El té rojo, también conocido como té Pu-erh o Pu’er, es un tipo de té único por el proceso de fermentación mediante el que se elabora, que le otorga unas propiedades específicas y diferentes de otros tipos de té.

Su consumo se ha asociado a una mejor digestión, el alivio del estreñimiento, la pérdida de peso y la reducción de los niveles de colesterol, entre otros beneficios.

¿Qué es el té rojo?

El té rojo o té Pu-erh es originario de la provincia china de Yunnan. De hecho, su nombre viene de un pueblo de esta zona, Pu’er, que antiguamente era un importante punto de comercio de té. Se elabora con las hojas de Camellia sinensis (como todos los tés) que crece en esta región, así que no debe confundirse con la infusión de rooibos, que a veces también recibe el nombre de "té rojo".

La principal diferencia respecto a otros tipos de té es que el Pu-erh se somete a un proceso de fermentación. Hay dos variedades:

  • El té rojo Pu-erh crudo (en chino, sheng), más caro, que se elabora mediante un proceso de fermentación natural que puede durar diversos años (desde 5 hasta 60 o 70). Tiene un color claro y un sabor vegetal y algo amargo. Se considera que su sabor y valor, como sucede con el vino, mejora con el tiempo.
  • Té rojo Pu-erh maduro (shu), que se produce con un proceso de fermentación acelerado en unos 45 días. Es el que solemos encontrar más habitualmente en España. Su color es más oscuro y rojizo y su sabor es más terroso o amaderado.

Se pueden encontrar las hojas comprimidas o prensadas en distintas formas, como pasteles (llamados bing o beeng), ladrillos o pequeños nidos (tuocha), para que se pueda almacenar y envejecer más fácilmente. 

Té rojo: Para que sirve

Todos los tés contienen antioxidantes, pero el proceso de fermentación del té rojo hace que esté sea especialmente rico en estos compuestos que ayudan a proteger las células del daño de los radicales libres. También contiene compuestos antiinflamatorios, algunos de los cuales se producen en el proceso de fermentación del té.

Entre los beneficios del té rojo Pu-erh están:

  • Control del peso: el té Pu-erh ha ganado fama por sus posibles beneficios como ayuda para adelgazar, puesto que aumenta los niveles de energía (gracias a su contenido en cafeína) y ayuda en el metabolismo de las grasas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los estudios que avalan este efecto están hechos en animales y no hay evidencia concluyente en humanos.
  • Reducción del colesterol: la fermentación del té Pu-erh produce pequeñas cantidades de una sustancia química llamada lovastatina, que (en cantidades mucho mayores) se usa como medicamento para bajar el colesterol. El consumo regular de té Pu-erh se ha asociado con una mejora disminución del colesterol LDL (malo) y un aumento del colesterol HDL (bueno).
  • Ayuda a la digestión: se ha asociado su consumo con una mejora en la digestión y el alivio del estreñimiento, algo que se cree que se debe a su contenido en antioxidantes y polifenoles, que ayudan a la descomposición de las grasas.
  • Regulación del azúcar en sangre: algunos estudios indican que el té Pu-erh podría ayudar a regular la glucosa en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Favorece al sistema inmunológico, gracias a sus antioxidantes.

Algunos estudios también indican que podría ayudar a inhibir el crecimiento de células cancerígenas, aunque no son concluyentes y es necesaria más investigación al respecto. También se cree que el consumo de té rojo podría ser beneficioso para la salud del hígado.

También hay que tener en cuenta que, al contener cafeína y teína, un consumo excesivo de té Pu-erh puede provocar insomnio o problemas para dormir, así como hipertensión o taquicardia.

Cómo preparar té rojo

La técnica de preparación tradicional del té Pu-erh (y de otros tés chinos) se conoce como Gongfu Cha e implica diversas infusiones cortas para resaltar el sabor del té. Se suele usar un gaiwan, un recipiente que consta de tres partes: tapa, cuenco y plato; aunque también puedes usar una tetera.

Sigue estos pasos para preparar té rojo Pu-erh:

  • Coge la cantidad de té que desees (como norma general, se suele considerar que basta con 1 a 2 gramos por 100 mililitros de agua) y ponlas en una tetera o gaiwan.
  • Vierte agua caliente y vacíala inmediatamente. Esto sirve para limpiar las hojas de té.
  • Vuelve a verter agua caliente en la tetera o gaiwan (justo por debajo del punto de ebullición) y déjala entre 10 y 30 segundos.
  • Vierte esta primera infusión en la taza o en una jarra y disfrútalo con pequeños sorbos.
  • Puedes repetir la infusión de estas mismas hojas de té varias veces (hasta que disminuya el sabor), aumentando un poco el tiempo que está el agua caliente con las hojas.