Los colores hablan y nos acompañan en nuestro día a día con sus mensajes: semáforo en rojo, luz intermitente del coche, color verde para dar paso, señales lumínicas de la ambulancia o el camión de bomberos.

Vivimos en un mundo de color, que nos despierta determinadas emociones y sensaciones, como en el caso de los colores fríos: azul o verde que nos relajan o los cálidos, como el amarillo, el anaranjado o el rojo, que nos activan.

En la construcción de edificios, la psicología del color se tiene ya muy en cuenta, ya que está comprobado que el color de un espacio puede intervenir en la actividad que se va a desarrollar en él. Fíjate en estos ejemplos: los espacios de serenidad, reflexión o meditación deben ser morados, verdes o azules y, en cambio, el anaranjado es mejor en espacios como salas de reuniones donde se toman decisiones o en espacios de investigación y socialización.

El efecto de los colores se puede aplicar también a la hora de estudiar cuando tienes exámenes para que el cerebro memorice con más facilidad los conceptos.

¿Qué color es mejor para tus apuntes?

Que los colores intervienen en cómo y cuánto aprendemos está estudiado y comprobado. El doctor Robert Gerard sugirió ya en los años 70 que cada color es una onda de energía que provoca un impacto en cómo el cerebro recibe y reacciona ante los estímulos. Se han llevado a cabo estudios, por ejemplo, que demuestran que en personas con alzhéimer el hecho de observar imágenes en determinados colores les puede ayudar a recordar mejor que si las imágenes son en blanco y negro.

Así, a la hora de estudiar y retener conceptos los colores también pueden ser de gran ayuda. Cada vez más las escuelas echan mano de la arquitectura del color para decorar las aulas con objetivo de ayudar a la concentración y productividad de los alumnos.

A la hora de tomar tus apuntes para estudiar también puedes utilizar este recurso:

  • Los colores rosados y naranjas son los más utilizados para subrayar partes de información importante, ya que el color rojo se ha asociado tradicionalmente con la alerta (bomberos, ambulancias, semáforo...) 
  • Una buena opción es utilizar etiquetas (post-it) de colores para poner en tus libretas acompañando los textos. Cuando tengas que recordar esa información,  tu cerebro recuperará los colores y lo que había allí anotado.
  • También está demostrado que el cerebro presta más atención a lo que percibe como bonito, por ello los apuntes etiquetas de color, títulos con letras bonitas y combinación de algunos colores (tampoco hay que abusar de estos recursos porque puede provocar el efecto contrario) ayudan a recordar mejor que unos apuntes uniformes escritos en un bolígrafo de un solo color.
  • En la psicología del color, el azul se asocia a la productividad y es la mejor opción para aprender temas complicados. El color azul ha demostrado ser útil para mejorar la comprensión de la lectura de textos.
  • Combinar texto en azul y destacados en naranja, que mejora el funcionamiento neuronal, podría ser una buena opción para tus apuntes.
  • Los subrayadores en color amarillo son un clásico ya que el amarillo se asocia al intelecto.
  • El verdepromueven la calma y ​​mejoran la eficiencia y la concentración. Por ello los marcadores en verde pueden ayudarte a estudiar con más serenidad y poder poner así más foco en cada materia.

El color de la habitación donde se estudia

El color de una habitación también influye a la hora de facilitar el estudio. Según Natalia Novellasdemunt, interiorista y decoradora por la Escuela Superior de Diseño Elisava y la Universidad de Southampton en Gran Bretaña, los colores recomendados para estudiar en casa son los de tonalidades neutras, como los azules, verdes y malvas (en tonos claros), porque fomentan la concentración y la calma.

Esta experta destaca que el azul transmite estabilidad y tranquilidad, calma la mente, facilita la concentración y disminuye la tensión. En cuanto al verde, que como el azul es frío, también ayuda a concentrarse; es el color de la vida y la naturaleza, que transmite una gran sensación de tranquilidad. Es una tonalidad que hace aumentar el sentimiento de confianza, reduce el estrés y favorece la relajación.

El color amarillo es aconsejable utilizarlo en zonas de estudio (sin sobrecargar) ya que es un color que fomenta la actividad mental y la creatividad.

En cuanto al blanco, representa la inocencia, la virtud, la pureza, la bondad y la paz. Resulta clave para crear ambientes serenos, tranquilos y luminosos. Al utilizarlo en una zona de estudio, permite generar una atmósfera serena, ordenada y limpia, que favorece la concentración.

El lila y el rosa transmiten sabiduría, espiritualidad y fantasía, además de estimular la creatividad, relajar, favorecer el sueño y reducir la impaciencia.

En cuanto  al color rojo, es el tono más excitante y estimulante. Ayuda al proceso de memorización, porque capta la atención con facilidad.

En referencia al marrón, el color de la tierra, permite la conexión con la naturaleza, genera sensación de seguridad, confort y equilibrio. Al ser un  color neutro, favorece la concentración y la capacidad de retención, por lo que es un tono recomendable para las habitaciones de los estudiantes y para las aulas de estudio o bibliotecas.