Los guisantes son legumbres, aunque nutricionalmente están entre verdura y legumbre por su composición (son como verduras pero altas en proteínas: unos 8 gramos por cada 100 gramos.) También contienen mucha fibra, vitamina C, vitamina K, tiamina, manganeso, vitamina A, niacina, fósforo y cobre.

Lo malo es que los guisantes frescos tienen una temporada corta: desde finales de invierno hasta finales de primavera, así que si queremos aprovecharlos bien, tenemos que darnos prisa. ¿Cómo aprovechar la temporada de los guisantes frescos? Se pueden preparar de múltiples maneras, tal como verás a continuación, y también podemos conservarlos durante mucho tiempo.

Cómo conservar los guisantes frescos

Cuando vayamos a comprar guisantes tenemos que fijarnos que las vainas estén más bien tersas y firmes, de color homogéneo, sin partes negras, ni con hongos ni agujeros. Y tenemos que comprar aproximadamente el doble de lo que queramos, porque nos quedaremos solo con las semillas.

Mi consejo es que utilices dos boles o recipientes distintos cuando peles los guisantes, y pongas los más grandes en uno y los pequeños en otro. Los guisantes pequeños tardan mucho menos en hacerse que los grandes, así que es mejor cocinarlos menos tiempo. Si los separamos podremos decidir cuáles usar en cada caso y cocerlos solo lo necesario para que estén tiernos, sin deshacerse.

Puedes guardar tus guisantes pelados en la nevera, en un recipiente bien cerrado, hasta 4 días, aunque lo suyo es consumirlos lo antes posible.
Otra buena opción es congelarlos, así tendremos para cuando queramos.

Cómo blanquear y congelar guisantes

Para congelar guisantes primero tienes que blanquearlos:

  • Prepara una olla con abundante agua y ponla a hervir.
  • Prepara otra olla o un bol grande con agua bien fría (si puede ser con unos hielos, mejor).
  • Lava los guisantes.
  • Cuando el agua entre en ebullición fuerte, echa primero los guisantes grandes. Espera 1 minuto y echa los pequeños.
  • Deja que hiervan 2 minutos.
  • Sácalos con una espumadera y échalos rápidamente al agua fría para que se enfríen.

Ahora solo tienes que escurrirlos bien, secarlos un poquito con un trapo limpio o papel de cocina absorbente y meter en envases para congelar. Te durarán 6-8 meses.

Para usar tus guisantes congelados no es necesario que los descongeles, puedes echarlos directamente a la olla, a la sartén o donde vayas a usarlo

Cómo preparar conservas de guisantes

Los guisantes de bote son guisantes frescos cocidos y conservados. Si quieres también puedes hacerlos de esta manera, recordando siempre las normas de seguridad para conservas caseras: los botes, siempre bien limpios, con tapas que cierren bien (preferiblemente con goma), que no entre aire, y sumergiéndolos en un baño de agua hirviendo para sellarlos bien contra microbios.

Recetas rápidas con guisantes frescos

Aunque puedes preparar los guisantes con cualquier método de cocción, los mejores son siempre aquellos que no los resequen y que los cocinen lo justo: salteados, en potajes, guisos, patés vegetales, etc.

Algunos ejemplos simples que te servirán para hacer comidas rápidas:

  • Salteado de guisantes con tofu o seitán: Solo tienes que dorar primero el tofu o seitán en dados y después añadir los guisantes, frescos o congelados, y saltear hasta que estén tiernos.
  • Guisantes con tomate: Dora un poquito los guisantes y después añade tomate triturado, cocinándolo hasta que esté fragante. También puedes añadir cebolla y ajo bien picaditos.
  • Pisto con guisantes: Cuando el pisto esté a medio hacer, añade los guisantes y que se termine de hacer todo junto.
  • Hummus con guisantes: Como los guisantes tienden a hacer purés más líquidos, puedes usar mitad garbanzos y mitad guisantes. Recuerda hervirlos unos minutos primero.
  • Vichyssoise con guisantes: Cuando hayas puesto todos los ingredientes, añade una taza de guisantes frescos o congelados, y después el agua.
  • Arroz integral con guisantes:Cuece tu arroz integral con los guisantes (frescos o congelados). No es necesario hacerlos aparte.

Cómo aprovechar las vainas de los guisantes

Cuando las vainas de los guisantes están bien maduras son largas, redonditas, gruesas y con las semillas grandes y redondas: lo que llamamos "guisantes". Estos guisantes frescos hemos de pelarlos, descartando las vainas, para quedarnos con el guisante verde y dulce que tanto nos gusta.

Las vainas son comestibles, pero cuando maduran son muy leñosas, difíciles de masticar y digerir, por eso se descartan.

Sin embargo, podemos encontrar en mercados y mercadillos guisantes frescos en su vaina. Cuando son vainas recogidas muy temprano, planas, finas, tiernas y con las semillas muy pequeñas, son tirabeques. Tienen un sabor dulzón y se comen enteras.

  • Se hacen muy rápido y nos sirven para cualquier tipo de plato, pero sobre todo en salteados y preparaciones con poco tiempo de cocción, porque así resalta mucho tanto su color como su sabor.
  • Los tirabeques, aunque sean el fruto de una leguminosa, se consideran verduras, porque nos los comemos cuando están verdes, como cuando comemos las hojas de cualquier verdura, aunque tienen un poco más de proteínas.