El estreñimiento se puede solucionar, en muchas ocasiones, cambiando los hábitos dietéticos y realizando algo de ejercicio físico. Sin embargo, en casos graves algunos laxantes, utilizados de forma puntual, pueden resultar muy útiles.

Laxantes naturales FORMADORES DE MASA

Estos agentes aumentan el volumen de las heces igual que la fibra. Son preparados formados por mucílagos naturales, a partir de las semillas de plantas como el lino, la zaragatona o de algas marinas del género Gelidium, como el agar-agar. Estos productos deben ser ingeridos con abundante agua.

  • Semillas de lino: Se requiere 1 cucharadita de semillas de lino y una taza de agua. Se ponen las semillas de lino molidas en el agua y se dejan en maceración durante unas ocho horas. Se puede tomar una cucharadita de esas semillas media hora antes del desayuno y otra antes de acostarse.
  • Semillas de zaragatona: Se necesita una cucharada sopera de semillas de zaragatona (Plantago psyllium). Se puede ingerir el contenido de una o dos cucharadas soperas de semillas de zaragatona con un par de vasos de agua, antes de acostarse. Hay quien prefiere macerar previamente las semillas en una taza de agua, para ingerir solamente el producto colado de las mismas, después de que se hayan hinchado totalmente.

Laxantes naturales: HIDRATOS DE CARBONO NO ABSORBIBLES

Se encuentra la lactulosa (el famoso Duphalac), el manitol o el sorbitol (que procede del serbal silvestre). Estas sustancias no son absorbidas por el cuerpo y actúan por un mecanismo osmótico. Son metabolizados por bacterias intestinales, que generan dióxido de carbono, responsable de uno de los principales efectos secundarios de estos fármacos: la flatulencia.

Laxantes naturales IRRITANTES DEL COLON

Los irritantes del colon actúan a nivel de las terminaciones nerviosas simpáticas del intestino grueso, estimulando los movimientos peristálticos, y también mediante un efecto secretor de fluidos hacia el intestino.

Este tipo de laxantes comprende dos grupos: los derivados de plantas (o antraquinónicos), como los compuestos de sen (Cassia angustifolia), o la cáscara sagrada (Rhamnus purshianus), y los difenilmetanos, entre los que destaca la fenolftaleína, el bisacodilo, y el picosulfato sódico.

Su uso continuado puede producir el "colon catártico" en el que existe un bajo tono muscular, y otros trastornos funcionales.

Laxantes naturales: PREPARADOS RECTALES

A veces un supositorio de glicerina puede desencadenar el reflejo de la defecación y solucionar el problema. También existen otros preparados a base de citrato sódico que pueden ablandar las heces.

LAXANTES naturales SALINOS

Se trata quizá del grupo de laxantes de primera elección terapéutica, cuando se desea un efecto rápido o bien en casos de estreñimiento crónico rebelde.

Se trata de sales de hidróxido de magnesio, entre otras. La popular "agua de Carabaña" pertenece a este grupo. La eficacia de este tipo de laxantes se basa en que tanto el magnesio como el sulfato aumentan el contenido de agua de las heces por un efecto osmótico.

Remedios caseros para el estreñimiento 

Tomar un laxante más o menos eficaz para vaciar el intestino es fácil. Pero es más importante sustituir los hábitos inadecuados por otros más sanos, a fin de conseguir la plena recuperación de la salud y obtener resultados duraderos.

Para regenerar el funcionamiento intestinal solo hay que facilitarle el camino a la madre naturaleza.  La estructura del colon es de unas características tales que simplemente observando unas sencillas normas de vida se encargará de ponerse al día y de mantener limpios los demás tejidos del cuerpo.

  • Bebe agua. Las heces contienen un 70% de agua. El 30% del peso de la masa fecal está constituido por bacterias, y el resto por residuos procedentes de los alimentos y células muertas desechadas por el organismo.  Las heces más voluminosas viajan más rápido, ya que su volumen proporciona el apoyo para que el músculo intestinal se contraiga. En cambio, el colon se desprende con gran dificultad de una masa fecal pequeña, seca y dura. La ingesta insuficiente de líquido es una causa frecuente que ocasiona heces duras, difíciles de eliminar. Conviene estimular el reflejo gastrocólico con bebidas calientes (un vaso de agua caliente por la mañana, por elemplo). 
  • Más fibra. Conviene sustituir el pan blanco por el integral y tomar cereales integrales y muchas frutas y verduras.
  • Establece un hábito. Se debe ir al lavabo cada día a la misma hora y, en general, después de alguna comida, al levantarse, o cuando aparezca el deseo de defecar la mejor posición es la de cuclillas. Hay que tomarse un tiempo e intentar relajarse.
  • Ejercicio y relajación. Los paseos de senderismo o en bicicleta, razonablemente vigorosos, pueden resultar muy beneficiosos. También es eficaz practicar la relajación por lo menos durante media hora al día.
  • No usar la cafeína ni el tabaco como laxantes. Estimulan los nervios encargados de la contracción intestinal, pero su uso continuado puede inhibir el funcionamiento intestinal. El café, si no se consume habitualmeme, puede utilizarse para combatir el estreñimiento agudo.

hábitos contra el estreñimiento

Nuestros abuelos estaban más familiariados con el intestino. Utilizaban enemas y sustancias purgantes para limpiar y descargar el vientre cuando se encontraban mal.

Hoy es frecuente encontrar personas de todas las edades que a la pregunta de si "va bien de vientre" responden negativamente, para añadir "suelo ir cada tres o cuatro días", o "una vez a la semana". ¡Estas respuestas claman al cielo!

Más del 90% de los casos de estreñimiento se pueden solucionar sustituyendo los hábitos dietéticos erróneos por otros más sanos y realizando un mínimo de ejercicio físico para oxigenar el cuerpo.

A causa del estreñimiento se produce la acumulación de toxinas en el organismo, y se favorece un gran número de alteraciones, desequilibrios y desarreglos, tanto físicos como psíquicos.

Superar esa autointoxicación requiere tener en cuenta que el poder curativo del organismo actúa desde dentro hacia afuera, y no al revés. Ésta es una importante ley naturista: toda cura comienza desde dentro hacia afuera, y en orden inverso de como se presentaron los síntomas.

Nuestra cultura nos ha traído comodidades, pero también excesivas costumbres sedentarias (del latín sedere, estar sentado) que hemos llevado hasta su máxima expresión.

La presencia del tabaco y alcohol en la vida social (y cada vez más de la cocaína en determinados círculos) y del apalanque en el sofá son realidades que tal vez costarán más de una generación erradicar.

A la vista está, pues numerosos estudios han demostrado que el consumo excesivo de azúcar y el estreñimiento están relacionados directamente con el cáncer de colon, uno de los tres más frecuentes en Occidente.

Por qué evitar el estreñimiento

Los síntomas derivados de la alteración en las funciones propias del intestino, especialmente el estreñimiento y sus consecuencias, como las hemorroides, los divertículos, la impactación fecal o la fisura anal son las causas más frecuentes de consulta médica por problemas digestivos.

Justamente una de las claves más importantes de la salud reside en el intestino. Su buen estado repercute no sólo en beneficio propio, sino del organismo en su totalidad.

La persona que resuelve el estreñimiento experimenta una nueva puesta en marcha de su energía vital, y además percibe la íntima relación que existe entre el funcionamiento del aparato digestivo y su bienestar, el descanso nocturno e incluso la tranquilidad mental.

Equilibrando la función intestinal en base a una dieta racional, con la proporción adecuada de los alimentos y restringiendo las sustancias ajenas a él (azúcar, conservantes, alcohol...), muchas dolencias como eccemas, cefaleas, lumbagos o insomnio se pueden desvanecer por sí solas.

La persona aquejada por las molestias intestinales ha de dedicar un poco de atención a su cuerpo. Ello le brindará una oportunidad de asumir el control de su salud. Solo precisa voluntad, paciencia y confianza en sí misma para salir al paso de esta prueba.

Se dice que una enfermedad es de tipo funcional cuando los síntomas y trastornos que presenta el paciente no se acompañan de lesiones orgánicas visibles, sino que es el funcionamiento de un órgano lo que anda mal.

El intestino grueso humano está inervado por fibras nerviosas del sistema nervioso autónomo, tanto del simpático como del parasimpático.

La acción parasimpática estimula el peristaltismo intestinal (el movimiento intestinal que impulsa los restos de materiales procedentes de la digestión), mientras que la acción simpática inhibe dicha peristalsis.

Evidentemente, la presencia de fibra vegetal en la dieta y los cambios en la concentración de ácidos biliares pueden influir sobre la motilidad del colon. Y también existe una indudable influencia psicológica sobre ella.

Factores emocionales, como el enfado, la ira, la aprensión, el resentimiento o el nerviosismo aumentan la frecuencia y la amplitud de las ondas de propulsión del colon, mientras que los estados depresivos, la falta de ánimo y la desesperación las disminuyen.

La función bacteriana

En el intestino grueso abundan, nacen, se reproducen y mueren decenas de billones de organismos microscópicos. Estos organismos configuran la llamada flora intestinal, que está constituida básicamente por bacterias, hongos y virus.

Su presencia es importante, entre otras cosas, porque sintetizan principios valiosos al digerir parte de la masa fecal. Entre otras, producen vitamina K (filoquinona) y parte del complejo vitamínico B, que son asimiladas y utilizadas en parte por el organismo.

En una persona sana, la flora intestinal está en armonía y la convivencia entre unos microorganismos y otros es "amistosa". 

La composición de dicha flora varía según el individuo, la edad, la alimentación, el medio ambiente en el que vive y el grado de higiene personal.

Pero algunos factores pueden alterar este equilibrio al destruir uno u otro tipo de microorganismos.

Por ejemplo, el tratamiento con antibióticos por vía oral destruye gran número de bacterias, de manera que pueden predominar entonces las levaduras, produciéndose, por ejemplo, diarrea o infecciones por Cándida albicans (como la vaginitis por cándidas en la mujer).

Qué es el estreñimiento

Si preguntamos: "¿qué es el estreñimiento?" oiremos respuestas como:

  • la disminución de la frecuencia de deposiciones,
  • la dificultad para expulsar el contenido fecal,
  • heces de menor volumen y consistencia dura,
  • sensación de evacuación intestinal incompleta,
  • ausencia del deseo de defecar, y algunas más.

El estreñimiento es un concepto difícil de definir, ya que el ritmo normal en la frecuencia de las deposiciones varía de una persona a otra.

En general, se acepta como "ritmo normal" una variación que va desde tres veces al día hasta tres veces por semana.

Si me preguntan a mí qué es lo normal, yo responderé solamente que tener la sensación de defecar bien, y si ésta no se tiene, algo pasa.

Por ello, antes de determinar si se sufre estreñimiento, conviene aplicar el sentido común, y sobre todo fiarse de las sensaciones del paciente.

¿cUÁNDO ES GRAVE EL ESTREÑIMIENTO?

Asimismo, y para valorar la importancia del problema, es aconsejable responder a una serie de preguntas:

  • ¿Cuándo comenzó? La aparición brusca en una persona que estaba bien es una sospecha de que algo no va bien.
  • ¿Existe ausencia de deseo o más bien dificultad para hacer? Cuando hay dificultad suele ser más problemático.
  • ¿Cómo son las deposiciones? Observar si hay elementos extraños en las heces, como un color u olor diferente, sangre, pus...
  • ¿ Sensación de vaciado incompleta? Se debe comprobar si quedan residuos en el ano.
  • ¿Existe dolor al defecar? El dolor es un síntoma de mayor gravedad.

POSIBLES CAUSAS DE ESTREÑIMIENTO

El estreñimiento que afecta de forma puntual a muchas personas suele ser provocado por alteraciones en el ritmo normal de vida, como viajes, situaciones de estrés, cambios en la dieta...

Pero cuando dura más de la cuenta es importante indagar la causa. Las más frecuentes son una dieta pobre en fibra y rica en alimentos refinados, una ingesta insuficiente de líquido, la inactividad física, descansos en cama prolongados, el embarazo, edad avanzada ...

También pueden provocarlo algunos tratamientos farmacológicos: anestésicos, antiácidos, anticolinérgicos, anticonvulsivantes, antidepresivos, antihipertensivos, agentes bloqueantes beta-adrenérgicos, sales de bismuto, dimético, sales de hierro, laxantes, relajantes musculares, opiáceos, metales tóxicos (arsénico, plomo, mercurio).

Otras causas posibles son: anomalías metabólicas u hormonales, defectos estructurales (enfermedades del intestino); anomalías neurogénicas (alteraciones nerviosas del intestino, alteraciones de la espina dorsal y alteraciones cerebrales), enemas y la exposición a insecticidas.

Estreñimiento en lactantes: una excepción fisiológica

Es importante añadir que hay situaciones excepcionales que siguen siendo fisiológicas, como lactantes alimentados con leche que no evacuan en 15 días o más, pero están bien.

Si esta situación no es entendida por la madre o el pediatra, someterán al niño a tratamientos de estreñimiento con laxantes innecesarios e incluso a veces perjudiciales.

Paradójicamente, algunos proponen como lo más fisiológico de la evacuación intestinal que el niño lactante evacue cada vez que come, algo que puede ser normal, pero bastante difícil, ya que hay lactantes a demanda que pueden tomar pecho hasta 12 veces al día.