¿Has probado a comerte solo un pistacho? Imposible, ¿verdad? Y es que este es uno de los frutos secos más adictivos que existe, pero ¡calma!, te daremos la buena noticia de que además también es de los más saludables, entre otras razones, porque aporta menos calorías (la cantidad diaria recomendada son 47 piezas que suman 168 kcal), más fibra y más hierro que otros frutos secos.

Estudios recientes también aseguran que los pistachos tienen una gran capacidad antioxidante, convirtiéndolos así en un alimento capaz de proteger al organismo frente a enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, la diabetes, las neurodegenerativas e, incluso, algunos tipos de cáncer. De la misma manera, también se ha comprobado que aporta altos niveles de proteína de calidad.

 ¿Por qué comer pistachos es buena idea?

Los últimos estudios sobre las propiedades del pistacho sugieren que este fruto fresco es ideal para mantener la buena salud por varias razones:

1. Es una proteína vegetal que se come en crudo 

Especialmente si llevas una dieta donde los alimentos de origen vegetal no tienen cabida o si eres deportista, te interesa mucho esta información: los pistachos americanos son una fuente de proteína completa y de calidad porque contienen nueve aminoácidos esenciales, tal y como ha concluido un estudio realizado por el Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos.

Los resultados de este trabajo promovido por American Pistachio Growers sugieren que el pistacho crudo cultivado en California tiene un porcentaje de proteína del 27,1%, mientras que el del tostado es del 25,1%. También explica que los aminoácidos identificados son, en mayor medida, la arginina y la leucina, y en menor cantidad, el triptófano y la metionina.

Así pues, la proteína procedente del pistacho americano no solo es abundante y de calidad, sino que además es la única que puede tomarse cruda, sin necesidad de cocción. 

pistachos
American Pistachos Growners

2. proporciona muchísimos antioxidantes

Seguro que has escuchado hablar de los beneficios de las dietas antioxidantes a la hora de combatir los efectos de los radicales libres, esas moléculas que pueden llegar a atacar a las células sanas provocando la inflamación y al envejecimiento del organismo, lo que acabará desembocando en enfermedades crónicas, como las cardiopatías, y el cáncer. 

De entre los alimentos con un mayor número de antioxidantes en su composición, destacaban los arándanos, el brócoli o el tomate, pero a partir de ahora también se hablará del pistacho. Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Cornell (Nueva York, USA) y publicado en Nutrients determina que la capacidad antioxidante del pistacho es superior a la de la mayoría de alimentos comúnmente conocidos por su poder antioxidante, como los arándanos, las granadas, las cerezas y la remolacha.

El Dr. Rui Hai Liu, profesor de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Cornell, dice que “la elevada actividad antioxidante del pistacho podría deberse a sus compuestos exclusivos, como la vitamina E, los carotenoides, los fenólicos y los flavonoides. La combinación o interacción de estos antioxidantes beneficiosos junto a otros nutrientes de los pistachos, es probablemente lo que contribuye a los numerosos beneficios para la salud que se han observado en los estudios de los últimos años.” 

3. Son ideales para completar una dieta saludable

Los pistachos no solo una fuente de salud, como ya has podido comprobar, sino que además es uno de los frutos secos más versátiles que existen. Principales componentes de la dieta mediterránea, considerada también en el año 2022 como la más saludable (USA News, 2022), se pueden encontrar como ingrediente de numerosas recetas, ya sean dulces o saladas: helados, cremas de repostería, pesto, como guarnición…).

En cualquier caso, comerlos crudos y naturales en el desayuno o como snack a media mañana o para merendar siempre serán la opción más aconsejable, porque es la manera de asegurarse la ingesta de todos los nutrientes que aportan los pistachos al organismo. 

Y recuerda conservarlos en un frasco de cristal y, a ser posible, en un lugar oscuro y seco, porque se enrancian con facilidad.