Poder comer a diario alimentos frescos es todo un lujo, pero como no siempre es posible hay que buscar opciones socorridas que se adapten al ritmo vertiginoso y los numerosos imprevistos del día a día. Ahí es donde hacen acto de presencia las conservas y, en concreto, todas aquellas que te permiten disfrutar de verduras y hortalizas siempre que quieras. Su amplia fecha de caducidad te permite tener una despensa bien completa a prueba de apagones y otras circunstancias.
Espárragos, champiñones, corazones de alcachofas, pimientos, maíz, judías verdes y un largo etcétera se convertirán en tus mejores aliados cuando no puedas consumirlos frescos, por ejemplo porque no son alimentos de temporada. ¿Has echado alguno en falta? Los guisantes. Toma nota de los consejos de Ferrán Adrià para aprender a sacar partido a los guisantes de bote.
Los guisantes con jamón de Ferrán Adrià
No hay quien se resista a esta clásico de nuestra cocina. Es más, el chef catalán habla de él en su libro La comida de la familia, una obra en la que comparte trucos, recetas y los menús diarios de todos los que conforman el equipo/familia de El Bulli. Según indica, lo primero que tienes que hacer es "lavarlos bien bajo el grifo para quitar cualquier sabor residual", así recuperarán su aspecto más fresco y se percibirán menos industriales.
¿Te has fijado en cómo gana un alimento con tan solo calentarlo un poco, independientemente de dónde lo hagas? Además de intensificar su sabor y su olor, los hace más reconfortantes y caseros. Por eso, el segundo paso recomendado por el chef es pasarlos por la sartén pero "no hay que cocinarlos demasiado, solo un salteado rápido".

Mueve los guisantes con una pala de madera a menudo para que se impregnen bien.
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Y aquí va el ingrediente secreto. Para potenciar el sabor de los guisantes, Adrià añade un poco de mantequilla y una pizca de sal ya que "la mantequilla redondea el sabor y le da un punto de cremosidad".
Como seguramente te han entrado ganas de disfrutar de unos ricos guisantes, aquí tienes su receta de guisantes con jamón. Puedes utilizar los de bote, frescos o congelados.
Ingredientes
Modo de elaboración
Aquí tienes los pasos detallados para marcarte un platazo espectacular.
- Empieza retirando la grasa del jamón y cortándola en trozos muy finos. Reserva la parte magra.
- Añade un chorro de aceite y la grasa del jamón en una cazuela, cocinando a fuego lento hasta que se derrita. Incorpora la cebolla y una pizca de sal, rehogando durante 10 minutos.
- Agrega los guisantes para que cojan temperatura. Muévelos con una cuchara o pala de madera para que se impregnen del sabor. Cocina durante unos 4 minutos.
- Incorpora la menta bien lavada, la canela y el caldo. Cuece 5 minutos, retira las hojas y la rama de canela.
- Para espesar la salsa, tritura dos cacitos de guisantes con un poco de caldo. Incorpora el jamón troceado, lleva a ebullición y rectifica el punto de sal. Agrega la nuez de mantequilla y ¡listo!
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