Un juguete nuevo para cada ocasión, estanterías desbordadas, armarios llenos y apenas un rincón libre en la habitación de los niños... muchos padres conocen esta desagradable sensación de abundancia.

Colmar constantemente a los niños con juguetes nuevos no sólo desperdicia recursos y cuesta dinero, sino que también suele crear caos en el hogar, obliga a una limpieza constante e, incluso, puede afectar negativamente al desarrollo del niño.

Por el contrario, es posible instaurar el minimalismo en casa con la ayuda de los niños desde una edad temprana.

Minimalismo con los niños: ¿por qué?

El minimalismo describe un estilo de vida que busca el bienestar y la satisfacción con menos cosas materiales y más experiencias significativas. De esto no sólo se benefician los adultos, sino también los niños.

A los familiares les gusta especialmente regalar juguetes nuevos a los más pequeños de la familia. Aunque los niños suelen responder bien a esto a corto plazo, esto puede tener efectos negativos a largo plazo.

Demasiados juguetes pueden abrumar a los niños, que son incapaces de seleccionar el juego que realmente les conviene. Pueden, incluso, no valorar ninguno de ellos. 

Demasiados objetos también pueden provocar caos en el hogar familiar, y este desorden puede afectar negativamente el desarrollo mental del niño, sobre todo si posee una tendencia a la hiperactividad.  El minimalismo con los niños tiene sentido desde una perspectiva psicológica.

Además, si no compras constantemente juguetes, ahorrarás un dinero que tal vez podrás invertir en vacaciones y salidas de fin de semana.  

Comprar constantemente cosas nuevas que después de unos días simplemente se quedan en un rincón y tal vez incluso se tiran a la basura también es perjudicial para el planeta porque implica un consumo de recursos materiales y energéticos junto con una emisión de residuos y de gases con efecto invernadero. El problema es grave si, además, los juguetes son de plástico. 

¿Cómo es una habitación infantil minimalista?

Para evitar el caos en la habitación de los niños, algunos consejos pueden ayudarte a la hora de organizar la habitación:

  • Organiza los juguetes con sensatez: Así evitarás abrumar a tu hijo. Por ejemplo, clasifica los objetos en diferentes cajas según el tema, el tipo o el propósito. Las áreas temáticas podrían ser, por ejemplo, bloques de construcción, muñecos, animales y figuras, coches, instrumentos musicales y artículos de artesanía.
  • Organiza las cajas en la habitación para que tu hijo pueda alcanzar fácilmente sus juguetes favoritos. Los juguetes que no se utilizan con tanta frecuencia los puedes guardar más atrás o más arriba.
  • Revisa periódicamente con tu hijo los juguetes de las cajas que no utilice con tanta frecuencia. Puedes regalar, vender o donar cosas que el niño apenas recuerda o por las que muestra poco interés.
  • Los niños disfrutan pintando y haciendo manualidades, pero es imposible conservar cada obra de arte. En su lugar, lo mejor es acordar juntos un lugar específico o un lugar en la pared donde pueda colgar o colocar su obra de arte favorita actual. Si hay una obra de arte nueva, se reemplaza la antigua. Además, podrías crear una carpeta en la que archivar una obra de arte una vez al mes, por ejemplo. Puedes fotografiar las obras desechadas y archivarlas digitalmente para que no desaparezcan por completo.

No te presiones para tener una habitación minimalista de inmediato. Se necesita tiempo para dejar ir las cosas y establecer nuevos procesos.

Sin embargo, fíjate objetivos claros para ir incorporando poco a poco más minimalismo a la vida familiar cotidiana. Un poco menos de caos es mejor que la situación anterior.

Minimalismo con los juguetes, los libros y la ropa

Para evitar que se acumulen tantos elementos en la habitación de los niños, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Los juguetes no tienen que ser siempre una exhibición de colores ni los recién llegados al mercado. Los niños son creativos y les gusta utilizar objetos cotidianos o materiales naturales para jugar y descubrir. Por ejemplo, según la temporada, podéis salir juntos y recoger castañas, hojas, palos, piedras y otras cosas y utilizarlas para hacer figuras u otros objetos. Si el niño pierde el interés, los materiales naturales pueden volver al bosque o al parque.
  • Al comprar, busca juguetes infantiles justos y saludables, que hayan sido fabricados respetando los derechos humanos y que no contengan contaminantes peligrosos.
  • Para acumular la menor cantidad de juguetes posible, son adecuados los juguetes multifuncionales que los niños puedan utilizar de formas muy diferentes. Por ejemplo, pueden utilizar bloques de construcción y bloques apilables para construir cosas diferentes una y otra vez y crear nuevos mundos de juego.
  • Los libros infantiles también ocupan mucho espacio en la habitación de los niños. En lugar de comprarlos puedes pedirlos en la biblioteca o intercambiarlos con otras familias.  
  • Para la ropa valen los mismos consejos: se puede enseñar al niño a apreciar las prendas de calidad, confeccionadas con buenos materiales naturales que duran mucho, en lugar de comprar continuamente ropa barata que se amontona. Abastecerse de ropa usada y donar la propia son otras buenas ideas.

Minimalismo en el ocio con los niños

El minimalismo con los niños se aplica no sólo a los objetos, sino también a las actividades de ocio. Después de todo, un calendario semanal lleno de eventos deportivos, lecciones de música y otras citas puede resultar tan abrumador para los niños y los padres como una habitación infantil demasiado llena.

Por supuesto, eso no significa que no pueda realizar actividades que le interesen o que completen su educación, solo hay que asegurarse de que no es demasiado. 

El minimalismo con los niños también consiste en centrarse en lo esencial. Por ejemplo, el contacto con la naturaleza durante fines de semana y vacaciones resulta más beneficioso que visitar todos los parques de atracciones, centros comerciales y otras ofertas lúdicas para los niños.  Es mucho más relajante y satisface sus necesidades biofílicas.