El vinagre es resultado de la fermentación acética del vino, la sidra, el arroz u otros líquidos o alimentos. Los alimentos ricos en azúcares simples como los zumos de frutas o los cereales malteados pueden fermentar, de manera espontánea o inducida, dando lugar a bebidas alcohólicas y cuando éstas se someten a una segunda fermentación resulta el vinagre, un líquido sin alcohol, pero con otras sustancias que pueden favorecer la salud.

A pesar de la mala fama que el vinagre tuvo durante años, el vinagre tiene propiedades beneficiosas gracias a esas sustancias. Además, podemos potenciarlas aromatizando el vinagre con hierbas aromáticas que aportan sus compuestos aromáticos antioxidantes.

Aquí te contaremos cuáles son esas propiedades del vinagre, cómo hacer un delicioso vinagre de hierbas y te daremos hasta 7 variedades de vinagre diferentes, cada una con su personalidad, para que descubras sus posibilidades en la cocina.

Propiedades del vinagre para la salud

El vinagre fue uno de los primeros antibióticos de la humanidad. La simple aplicación de una compresa empapada en este líquido servía para aplacar todo tipo de inflamaciones, dolores de oído, picaduras, contusiones...

Su vapor se recomendaba contra las enfermedades respiratorias como la tos, el dolor de garganta, los resfriados y la nariz tapada. También se aconsejaba en problemas intestinales.

Los griegos y romanos solían tener vinagre aromatizado con hierbas en el que mojaban pan. Además de utilizarlo como medicina natural o como bebida refrescante (llamada potus), en ese tiempo también se usaba sobre todo para condimentar y conservar alimentos.

El vinagre, utilizado durante siglos en la medicina popular, cayó en desuso durante la Edad Media, cuando se cuestionaros sus fines terapéuticos.

Ahora la ciencia ha confirmado sus beneficios sobre la salud y médicos naturistas de la talla del Dr. Eduardo Alfonso acabaron por reconocer sus propiedades salutíferas.

7 variedades de vinagre con personalidad propia

El vinagre suele producirse mediante la fermentación del vino pero puede proceder también de otros alimentos, como el arroz, que dan lugar a líquidos más exóticos y con particulares beneficios saludables. Además, se pueden aromatizar con otros alimentos, como frutas del bosque, para obtener aliños más singulares.

Te proponemos siete variedades de vinagre quizá poco conocidas, te revelamos sus características y te contamos cómo sacarle partido en la cocina. 

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DE-FRAMBUESA

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Foto: Anna García

Vinagre de frambuesas

Este singular aliño, abanderado por la nouvelle cuisine, es una variedad de vinagre aromatizado que se puede preparar muy fácilmente en casa con un buen vinagre de vino blanco y frambuesas.

Los frutos del bosque le confieren un luminoso color rojizo y un perfume único, para paladares exigentes, que lo hacen ideal en ensaladas de patatas, como ingrediente en preparados agridulces o para realzar el sabor de una macedonias de frutas.

En la cocina japonesa tiene un cierto equivalente en el vinagre de ciruelas umeboshi, que al igual que la ciruela japonesa de la que procede, tiene un sabor ácido y salado. Se trata de un aderezo de sabor muy característico, ideal para sazonar ensaladas sin necesidad de añadir sal.

Elaboración casera.

Se dejan macerar durante cerca de un mes 100 g de frambuesas frescas en un litro de vinagre de vino blanco.

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Foto: Anna García

Vinagre de Jerez

Este vinagre con denominación de origen, vinculado a los vinos de Jerez y Sanlúcar de Barrameda, posee una finura excepcional y un atractivo color caramelo resultado de un largo proceso de añejamiento en toneles de roble o castaño.

Se elabora a partir de un buen vino de Jerez joven, lo que le confiere un perfume concentrado, con notas dulces, apropiado para todo tipo de setas o como ingrediente de vinagretas para ensaladas de verduras.

Ayuda a combatir la acidez gástrica. 

DE-ARROZ-

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Foto: Anna García

Vinagre de arroz o komezu

Importado de Oriente, el vinagre de arroz -o komezu en japonés- se prepara a partir de la fermentación de los azúcares contenidos en el arroz.

Posee un color más o menos claro según su procedencia, pero en cualquier caso destaca por desprender un aroma equilibrado y ligeramente dulce, que mejora el sabor de muchos platos sin alterar su aspecto.

Se emplea en la preparación tradicional del sushi y otros platos japoneses, y resulta muy útil para condimentar verduras salteadas al wok.

Se le atribuyen propiedades estimulantes del hígado y la vesícula.

No se debe confundir con el Mirin (Mihr-ihn), que aunque se considera un vinagre (porque se emplea solo en la cocina, y no como bebida), no lo es, ya que tiene alcohol. Se trata de un sake suave elaborado a base de arroz fermentado glutinoso. Es dulce y de color dorado. 

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Foto: Anna García

Vinagre al estragón

Se trata de uno de los mejores vinagres aromatizados, pues esta humilde planta, muy empleada en la cocina francesa, tiene un aroma cálido y picante que otorga al vinagre un sabor perfumado y muy penetrante, muy apropiado para condimentar escarolas y cebollas asadas, o como ingrediente en la preparación de marinadas.

Forma parte de la famosa salsa bearnesa y se puede preparar muy fácilmente a partir de un buen vinagre de vino blanco, de sidra o de arroz, simplemente añadiéndole unas ramitas de estragón fresco (bastan una o dos ramitas por litro de vinagre). 

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Foto: Anna García

Vinagre de vino

Es el vinagre más corriente, el que resulta de la fermentación acética del vino.

Existen diversas variedades, según se obtenga de vinos blancos o tintos. Su origen le otorga propiedades muy distintas, pues este vinagre, probablemente el más consumido en nuestro país, recibe el bouquet y el color del vino del que procede.

El vinagre de vino de Rioja pasa por un largo período de envejecimiento en cubas de roble, donde se ensalzan sus virtudes, resultando un vinagre con tonos teja brillante y un bouquet con ecos de vainilla y canela. 

Los preparados a partir de vino blanco, pálidos y de buena acidez, resultan idóneos para preparar conservas, mientras que los de vino tinto, de sabor más intenso, son más aconsejables para adobar alimentos proteicos.

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Foto: Anna García

Vinagre de manzana

Este delicado vinagre, producto de la fermentación acética del mosto o sidra de manzana, goza de un gran prestigio entre los amantes de la alimentación sana, pues además de aderezar ensaladas y barbacoas, se le atribuyen propiedades digestivas, adelgazantes, reguladoras del colesterol y de la hipertensión.

Sin ser milagroso, es un complemento saludable. Sus efectos sobre la salud están muy estudiados e incluso se comercializa en cápsulas con sus principios concentrados.

Aporta numerosas enzimas y minerales vitales como el potasio, fósforo, azufre, sodio orgánico, magnesio, hierro, cobre, flúor orgánico, silicio y trazas de otros oligoelementos. También pectina y ácidos málico y tartárico, importantes desinfectantes y desintoxicantes.

El uso tópico este vinagre alivia dolencias de la piel como herpes, caspa y quemaduras. Auxilia en la desinfección y cicatrización de heridas. Aplicado sobre las piernas ayuda a contraer las venas varicosas. Es muy eficaz para la limpieza y el rejuvenecimiento de la piel.

Se prepara en toneles de madera a partir de manzanas maduras trituradas, que le otorgan un sabor afrutado, ligeramente ácido, y un bonito color dorado, transparente.

Resulta muy apropiado para marinar.

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Foto: Anna García

Vinagre de módena

El tradicional vinagre balsámico de Módena, de origen italiano, se prepara con el mosto cocido de las uvas trebbiono, siguiendo un proceso de envejecimiento que puede prolongarse durante más de 12 años.

El resultado final es un vinagre denso, de aroma penetrante y sabor agridulce, muy apreciado por los gourmets de todo el mundo debido a sus propiedades aperitivas y sus virtudes organolépticas.

Resulta idóneo para condimentar verduras dulces, siempre con mesura debido a su sabor concentrado.

Tradicionalmente se usa también para rociar risottos.

vinagre de hierbas casero

Aquí te proponemos la receta de un vinagre de hierbas que puedes hacer en casa con vinagre de vino tinto. Las hierbas, hortalizas y especias se dejan macerando en el líquido durante varias semanas para que el vinagre coja sabor y potencia. Luego, a medida que vas utilizando el vinagre, se va rellenando con más vinagre para aprovechar la mezcla.

Ingredientes:

Preparación:

Para elaborar este vinagre pon todos los ingredientes en un cántaro grande o en un recipiente de cerámica.

Espera como mínimo un mes antes de empezar a utilizarlo.

Cuando sea necesario añade de nuevo un litro de vinagre, para mantener el nivel de líquido constante en el recipiente.

Al cabo de un año filtra el vinagre que quede y desecha las hierbas.