El carragenano es una sustancia soluble en agua que se obtiene de la alga roja Chondrus crispus, popularmente conocida como musgo irlandés. Desde el punto de vista químico pertenece a los polisacáridos (azúcares múltiples), que a su vez son un tipo de fibra.

Este aditivo, que suele aparecer en las listas de ingredientes con el código E 407, no tiene calorías y se utiliza ampliamente, aunque no está libre de sospechas. ¿Están justificadas las críticas al carragenano?, ¿deberíamos evitarlo?

El carragenano se encuentra en muchos ultraprocesados

El carragenano se utiliza, entre otras cosas, como relleno en comestibles bajos en grasas o calorías. El aditivo se puede encontrar en mermeladas, postres lácteos,  helados, quesos, bebidas de soja y otros ultraprocesados donde actúa como un agente gelificante o espesante.

En los productos veganos, por la textura que ofrece es una alternativa a la gelatina animal. Pero el carragenano también se utiliza como emulsionante en bebidas de cacao o como estabilizador en natas en spray. El aditivo también se puede encontrar en embutidos.  

Estos alimentos pueden contener carragenano (E 407)

  • Mermeladas, mermeladas y jaleas
  • Nata montada
  • Productos de patata procesados ​​(por ejemplo, ñoquis)
  • Cremas de frutas y verduras
  • Postres y repostería fina
  • Cremas para untar de nueces y almendras
  • Bebidas alcohólicas (por ejemplo, sidra de manzana)
  • Raviolis
  • Panes y bollos
  • Productos cárnicos y pesqueros
  • Cereales
  • Productos a base de huevo
  • Pudín en polvo
  • Productos de frutos secos
  • Caldos, sopas y salsas (por ejemplo, ketchup)
  • Crema de café
  • Aderezos para ensaladas
  • Productos de cacao y chocolate

Posibles daños a la salud causados ​​por el aditivo

Básicamente, el cuerpo excreta el carragenano sin digerirlo, como es típico en una fibra. Sin embargo, existe controversia sobre si este aditivo es inofensivo para la salud humana. 

Desde el punto de visto químico, no todos los carragenanos son iguales. Los polisacáridos pueden estar presentes con diferentes pesos moleculares.

En principio, sólo se permite agregarlo en la forma con un peso molecular mayor. Sin embargo, a veces puede ir acompañado de carragenanos degradados con menor peso molecular (poligeenano) que en estudios han demostrado ser perjudiciales para la salud.

Es el poligeenano el que favorece los procesos inflamatorios en el intestino. Los estudios en animales muestran que puede ser responsable del desarrollo de enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, úlceras e, incluso, tumores.

En las pruebas de calidad de los alimentos con muestras de carragenanose detectaron también los nocivos poligeeanos en una proporción de hasta el 5 por ciento. 

Por otra parte, los carragenanos degradados pueden formarse al cocinar el carragenano de peso molecular mayor o en el intestino como consecuencia de la acción bacteriana.

La doctora Joanne K. Tobacman, que ha publicado varios estudios revisados por pares sobre los efectos biológicos del carragenano, cree que todas las formas de carragenano son potencialmente inflamaorias y dañinas. Uno de los posibles efectos es el desarrollo de intolerancia a la glucosa y una acción alterada de la insulina, lo que puede provocar diabetes.

Así valora el aditivo la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria

En un informe de 2018, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) criticó la situación insatisfactoria de los datos sobre la seguridad del carragenano en los alimentos.

En aquel moento se descartó la sospecha sobre su relación con la enfermedad inflamatoria intestinal en humanos. Cinco años después de este informe, es decir, en 2025, se actualizará con nuevos hallazgos.

La EFSA ha establecido un valor IDA (ingesta diaria admisible) de 75 mg por kilogramos de peso corporal al día. Esta es la cantidad estimada de carragenano que las personas pueden consumir todos los días sin que suponga un riesgo perceptible para la salud.

¿Cómo se puede evitar el carragenano?

El carragenano no es fácil de evitar por completo, pero se puede reducir su ingesta. Para ello es necesario consumir menos productos industriales ultraprocesados y sustituirlos por alimentos naturales enteros.

Las personas que quieran reducir su consumo de carne o comer completamente vegano también deberían limitar el consumo de productos sustitutos de la carne, ya que estos suelen contener carragenano. Para conseguir las proteína necesarias se puede recurrir a las legumbres, los frutos secos y las semillas.

Dado que los niños alcanzan el valor IDA más rápidamente que los adultos, al comprar productos especiales para niños, asegúrate de que no contenga carragenano en la lista de ingredientes. En Europa el carragenano es un aditivo prohibido en las fórmulas infantiles.

Referencias científicas: