El bicarbonato de sodio se usa como agente leudante en algunas recetas, como los bizcochos. También es un antiácido muy económico, lo que significa que neutraliza el ácido estomacal y evita molestias digestivas. El bicarbonato de sodio está disponible en farmacias y también en casi todos los supermercados.

Investigadores de la Universidad de Augusta en Georgia (EE. UU.) han demostrado en un estudio que el bicarbonato de sodio estimula el bazo para crear un ambiente antiinflamatorio y puede servir como ayuda complementaria en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias crónicas. Los resultados del estudio se publicaron en abril el Journal of Immunology.

El bicarbonato de sodio crea un entorno antiinflamatorio

Beber una solución de bicarbonato de sodio (por ejemplo, media cucharadita de bicarbonato de sodio disuelta en un vaso de agua) neutraliza temporalmente el ácido estomacal. Pero el bicarbonato no afecta solo al estómago, según el estudio, modula la respuesta inmunitaria del bazo a través de las células mesoteliales.

Las células mesoteliales recubren el interior de los órganos huecos, como el estómago o los intestinos. Pero también recubren el exterior de los órganos para mantenerlos lubricados y evitar que se froten entre sí. Las células mesoteliales también protegen los órganos de otras maneras.

Tienen diminutas protuberancias en forma de dedo, las llamadas microvellosidades, que controlan su entorno como pequeños sensores e inmediatamente hacen sonar la alarma si hay una amenaza, lo que desencadena una reacción inmunitaria, explica el doctor Paul O'Connor, fisiólogo renal de la Universidad de Augusta y uno de los autores del estudio.

La "conversación" entre el bicarbonato de sodio y las células mesoteliales del bazo se lleva a cabo con la ayuda del mensajero químico acetilcolina. El resultado es un entorno que inhibe los procesos inflamatorios.

El bicarbonato actúa sobre los macrófagos

El bazo funciona como un filtro de sangre. Clasifica las células sanguíneas viejas, dañadas y disfuncionales. Y cuenta con unas células inmunitarias denominadas macrófagos que "se comen" lo que no sirve.

Al beber agua con un poco de bicarbonato durante dos semanas, la población de macrófagos cambia: se reduce el número de los llamados macrófagos M1, que promueven la inflamación, y aumentan los macrófagos M2 antiinflamatorios.

Los macrófagos sirven para deshacerse de la "basura" en el cuerpo. Recogen desechos o células muertas, manteniendo la sangre y los órganos limpios. También son las primeras células inmunitarias que están allí cuando los invasores han entrado en el cuerpo o el sistema inmunitario es llamado por otras razones.

Bicarbonato de sodio en caso de enfermedad renal

Una de las principales tareas de los riñones es regular el equilibrio ácido-base y también el equilibrio mineral. Si los riñones están enfermos y no pueden cumplir con estas funciones, es posible que el valor del pH de la sangre baje, es decir, se vuelva ácida, y que esto aumente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y otras enfermedades.

La ingesta diaria de bicarbonato de sodio no solo reduce la hiperacidez relacionada con un mal funcionamiento renal, sino que también puede ralentizar la enfermedad en sí. Por eso el bicarbonato forma parte del tratamiento de algunas enfermedades renales. Este efecto beneficioso sobre el riñón también se debe a su influencia sobre el sistema inmunitario.

Posible uso del bicarbonato en trastornos autoinmunes

El bicarbonato también favorece un incremento de las células inmunitarias T reguladoras, que inhiben los procesos autoinmunes. Evitan que el sistema inmunitario ataque los propios tejidos del cuerpo. Este efecto se pude observar durante al menos las cuatro horas siguientes después de beber el agua bicarbonatada.

Por eso el doctor O'Connor afirma que tal vez el bicarbonato de sodio podría ser una forma realmente segura (en el sentido de efectos secundarios bajos) de tratar las enfermedades inflamatorias.

¿Cuánto bicarbonato de sodio es necesario para conseguir un efecto antiinflamatorio?

Si deseas usar bicarbonato de sodio con fines terapéuticos, bebe un vaso de agua (al menos 120 ml) con aproximadamente media cucharadita de bicarbonato de sodio en polvo tres veces al día, preferiblemente fuera de las comidas, a menos que sufras de acidez estomacal severa.

La toma se separa de las comidas para evitar el bicarbonato neutralice el ácido estomacal, necesario para la buena digestión.

Referencias científicas: