El higo chumbo es el fruto de un cactus llamado chumbera, palera o nopal. Puede que este último nombre te suene porque en la gastronomía mexicana el nopal es un vegetal muy consumido (son las palas del cactus, sin espinas). Es originaria de Centroamérica, de donde se trajo a Europa, y donde la podemos encontrar tanto silvestre como en cultivos por sus frutos y palas.

Las chumberas florecen y forman unos frutos gruesos con forma alargada, que cuando están maduros tienen un color rojizo. Son los higos chumbos. Es posible que los hayas visto más de una vez silvestres, ya que es una planta que crece muy bien en la península. Estos frutos maduran en verano y están de temporada a finales de verano y otoño, cuando los podemos encontrar ya maduros en muchas fruterías y supermercados, ya limpios (sin espinitas).

Por dentro son muy parecidos a los higos de las higueras, su carne es blandita, roja y muy dulce, así que podemos utilizarlos igual que los higos, tanto para comer frescos como para preparar dulces, salsas, batidos, etc. Eso sí, al pelarlos te puede pasar como con la remolacha: que se te tiñan los dedos de rojo. Si quieres evitarlo, ponte unos guantes.

Propiedades del higo chumbo

Los higos chumbos son ricos en vitamina C, calcio, potasio, fibra y magnesio. El color rojo es por su alto contenido en betalaínas, un antioxidante muy interesante presente en las frutas y verduras de color rojo-morado.

Además, nos sirve de colorante para todo tipo de preparaciones, igual que usamos la remolacha.

Recetas con higos chumbos fáciles y originales

Si quieres ideas para usar los higos chumbos puedes echar un vistazo a este post sobre los higos porque se usan exactamente igual. Solo tienes que usar higos chumbos maduros. Aún así, te doy algunas ideas que quedan genial en particurla con los higos chumbos:

1. Nata trufada de tuno

“Tuno” es otro nombre para los higos chumbos. Con esta receta podrás hacer una crema trufada con higos chumbos en lugar de chocolate, con la que rellenar y/o cubrir tartas, hacer rellenos de bombones o servir tal cual como postre. Queda de color rojo fuerte, muy parecido a la remolacha.

Ingredientes:

  • 250 g de higos chumbos maduros
  • 250 g de nata vegetal para montar o sólidos de la leche de coco
  • 1 cucharada de azúcar blanco, de coco o moreno

Preparación:

  1. Pela los higos y bátelos con la batidora hasta que se cree un puré cremoso, sedoso y homogéneo.
  2. Cuélalo con un colador para quitar las pepitas.
  3. Monta la nata vegetal con la batidora de varillas.
  4. Añade el azúcar sin dejar de batir, y seguidamente el puré de higos, poco a poco, también sin dejar de batir.
  5. Utiliza la nata trufada inmediatamente. Si quieres usarla como postre, ponla en vasitos individuales y déjala en la nevera al menos 1 hora antes de servir.

2. Ketchup de cactus

Prueba a hacer esta salsa, que tiene un color super vibrante y un sabor afrutado, para servir con verduras asadas y chips de verduras.

Ingredientes:

  • 2-3 higos chumbos maduros
  • 1 cucharada de concentrado de tomate
  • 1 cucharada de sirope de agave o azúcar o 1/2 cucharada de melaza
  • 3 cucharadas de vinagre de manzana
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • ¼ de cucharadita de sal aproximadamente
  • 100 ml de agua

Preparación:

  1. Pela los higos chumbos y bátelos con la batidora.
  2. Cuélalos para quitar las semillas.
  3. Pon todos los ingredientes (excepto el agua) en un cacito a fuego medio y remueve bien para mezclar.
  4. Cuando empiece a estar fragante (3-4 minutos) y cambiar un poquito de color, pruébalo.
  5. Añade agua al gusto para obtener la textura que desees para la salsa, y rectifica de sal. Si lo quieres menos ácido, añade un poquito más de sirope o azúcar.
  6. Deja que se enfríe y sírvelo.

3. Porridge de avena e higos chumbos

Este porridge tan especial elaborado con avena e higos chumbos se puede servir tanto en frío como en caliente. ¡De cualquier manera es delicioso!

Ingredientes:

  • 2 higos chumbos
  • ½ taza de avena en copos
  • Bebida vegetal (al gusto)

Preparación:

  1. Pela los higos y córtalos en trocitos.
  2. Ponlos en un cazo junto con la avena y mézclalo bien.
  3. Añade bebida vegetal al gusto (según cómo te guste de denso) y ponlo a fuego medio-bajo, removiendo constantemente, hasta que espese.
  4. Si te gusta muy cremoso, cocínalo hasta que espese bastante. Si te gusta más líquido, añade un poco más de bebida vegetal (la que tú quieras) y retíralo del fuego cuando esté suave y cremoso, parecido a una bechamel.
  5. Sírvelo caliente o déjalo enfriar.