Algunas personas asocian "melocotón"a la unión de miel y algodón, debido a su sabor dulce y a la textura suave de su piel. Sin embargo la palabra procede de la unión de malum (manzana) y cotonium (membrillo), aunque la fruta no tenga nada que ver con esas dos. 

Otra asociación habitual es la del melocotón con la longevidad, y en este caso la conexión no va tan desencaminada. El melocotón es originario de China, donde se consideraba, y de ahí viene esa asociación, símbolo de longevidad. Luego, los mercaderes que recorrían la ruta de la seda llevaron el melocotón hasta Persia y allí lo descubrió Alejandro Magno, que lo llevó a su Grecia natal. Los romanos generalizaron su cultivo por toda Europa, desde donde viajó a América en naves españolas y portuguesas. En muchas partes de Sudamérica hoy se lo conoce como durazno y en su momento se aclimató tan bien que durante mucho tiempo se llegó a creer que era una fruta autóctona. 

Si el melocotón ha triunfado en tantos sitios es por su maravilloso sabor, pero también por lo bien que sienta. Por ello no es extraño que se utilice en curas cuando está en temporada, un momento en que el organismo puede necesitar un apoyo extra para eliminar lo que le sobra y fortalecerse. Esos son, de hecho, dos de los principales beneficios de esta fruta, que llega con la primavera y se mantiene con nosotros todo el verano.

Propiedades del melocotón: te depura y te fortalece

El melocotón, como la mayoría de las frutas, tiene propiedades diuréticas, porque estimula la formación de orina, y otra laxante, derivada de su contenido en fibra y en ácidos orgánicos. El más laxante es el melocotón de agua, y lo es más con piel que sin ella.

En medicina china se utiliza en el tratamiento de la menstruación dolorosa y en el estreñimiento, entre otras aplicaciones.

Pero, por su alto contenido en vitamina A y otros pigmentos, el melocotón resulta especialmente útil para fortalecer el sistema inmunitario y proteger frente a los “bajones” de defensas. Contribuye también al cuidado de la piel y las mucosas del organismo, y es un buen preventivo de las enfermedades crónicas y degenerativas. 

Hay personas que son alérgicas a los melocotones y lo son especialmente a su piel, por lo que teóricamente podrían consumirlos bien pelados y previamente lavados. Pero lo que suele suceder en estos casos es que no los comen, aun siendo tan excelente fruta.

Por supuesto, tanto como alimento como para realizar curas, se utiliza solo la fruta. Las hojas, las flores y las semillas contienen ácido cianhídrico y, de hecho, si se consumen las semillas, se pueden producir intoxicacionespues son las que lo contienen en mayor proporción.

En este vídeo puedes ver un resumen de las propiedades del melocotón:

cómo hacer una cura depurativa con melocotón 

Una cura de melocotones es altamente depurativa y puede ayudar a reducir peso.

Para ello puede ser adecuado combinarlos con un caldo depurativo. Como sucede en todas las dietas de frutas, algunas personas necesitan tomar algo caliente entre fruta y fruta y para eso sirve el caldo depurativo, para tomar entre horas, a voluntad.

Para hacer la cura se toman melocotones varias veces al día siguiendo, por ejemplo, la pauta que se indica a continuación. De todas formas, ten en cuenta que la cura de melocotones no tiene límite de cantidad, así que puedes aumentarla si lo necesitas o te apetece. Una pauta habitual sería:

  • En el desayuno de 2 a 4 piezas.
  • A media mañana una más
  • Al mediodía 4 o 5
  • A media tarde una pieza
  • Por la noche las que apetezcan.

Para hacerte el caldo depurativo que acompaña a esta cura:

  1. Prepara 4 litros de agua, medio apio grueso y de seis a ocho cebollas medianas.
  2. Trocea las verduras y hiérvelas en el agua a fuego lento durante hora y media.
  3. Cuela y reserva para el momento de tomarlo. Disfrútalo mejor tibio.

Para quién está indicada esta cura

Casi todo el mundo puede realizar esta cura de melocotones durante 2 o 3 días, pero está especialmente indicada para personas obesas y también para reducir los niveles de ácido úrico, de colesterol y, bajo control, también de la diabetes.

No es recomendable sin control médico en personas afectadas de problemas renales graves o en diabéticos.

Receta con melocotón para romper la cura

Para romper la cura, es recomendable empezar con recetas ligeras y ricas en micronutrientes. Esta ensalada es un ejemplo ideal:  una original receta, refrescante y jugosa, que aporta muchas vitaminas.

Ensalada de manzana, queso fresco y melocotón 

Ingredientes (para 4 personas): 

Para la salsa:

Preparación (20'):

  1. Tuesta las pipas en una sartén sin grasa a fuego medio, removiendo para que no se quemen. Deja enfriar. 
  2. Pela los melocotones y corta a tacos iguales. Lava las manzanas, extrae las semillas y corta también a tacos pero sin pelar. Corta la col en juliana fina, lava, escurre y mezcla con la fruta y las semillas de girasol. Desmenuza el queso e incorpora a la ensalada.
  3. Para hacer la salsa vierte el kéfir, el aceite, y medio melocotón a trozos, añade sal y bate la mezcla hasta que quede homogénea. Aliña la ensalada con esta salsa y espolvorea con eneldo fresco picado.

Información nutricional:

  • Calorías: 313
  • Proteínas: 11 g
  • Hidratos de carbono: 20 g .
  • Grasas: 21 g
  • Colesterol: 15 mg,