La acerola, un fruto parecido a la cereza y que no debe confundirse con el acerolo, ha cobrado fama de forma reciente por ser una fuente extraordinaria de vitamina C, lo que le convierte en un buen recurso natural para prevenir las infecciones y para reducir la fatiga.

Qué es la acerola

La acerola Malpighia glabra (sinónimo de Malpighia emarginata DC.) es un arbusto tropical, que mide entre 3 y 5 metros de alto, con las hojas ovales, puntiagudas y bellas flores rosadas, reunidas en panículas laxas.

El famoso fruto de la acerola, la parte comestible y medicinal de este arbusto, es una drupa carnosa, de color rojo brillante cuando está madura. Por su aspecto puede recordar a una cereza pequeña y tiene un sabor algo ácido, pero agradable.

La acerola es originaria de Centro y Sudamérica, de México a Colombia, y se ha introducido en otros países de la zona como Venezuela, Brasil o Perú, pero también en otras zonas tropicales del mundo, en África y Asia. Se conoce con otros nombres, como cerecita o semeruco, y se ha usado tradicionalmente por las poblaciones nativas como remedio contra la disentería y la debilidad general.

La presencia de acerola, sea fresca o deshidratada, en Europa es relativamente reciente, sobre todo en forma de suplemento vitamínico. 

Propiedades de la acerola

La acerola es una de las frutas más ricas en vitamina C: contiene hasta 2 gramos de este nutriente esencial por cada 100 g, lo que equivale a unas 20 o 30 veces lo que nos aporta un cítrico como la naranja, o una fruta tan rica en vitamina C como es el kiwi.

Contiene también dosis altas de vitaminas del grupo B, como la B1, la B2 y la B6, sales minerales (calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio), carotenoides en sus pigmentos, flavonoides, azúcares y polifenoles

Se le atribuyen propiedades vitamínicas, remineralizantes, antioxidantes, antiinflamatorias, defatigantes, antisépticas, antimicrobianas, astringentes, digestivas y nutritivas. 

Para qué sirve la acerola

Gracias a esta composición nutricional, y en especial a su riqueza en vitamina C, la acerola aporta grandes beneficios para la salud.

Tanto la fruta fresca como la deshidratada, pero sobre todo los suplementos con acerola, se recomiendan para combatir los estados de debilidad, fatiga, en periodos de convalecencia o como apoyo en estados de estrés y depresión leve.

También es un buen recurso natural para aumentar las defensas, lo que puede venir bien para prevenir o hacer frente a infecciones comunes. Está indicada para prevenir y para aliviar resfriados, procesos gripales y otras infecciones respiratorias víricas o bacterianas.

Además, favorece una buena digestión y ayudan a aliviar los espasmos gastrointestinales y el malestar estomacal. De hecho, es una gran fruta para combatir la diarrea, pues tiene un alto poder astringente. La acerola se indica para tratar diarreas, en cólicos, indigestiones o intoxicaciones leves. 

Como astringente, por vía tópica, se usa en forma de crema o pomada para tratar las impurezas de la piel, eccemas y forúnculos

Cómo se toma la acerola

La acerola la puedes adquirir en diferentes presentaciones. Existe una gran oferta por internet.

  • La fruta fresca, en packs o a granel, en establecimientos especializados y de productos ecológicos y veganos.
  • La fruta deshidratada.
  • En zumo natural.
  • En forma de suplementos vitamínicos.
  • En tintura
  • En polvos para disolver en agua o zumo.
  • En comprimidos masticables.
  • En cápsulas.

Precauciones y contraindicaciones

Si tomas acerola en forma de suplemento vitamínico, consulta con tu médico de cabecera antes de decidirte a iniciar el tratamiento. Evita tratamientos prolongados. 

Dosis excesivas de acerola podrían provocar calambres, espasmos intestinales, diarrea, náuseas, vómitos y malestar general. Cabe por tanto consumirla con responsabilidad y sentido común.

Cultivar acerola en casa

Se puede comprar acerola fresca y a granel en algunas fruterías, sobre todo de producto ecológico, aunque su presencia es aún limitada. Es más fácil encontrarla en forma de comprimidos masticables, en paquetes de acerolas deshidratadas y en zumos, también por internet. 

Sin embargo, sí es posible adquirir semillas de acerola o plantones en jardinerías o por internet. La acerola se puede plantar en tiestos grandes o mejor en parcelas de tu jardín, para poder tener una pequeña provisión de este fruto tan vitamínico.

Necesita estar resguardado de corrientes de aire, en un suelo bien drenado y un riego generoso, pues nos hallamos antes una planta tropical, necesitada de la lluvia de forma constante. 

Recetas con acerola

Las frutas de acerola dan mucho juego en la cocina. Con ellas se pueden elaborar sabrosos zumos, con un toque algo ácido. Cabe antes retirar sus semillas

Puedes preparar un zumo de acerola, por ejemplo, acerola con limón y kiwi.

La mermelada de acerola se elabora con 1 kg de estas cerezas, 500 g de azúcar y un vaso de zumo de naranja o limón. Se cuece durante una media hora, hasta que cobre una textura gelatinosa. Se pasa a un tarro con tapa y, una vez frío, se conserva en la nevera. 

Otras ideas de recetas con acerola incluyen:

  • Compota de acerola
  • Pastel de acerola con harina de maíz y zumo de naranja
  • Mousse de acerola, fresa y naranja
  • Refresco de acerola
  • Licor de acerola
  • Bombones de acerola y chocolate

Acerola y acerolo no es lo mismo

Cabe no confundir la acerola  con el acerolo Crataegus azarolus, un arbusto próximo al espino albar.

El acerolo es originario de Oriente Medio, pero se cultiva con frecuencia en parques y jardines, y sus bayas, también de color rojo, destacan igualmente por su alto poder vitamínico, en especial en vitaminas de grupo B y vitamina C.

También del acerolo se producen suplementos vitamínicos.