No se puede imaginar nada más destructivo y letal que un accidente en una central nuclear o la explosión de un arma nuclear. Conocemos las consecuencias de Hiroshima, Nagasaki y Chernóbil. Y en el mundo hay más de 13.000 proyectiles nucleares y 400 reactores nucleares. Solo podemos protegernos intentando que reine el sentido común y... con un poco de yodo. ¿Por qué yodo?

¿Qué es el yodo?

El yodo es un elemento esencial para la vida. Es un nutriente necesario para la síntesis de las hormonas tiroideas reguladoras del crecimiento, tiroxina y triyodotironina (T4 y T3 respectivamente).

Una deficiencia de yodo provoca una disminución de la producción de T3 y T4 y un agrandamiento concomitante del tejido tiroideo en un intento de obtener más yodo, lo que provoca la enfermedad conocida como bocio simple.

El cuerpo no puede producir yodo por sí mismo, así que debemos conseguirlo de los alimentos. El requerimiento diario es de unos 200 mcg. El yodo que no es utilizado para producir hormonas sirve para reponer las reservas que se acumulan en el tejido tiroideo.

El yodo protege del yodo radioactivo

Las explosiones nucleares liberan yodo radiactivo (yodo-131), que causa un tipo de cáncer de tiroides, que se extiende a los ganglios linfáticos, y otras enfermedades. Como consecuencia del accidente de Chernóbil, los casos de cáncer de tiroides se multiplicaron por cien en la zona afectada por la radioactividad.

Cuando nos exponemos al yodo radiactivo, el cuerpo lo absorbe y con el tiempo las células de la glándula tiroides resultan dañadas. Los niños y los jóvenes son especialmente vulnerables.

Bloqueo del yodo radiactivo

Si se toma una dosis alta de yodo antes de que llegue la nube de yodo radiactivo, la glándula tiroides ya estará saturada de yodo no radiactivo y no absorberá el radiactivo. Esta forma de prevención con yodo no radiactivo se llama bloqueo de yodo.

Existen tabletas para bloquear el yodo que contienen 65 mg de yoduro de potasio (con 50 mg de yodo). Las dosis requeridas son las siguientes:

  • Niños menores de 1 mes: 16,25 mg de yoduro de potasio (un cuarto de comprimido)
  • Niños de 1 mes a 3 años: 32,5 mg de yoduro de potasio (medio comprimido)
  • Niños entre 3 y 12 años: 65 mg de yoduro de potasio (un comprimido entero)
  • Personas entre 12 y 45 años (incluidas mujeres embarazadas y lactantes): 130 mg de yoduro de potasio (dos tabletas).

Las personas mayores de 45 años no deben tomar tabletas de yodo porque las desventajas superarían los beneficios (como trastornos metabólicos o efectos secundarios en la glándula tiroides).

Además, el cáncer de tiroides no se desarrolla con tanta frecuencia en las personas mayores y tarda varias décadas en desarrollarse.

Las tabletas de yodo se pueden tragar enteras o se pueden disolver en agua o zumo. El líquido debe beberse inmediatamente. El contenido de yodo puro en el yoduro de potasio es de alrededor del 77%, lo que significa que la dosis para adultos es de 100 mg de yodo.

Los suplementos de yodo contienen dosis muy bajas (150-250 mcg), 500 veces por debajo de las tabletas para bloquear el yodo.

El momento adecuado para tomar yodo

En el peor de los casos, los servicios de emergencia distribuirán las tabletas de bloqueo de yodo a las personas que viven en un radio de 100 km de un incidente o que están a punto de ser víctimas de una nube de yodo radiactivo.

Lo ideal es tomar los comprimidos de yodo entre 24 y 48 horas antes de la llegada de la nube de yodo radiactivo.

Si es necesario, las tabletas de yodo también se pueden tomar después del contacto con yodo radiactivo, sin embargo, el efecto protector es menor (después de 2 horas un máximo de 80% de protección, después de 8 horas solo un máximo de 40% de protección)

Si la dosis alta de yodo se toma no más de 48 horas antes del contacto con el yodo-131 radiactivo, el bloqueo funciona muy bien y la absorción de yodo radiactivo por la glándula tiroides puede evitarse casi por completo, independientemente de si la persona en cuestión estaba previamente bien abastecida de yodo o tenía una deficiencia de yodo.

Si se toman las tabletas de yodo demasiado pronto (96 horas antes de que llegue el yodo radiactivo), apenas tendrán ningún efecto protector.

Un buen suministro de yodo es importante

No hay que esperar a un desastre nuclear para preocuparse por conseguir el yodo suficiente. Cuanto menor sea el nivel de yodo natural que tenga una persona antes de la exposición al yodo radiactivo, mayor será su riesgo de desarrollar enfermedad de la tiroides a causa del yodo radiactivo. Y el cuerpo necesita yodo para conservar la salud. Por lo tanto, siempre se debe evitar una deficiencia de yodo.

En la dieta omnívora, el pescado es la principal fuente de yodo. En la vegetana, lo es la sal yodada y las algas (son muy ricas en yodo, pero hay que tomarlas con modefración porque el exceso también es peligroso).

Pero hay otros elementos radioactivos

Tomar yodo solo protege la glándula tiroides y solo previene los efectos nocivos del yodo radiactivo. Pero en un desastre nuclear se emiten otras partículas radiactivas, como el xenón-133, el telurio-132, el cesio-134 y -137, el estroncio y el plutonio.

No todas estas partículas se propagan por igual, por lo que no todas las personas se ven afectadas por igual. Los tres primeros y el yodo pueden ser transportados por el viento a lo largo de miles de kilómetros.

El estroncio y el plutonio radiactivos no son volátiles y no van más allá del radio de 100 kilómetros del lugar del accidente o la explosión, pero tienen una vida media extremadamente larga.

El plutonio, por ejemplo, tiene una vida media de varios miles de años, lo que significa que solo la mitad del plutonio en el medio ambiente se ha descompuesto en este período. El plutonio-240 tiene una vida media de 6.500 años y el plutonio-239, una vida media de 24.100 años. Por lo tanto, la actividad del plutonio radiactivo en el antiguo reactor de Chernóbil sigue siendo hoy tan alta como el día del accidente, hace ahora más de 35 años.

La vida media del cesio y el estroncio radiactivos es de 30 años. El yodo-131 y el xenón-133 tienen una vida media muy corta (el yodo 9 días), por lo que estos dos se descomponen casi por completo después de solo tres meses.

Referencias científicas: