La fusión de áreas del conocimiento, aparentemente inconexas, como son la arquitectura y la neurología, ha dado como resultado una nueva disciplina, la neuroarquitectura. Los estudios de esta disciplina analizan, a partir de datos y evidencias científicas, cómo los espacios construidos afectan e influyen en nuestras emociones y nuestras capacidades.

Esta novedosa línea de investigación ya aporta numerosos e interesantes hallazgos en diversos ámbitos. Uno de gran relevancia es la educación. Gracias a las investigaciones de la neuroarquitectura aplicada a la educación podemos saber cada vez más acerca de cómo los materiales, la luz, los colores, o los espacios modifican el estado de ánimo de los niños en las aulas, y de cómo su capacidad de aprendizaje puede verse afectada, para bien y para mal.

La neurociencia ha demostrado también que la configuración de los espacios de aprendizaje resulta determinante para el funcionamiento del cerebro y para la capacidad de atención. Tanto es así, que los expertos consideran que su diseño hace que los niños asuman conocimientos con más o menos eficiencia.

Sobre todo esto tratarán próximamente varios expertos en el V Congreso Internacional de Neuroeducación, Arquitecturas del bienestar, que tendrá lugar el próximo 1 y 2 de marzo en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y que podrá seguirse de forma presencial y también online. El evento contará con la participación de la neuroarquitecta Ana Mombiedro, el doctor en biología, Alfredo Corell, el artista y formador, Siro López y el doctor en Ciencias Físicas y poeta, David Jou, que debatirán sobre la importancia de las arquitecturas y los espacios en el bienestar y en el aprendizaje y de cómo fomentarlos.

El aula ideal favorece el aprendizaje y el bienestar de los niños

Según David Bueno y Anna Forés, directores del congreso, no todas las aulas sirven para educar. Se ha de tener en consideración el confort, la temperatura, los colores, los materiales, e incluso la luz.

Veamos qué dicen los expertos sobre cómo influye cada uno de estos aspectos en el aula y por qué debes fijarte en ellos a la hora de pensar cómo diseñar un aula o de tener en cuenta la escuela que eligirás para tus hijos.

1. Colores suaves y formas redondeadas para favorecer la atención

A pesar de que muchas escuelas tienen la bienintencionada costumbre de decorar sus aulas con pinturas de colores intensos, pensando que fomenta la alegría entre los alumnos, lo cierto es que la ciencia no lo aconseja. De hecho, existen numerosos estudios acerca de la psicología de los colores, y en concreto, se han publicado trabajos que concluyen que pintar escogiendo estos tonos chillones, no favorece el aprendizaje ya que “incrementa el nivel de estrés, lo contrario que ocurre cuando se opta por colores suaves”, señalan los expertos.

Por otro lado, también se ha constatado que los ángulos rectos resultan estresantes, y que es mejor escoger muebles con formas redondeadas.

Otro de los elementos que impiden la atención y, por tanto, el aprendizaje, es llenar las paredes de las aulas con dibujos, trabajos, posters y elementos de aprendizaje. Para no desviar la atención de los estudiantes, una pared debe estar libre, la otra tener una ventana, una tercera la pizarra y solamente reservar la cuarta para este material de trabajo.

2. Materiales naturales para una mayor curiosidad y motivación

A los colores, las formas y la distribución del aula, se unen otros factores como el tipo de material (natural o artificial), o incluso la estética de los muebles y elementos decorativos. Esto es así, porque, según los expertos, “la belleza activa la curiosidad, la creatividad y activa la motivación, así como la sensación de bienestar con lo que estás haciendo.

Dentro de espacios bellos, es decir espacios abiertos, flexibles, decorados con colores suaves y hechos con materiales naturales se logran aprendizajes más eficientes”.

3. Se aprende mejor cara a cara

Cada vez más los estudios demuestran que aprendemos mejor cuando nos miramos cara a cara, compartimos y colaboramos. Los espacios de aprendizaje deben favorecer la curiosidad, que los niños puedan moverse, tocar, vivir y percibirse a sí mismos.

Por último, otro factor relevante es que cuanto mayor sea el índice de participación de los miembros de la comunidad educativa (niños, niñas, administrativos, maestros, etc.) en el diseño de los espacios de la escuela, mejores serán los resultados a la hora de aprender. De esta manera se fomenta la implicación de todos, lo que revierte en un desarrollo positivo a nivel emocional e intelectual.

V Congreso Internacional de Neuroeducación

El  V Congreso Internacional de Neuroeducación, Arquitecturas del bienestar es muestra del interés que despierta la arquitectura del bienestar y su aplicación al ámbito de la educación. 

Además de las conferencias principales, los asistentes presenciales al congreso tendrán la oportunidad de conversar, a partir de sus inquietudes y experiencias, en los Open BRAIN Space (OBS) alrededor de la propuesta de los expertos, quienes plantearán una serie de preguntas.

Los expertos con los que directamente se podrá dialogar son: David Bueno, Anna Forés, Guillermo Bautista (doctor en pedagogía y miembro del grupo de investigación Smart Classroom Project), Rosa Casafont (autora de “Viaje a tu cerebro”), Rosalba Gautreaux (profesora e investigadora), Marc Guillem (profesor en la Universidad de Vic), Jesús Guillén (experto en neuroeducción), Marta Ligioiz (especialista en neuroeducación), Fabián Román (director de la red iberoamericana de neurociencia) y Sandra Vázquez (doctora en ciencias de la educación).