La mitad de todos los suplementos nutricionales contienen productos animales ocultos. Esto es así en el mercado estadounidense, según un informe publicado conjuntamente por la marca de suplementos Terraseed y la organización de protección animal Animal Save Movement. El trabajo denuncia la falta de transparencia en la industria de los suplementos.

Si estás tratando de evitar los productos de origen animal en la alimentación y en la suplementación nutricional, te puede sorprender que muchos contengan ingredientes o residuos de origen animal. El informe de Terraseed y Animal Save Movement afirma que la producción de suplementos mueve en los Estados Unidos 55.000 millones de dólares y se relaciona con más de 24 mil millones de muertes de animales.

Muchos consumidores no saben que ingredientes comunes como la gelatina o el estearato de magnesio están hechos a partir de grasa, huesos y tendones de cerdos, vacas y pollos. El problema es que estas sustancias se utilizan para fabricar las cápsulas y geles blandos en que se presentan muchos suplementos.

Los autores del informe evaluaron más de 79.000 suplementos de la base de datos sobre suplementos dietéticos en poder del gobierno de los Estados Unidos. Los autores encontraron cinco ingredientes comunes de suplementos derivados de animales, incluidos el estearato de magnesio, la gelatina, la vitamina D de lana de oveja, los omega-3 del pescado y polen de abeja.

Los ingredientes de origen animal son más baratos

Ingredientes como la vitamina D y los omega-3 pueden conseguirse a partir de fuentes de origen vegetal, pero el informe afirma que la mayoría de las empresas prefieren los ingredientes de origen animal. Sobre todo, se sacrifican peces: se necesitan hasta 100 animales para una sola botella de aceite de pescado.

Por otra parte, la industria de los suplementos produce 1.800 millones de frascos de plástico de año, que se suman a la montaña de residuos que acaban contaminando la tierra, el aire y las aguas.

El informe se queja de que la supervisión administrativa sobre la industria de los suplementos es mínima. Rara vez se inspeccionan las instalaciones de suplementos y no hay control sobre lo que dicen las etiquetas. En resumen, la industria de los suplementos, si quisiera, podría engañar a los consumidores.

Estas demandas se unen a otras peticiones para mejorar la transparencia y la calidad de los suplementos nutricionales en los Estados Unidos, como la de Obi Obadike, fundador de Ethical Inc, quien ha afirmado que la industria de los suplementos necesita desesperadamente más supervisión, pues los consumidores “no tienen idea de lo que están tomando y qué daño potencial podría causarles”.

¿Qué se puede hacer?

Los consumidores pueden elegir productos de empresas reconocidas que sometan el contenido de sus productos a análisis independientes y que cuenten con certificados veganos.

Control mínimo en España

En España y Europa la situación no es muy diferente. La pagina web de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) explica que el responsable de la comercialización de un producto en España solo debe notificar a las autoridades competentes la puesta en venta en el mercado nacional de sus productos, enviándoles un ejemplar de la etiqueta del producto. No se requiere ningún análisis independiente que demuestre su veracidad.

Deben cumplir con los criterios generales de etiquetado, la presentación y publicidad de los productos alimenticios. Solo se pide que el etiquetado, la presentación y la publicidad de los complementos alimenticios no incluirán ninguna afirmación que declare o sugiera que una dieta equilibrada y variada no aporta las cantidades adecuadas de nutrientes en general, ni atribuirá a los complementos alimenticios la propiedad de prevenir, tratar o curar una enfermedad humana, ni se referirá en absoluto a dichas propiedades. De esta manera, el consumidor no tiene certeza del contenido ni información sobre la utilidad del suplemento.

En el etiquetado debe figurar de manera obligatoria la lista de ingredientes, la dosis del producto recomendada para consumo diario y una advertencia para que no se supere, la afirmación expresa de que los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada, y la indicación de que el producto se debe mantener fuera del alcance de los niños más pequeños.

Los fabricantes deben, en cualquier caso, aplicar los protocolos establecidos en los Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC),como ocurre con todos los productos alimenticios.

Por otra parte, existe un Real Decreto que regular la producción de suplementos (RD 1487/2009), que establece niveles máximos para el uso de vitaminas, minerales y otros nutrientes.