifas, son muy ricas en vitamina C y tienen propiedades hipoglucemiantes, pero en fitoterapia también se aprovechan las hojas y la corteza.

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El azufaifo (Ziziphus jujuba Mill.I), conocido también como ginjolero o jinjolero, es un arbolito de origen chino que se plantado con frecuencia en jardines, huertos y masías, y que aparece a veces de forma espontánea en márgenes de caminos. Es nativo de la China, Mongolia y Corea, pero fue traído a Europa por los árabes. A veces también se le llama jujuba o yuyuba, el nombre con el que se lo conocía en época medieval. 

Del azufaifo se utilizan especialmente su fruto carnoso: la azufaifa o ginjol. Como fuente de vitamina C, las azufaifas actúan como un buen tónico estimulante en caso de convalecencia, fatiga y debilidad, pero también para aliviar resfriados y diarreas. 

Es un arbolito modesto que puede medir hasta 7 metros de alto, muy ramificado. Sus hojas ovato-lanceoladas, lustrosas, tienen los márgenes aserrados. También presenta unas espinas bastante largas, de hasta 3 cm de largo, y flores solitarias o agrupadas en inflorescencias, con los pétalos de color verde amarillento.

Los frutos o azufaifas son drupas ovoides, carnosas, con forma de aceituna. Mientras crecen son de color verde, pero se tornan rojas al madurar, su pulpa es harinosa y su sabor ligeramente dulce.

Además de estos frutos, también se pueden utilizar con fines medicinales las hojas y la corteza.

Propiedades del azufaifo

Al azufaifo le atribuyen propiedades digestivas, tónicas, inmunoestimulantes, vitamínicas, energéticas, astringentes, antidiarreicas, demulcentes, hipoglucemiantes y ligeramente hipotensoras. 

Según la finalidad con que vaya a utilizarse se recure a unas partes u otras de la planta:

  • Azufaifas o frutos del azufaifo: Contienen polisacáridos (azúcares), vitamina C, mucílagos, flavonoides, compuestos fenólicos y alcaloides.
  • Corteza: En la corteza del azufaifo se localizan abundantes taninos.
  • En las hojas: Además de azúcares y taninos, también se ha aislado ácido zizífico.

Para qué sirve el azufaifo

Los usos del azufaifo derivan en buena parte de las prácticas tradicionales, sobre todo en la cultura china, pero se han desarrollado diferentes estudios clínicos que avalan, al menos en parte, algunas de sus acciones terapéuticas. 

Se utiliza para tratar catarros y episodios gripales que se acompañan con estados debilidad, fatiga, dolor muscular y falta de apetito, por sus propiedades como tónico estimulante y su acción de refuerzo sobre el sistema inmunitario. 

Es, en general, un buen remedio natural para utilizar como apoyo en situaciones de fatiga general y en convalecencias. También como aporte vitamínico para niños, adolescentes, deportistas, excursionistas o expedicionarios. 

Azufaifo para la diarrea

El azufaifo es un remedio tradicional para tratar la diarrea, incluido la diarrea nerviosa, la provocada por trastornos digestivos o por alergias alimentarias. Para ello se toman las azufaifas frescas o en infusión, por sus propiedades astringentes, o bien la decocción de la corteza o las hojas.

En la medicina tradicional china se destina también a tratar gastroenteritis, úlceras gástricas, acidez estomacal y estreñimiento

Azufaifo para la diabetes

Las hojas del azufaifo se han usado en medicina tradicional china y en la práctica ayurveda para el tratamiento de diabetes mellitus. 

El extracto de azufaifo, en polvo, como suplemento dietético, podría servir de apoyo para ayudar a aumentar los niveles de insulina.

Estudios recientes confirman también que los frutos o azufaifas tienen propiedades hipoglucemiantes, como este ensayo de control aleatorio de 2022 en el que investigadores iraníes concluyeron que Ziziphus jujube podría mejorar el perfil lipídico y los niveles de glucosa sanguínea en pacientes con diabetes de tipo 2.

Se le atribuye asimismo un ligero efecto hipotensor, útil para ayudar a bajar la tensión sanguínea en personas hipertensas.

Azufaifo para la boca

Remedios con la corteza y las hojas de azufaifo se aprovechan de su alto valor astringente para ser usados en el tratamiento de estomatitis, como es la presencia de llagas y úlceras bucales, edemas y enrojecimiento en las mucosas bucales, pero también para frenar el sangrado de encías.

En forma de gárgaras o enjuague, se emplea también para aliviar faringitis y laringitis

Cómo se utiliza el azufaifo

Con fines medicinales el azufaifo se puede utilizar de diferentes maneras:

  • Incorporando los frutos frescos a la alimentación, en forma de zumo, como suplementación vitamínica para mejorar resfriados, fatigas, debilidad, convalecencia.
  • Tomando las azufaifas en infusión para resfriados, congestión pulmonar, gripe, debilidad, como complemento vitamínico, en general combinadas con otras plantas medicinales.
  • Las hojas y la corteza en decocción como astringente y antidiarreico. También para tratar dermatitis, eccemas, heridas y escoceduras en la piel. 
  • Extractos de hojas de azufaifo como suplemento antidiabético.
  • Decocción depurada de corteza y hojas de azufaifo para aplicar en gargarismos o enjuague bucal.

La azufaifa en cocina

Las azufaifas frescas se toman tal cual, en zumo, pero también se pueden añadir a pasteles, puddings o cocas, o utilizar para la elaboración de compotas y mermeladas.

Otra opción es tomar la azufaifa seca o deshidratada. También se puede elaborar un licor con vino blanco, limón y azufaifas. 

Estos son algunos ejemplos de recetas que se pueden elaborar con azufaifas:

  • Pastel de azufaifas con hojaldre
  • Pastel de queso con azufaifas y limón
  • Mermelada de azufaifa y zanahorias
  • Pudding de azufaifas con magdalenas
  • Bizcocho de yogur con azufaifos
  • Galletas con azufaifas

Contraindicaciones del azufaifo

El azufaifo es una planta segura, de la que no se han referenciado efectos nocivos destacados. No obstante, no se debe caer en un sobreconsumo. 

Por la presencia, aunque pequeña, de alcaloides, se ha desaconsejado en el embarazo como mera medida de prudencia.

Antes de iniciar un tratamiento para la diabetes, es aconsejable contar con el visto bueno de tu médico.

Por Jordi Cebrián, periodista especializado en fitoterapia