Las pizzas nos vuelven locas y locos. Por la masa, por los ingredientes o por todo junto, lo que empezó a conocerse como fast food ahora forma parte de la alimentación de mucha gente. En cualquier supermercado podemos encontrar decenas de variedades de pizzas refrigeradas y congeladas muy baratas y pocas veces un carro lleno no contiene al menos un par de variedades.

Las pizzas pueden ser una comida aceptable o pueden ser malas elecciones (como las procesadas y envasadas), dependerá de los ingredientes que elijamos. No es lo mismo una pizza comercial que una casera.

No es que sea mejor la casera por ser “casera” si no porque podemos elegir ingredientes más saludables y controlar en todo momento lo que queremos que lleven o no.

Una pizza vegana deliciosa de la masa a los toppings

En casa podemos hacer pizzas que jamás encontraréis en el supermercado: con chips de kale, con salsa de tomate casera, con base integral de cereales y legumbres, con queso vegano, con frutos secos…

La masa

Elige mejor harinas de cereales integrales para hacer una masa casera. Harina de trigo integral por ejemplo, pero también se puede combinar con otras como harina de maíz, harina de quinoa, de espelta, de trigo sarraceno, etc., harinas de legumbres como la harina de garbanzos, añadir proteína de soja o de guisante en polvo, o incluso poner semillas en la masa.

Busca una receta que te guste de masa para pizza y tunéala a tu gusto. Es cuestión de ir añadiendo más agua o más harina conforme se necesite. Para añadir semillas hazlo al principio, con las harinas. Por ejemplo puedes poner una cucharada de semillas de lino rotas, semillas de chía, de sésamo, etc.

Si no tienes tiempo o espacio para amasar también se pueden hacer bases sin amasado o comprar panes planos que nos puedan servir como base (aunque no sean lo mismo), como tortillas de trigo o de maíz integrales, chapatis, pitas integrales grandes, etc.

 

Receta de masa base de pizza vegana

Ingredientes

  • 1,5 tazas de agua templada
  • 1 cucharadita y media de levadura de panadería
  • Una pizca de sal
  • 3 tazas de harina de trigo integral
  • 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación

  1. Mezcla la harina con la sal y la levadura y añade el agua templada. Mézclalo bien, tápalo y déjalo reposar 10 minutos.
  2. Amasa la masa unos 10 minutos, hasta que tenga una superficie más bien suave aunque sea un poco pegajosa. Puedes añadir un poco más de harina para amasar.
  3. Haz una bola con la masa, cúbrela con el aceite (con la mano distribúyelo por toda la superficie), tápalo y déjalo en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño.
  4. Saca la masa, dale forma (salen 4 pizzas medianas o 2 grandes) y pon las pizzas en bandejas para horno con papel para hornear.
  5. Precalienta el horno a 210ºC con calor arriba y abajo.
  6. Pon los toppings que quieras y hornea cada pizza a altura media, a 210ºC durante 15 minutos o hasta que haya crecido y se haya dorado.

La salsa

Normalmente se pone primero una fina capa de salsa de tomate. Haz una salsa de tomate casera con tomates frescos y especias y úsala en tus pizzas.

No pongas mucho, así evitamos que la masa se moje demasiado y acabe blanda en lugar de tierna.

Si quieres innovar cambia la salsa de tomate por un hummus ligero o un guacamole batido con la batidora. Extiende una capita fina sobre la masa igual que harías con la salsa de tomate.

Los toppings

Elige ingredientes de temporada preferiblemente. Corta las verduras en lonchitas finas para que se hagan y doren al horno.

Si usas patatas o boniatos tendrás que hacerlas primero al vapor o cocidas porque requieren más tiempo y nos quedarían crudas si las pusiéramos directamente en la pizza.

Utiliza lo que tengas en casa y te guste. Quedan geniales los champiñones, espárragos verdes, calabacín, coliflor, cebolla, pimientos, maíz, kale, coles de bruselas en lonchitas, nueces, piñones…

Por encima puedes espolvorear con una pizca de sal para más sabor y para facilitar que se doren y tuesten al horno.

En lugar de carne picada utiliza soja texturizada fina. Solo tienes que hidratarla y dorarla a la sartén con los ingredientes que quieras antes de ponerla en la pizza. A mí me gusta con tomillo y salsa de soja.

No cometas errores de principiante. El tofu, aunque se le llame “queso de soja” en realidad no lo es, se llama así porque se hace de forma parecida al requesón, pero poner tofu tal cual en lonchas no le va a dar sabor ni textura de queso.

Si quieres que tenga queso por encima, puedes optar por hacer quesos veganos caseros o comprar algún queso vegano comercial, preferiblemente que sea para fundir.

No sobrecargues la pizza de ingredientes o la masa no crecerá casi nada en el horno. Espolvorea por encima con orégano u otras especias que te gusten, por ejemplo pimienta negra.

Puedes poner también salsa por encima, procurando que no sea demasiada. Por ejemplo salsa barbacoa (forma una espiral desde el centro de la pizza con una cucharada de salsa), bechamel vegana, etc.

Si quieres que el queso vegano funda mejor puedes poner calor solo arriba o gratinado suave los últimos 3-4 minutos de cocción. Hornea la pizza hasta que la masa esté hecha y se vea ligeramente dorada.

Puedes añadir más ingredientes una vez hecha la pizz, por ejemplo aguacate fresco, aceitunas, zanahoria en tiras, brotes y germinados… combina colores, sabores y texturas.